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El Hilo Negro Que Forja Mi Destino

El Hilo Negro Que Forja Mi Destino

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Reencuentro / Amor en la guerra / Batalla por el trono / Mundo de fantasía / Mundo mágico
Popularitas:3.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Orihime chan

¿Qué pasaría si eres la villana de una historia mal contada? Anneliese Ross es la hija menor del conde Ross, quien recientemente ha perdido la memoria y no recuerda las sensaciones o personas, durante ese lapso de tiempo descubre cosas desconocidas que siempre la rodearon antes de ser Anneliese.

Porque Anneliese Ross es una persona sobrenatural y desconocida, a la que siempre la envolvían las desgracias y siempre estaba rodeada de chismes.

¿Qué harás cuando tuviste que haber muerto y no lo hiciste? Anneliese Ross, ¿Que harás para sobrevivir?

NovelToon tiene autorización de Orihime chan para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

20.

La vida es cambiante y difícil, asimilar sus eventos y hechos es acción propia. ¿Podrás con eso?

El fuego resonaba como una tormenta azorante contra las ventanas, rompiendo sus vidrios y quebrando sus cristales, dando consigo un paso a una destrucción segura y un temor inolvidable.

El pequeño niño en sus brazos se escondió en su pecho y abrazó fuertemente la tela del vestido. Su cadera ahora en el suelo se acribilló debido al impacto y sus brazos ardieron debido a la tensión que había generado el momento. Pero incluso en esta situación despavorida el pequeño ahora sollozaba suavemente en sus brazos y a suelo parecer lucia en buen estado.

La madera caliente ardió y calló, las cenizas volaron y los pequeños trozos ardieron cerca a su carne, el tablón se consumió en las llamas y Anneliese fue testigo de la manera destructiva que la madera se deshizo en sus llamas y la ceniza dejaba sombras de lo que había sido.

Suspiro, estaba un poco cansada debido al impacto y sus constantes esfuerzos en vano, la herida desagradable que cubría su muslo pareció sangrar en respuesta a sus esfuerzos insípidos.

—¿Estás bien?

Anneliese susurró suavemente al pequeño, acariciando los sedosos cabellos castaños que danzaban en sus dedos y causaban un suave arrullo en el pequeño.

—Muchas gracias. Y\-yo, muchas gracias Señorita.

Su voz llorona suavizó su expresión, el pequeño demasiado a su parecer se enterró aún más a su pecho y se arrulló con su suave voz.

Por un momento diminuto que se esfumó rápidamente, Anneliese olvidó el incendio en que aún se encontraba o el cansancio que presentaba su cuerpo magullado, porque había un bebé pequeño entre sus brazos que le causaba una gran satisfacción y una sensación de complejidad.

Era una extrañeza que nunca antes había sentido, o quizá, era una sensación agradable que antes había experimentado pero lo había olvidado, y ese pequeño bebé en sus brazos le daba la sensación de gratificación y absoluta íntegro que sacudía su corazón.

—Debemos salir de aquí. ¿De casualidad sabes en dónde está la salida?

Susurrando suavemente y dando mimos suaves en su espalda, el pequeño asintió contra su clavícula y Anneliese tuvo la suficiente fuerza y voluntad para levantarse y llevar al pequeño en sus brazos.

El lugar ardía en llamas y el humo cada vez era más explosivo. Pero por el segundo diminuto antes prestado sintió que aquella escena era parte de su imaginación y realmente nada estaba sucediendo. Pero era contrario la realidad al pensamiento.

—¿Hola?

Una voz desconocida se abrió paso por los pasillos desolados y candentes. Una voz femenina suave se escuchó a su fondo y su corazón se sacudió. Tomando al pequeño bebé en sus brazos y cubriendo su boca con un trozo de tela que colgaba de su brazo. Tela sobrante de una manga rota y mal tratada.

—¿Hola?, ¿alguien? Necesito ayuda.

La vocecita era cada segundo más suave siguió resonando en el lugar.

—¿Me escuchas? Sigue hablando. Iré a por ti, por favor sigue hablando.

La voz se había desvanecido y había dejado de resonar, al llegar al cruce de los pasillos no había nadie. La voz femenina antes escuchada se había desaparecido con el viento y no había nadie más alli. Pensándolo seriamente, aquella voz solo la había adentrado aún más en la destructiva oscuridad del orfanato ya quedando en cenizas.

—¿Hola? Por favor, ayúdame. Y\-yo, y\-yo tengo miedo. Quiero a mi mami.

—Si, ¡Si! Sigue hablando, por favor. ¿Dónde estás?

—Señorita, N\-no, N\-no me deje, por favor.

—No lo haré, No lo haré. Sigue hablando.

Un llanto resonó y un cabello negro suelto bailó en su entorno. La pequeña estaba a un lado de una ventana abierta y rota y el fuego comenzaba a expandirse por todo su entorno.

—¡Te encontré!

Sintiendo un tirón en su brazo y un ardor en su tendón. Anneliese jaló del brazo a la pequeña con tal fuerza que la manga de su vestido se rompió y la pequeña sollozó en respuesta. El techo colapsó y su cuerpo cubrió a los menores.

—¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Te sientes mal?

La pequeña limpió sus lágrimas y sonó su nariz.

‘Crack’

La tela que colgaba de su manga fue rasgada y su boca fue cubierta por el trozo de tela maloliente.

—G\-gracias.

—Está bien. Está bien, debemos salir de aquí. ¿Sabes dónde está la salida?

—No podemos.

—¿Eh?

—Está cubierta. No podemos salir. M\-moriremos.

La pequeña comenzó a llorar causando que el menor en sus brazos sollozará a su paso. Anneliese suspiró en cansancio y la brisa helada de la noche meció suspiró cabellos a son de consuelo.

—Estaremos bien. Confía en mí, ¿si?

Anneliese acarició el cabello de la menor que sorbió su nariz y limpió sus lágrimas nuevamente. La ventana a su lado no tenía algún barrote que impidiera su salida. Dejando al pequeño a cuidado de la menor a su lado, sus brazos aún cubiertos por la capa malgastada. Sus puños comenzaron a golpear el vidrio roto y a quitar sus trozos.

Sintiendo los pequeños trozos clavarse en sus palmas, Anneliese continuó golpeando. Sintiendo como cada segundo aún en el interior del lugar era una sentencia, ignoró el dolor punzante y siguió golpeando. Hasta que finalmente, el lugar era apto para salir.

Asomando su rostro por la ventana, sus ojos se contrajeron y sintió el vómito asqueroso llenar su garganta. Era imposible saltar debido a que estaba en un segundo piso. Pero las llamas ardientes y el fuego punzante daban una señal diferente a su pensamiento.

—Está bien. Está bien. Debemos saltar.

No. No podían saltar, morirían tras el impacto, ¿qué podría hacer al respecto? Sintiéndose en una cuerda floja Anneliese Tomó al pequeño en sus brazos y envolvio a la pequeña alrededor de su cintura.

Sentándose en el marco de la ventana, el suelo no se sentía tan lejano pero seguía luciendo extremadamente aterrador.

—Agness. Cuida de nosotros.

Como si aquellas palabras hubieran desatado algo extraordinario, fuera de la ventana se iluminó con un extraño brillo dorado extravagante y cegador. Hizo arder sus ojos y cerrarlos de manera inmediata, y como un acto impulsivo de sus pies, sus pasos comenzaron a caminar a la ventana descubierta y sus rodillas a treparlas. Todo bajo la profunda e inspectora mirada de los menores. Quienes se agarraron a los trozos rotos de su tela y escondieron la cabeza en su pecho.

Tomando un respiro profundo, su cuerpo se deslizó suavemente por el marco y su brazo trató de agarrarse fuertemente al mismo, sintiendo un tirón en su tendón su brazo finalmente se soltó y su pecho cubrió a los menores que se aferraban a sus brazos.

Sus piernas sintieron un impacto suave pero doloroso que hizo crujir sus huesos y sacó más de un suspiro doloroso de sus labios.

Su cuerpo había caído de espaldas y sus brazos habían tratado de detener el impacto para los menores y ahora padecía las consecuencias. Pero para su sorpresa. Un destello dorado irreal del cual brotaban brillos cesantes y miles de luciérnagas brotaban brillaba en el suelo.

Su rostro se maravilló ante tal escena que se abría paso en el lugar. Los pequeños a suelo lado se sacudieron y el poder desconocido desapareció.

—Vamos. Vayan donde la hermana Aisha. Iré en un momento. ¿Puedes llevarlo.

La pequeña niña asintió y el niño tomó fuertemente su mano, no queriendo soltarla.

—Iré en un momento ¿si?

El pequeño sollozó suavemente y sintió, para finalmente dejar que sus figuras se esfumaran con el viento.

Anneliese se desplomó en el suelo y sintió su carne arder, a su lado, el lugar ardía en un infernal calor que consumía sus pasillos y devoraba los objetos en su interior. No tenía idea de que había sucedido con claridad y su cabeza retumbaba en unísono. Sus mejillas se acomodaron en el frío pasto y sus ojos se cerraron del cansancio.

‘¿Dormirás y ya?

La voz profunda y oscura resonó en su cabeza. Si. Quería dormir, ¿qué había de malo en eso? Pero una incertidumbre que invadía y torturaba su pecho no le permitía completar la acción.

‘7 criaturas aún están en ese lugar, ¿las dejarás morir?

—¿Eh?

‘¿Qué harás Rose?’

—¿Su\-Su alteza Zack no se encuentra en esta zona?

‘¿Dejarás que alguien más se encargue de tus desastres?’

—No son mis desastres.

Silencio. La criatura no respondió. Resignada su mejilla volvió a impactar contra la suavidad del pasto y la brisa fresca que movió sus mechones escandalosos la arrulló. Pero un pensamiento carcomía su cabeza. ¿Sus desastres?

Ella no había provocado el incendio. ¿O si? Bah, sintiendo una amargura llenar su boca con un sobre esfuerzo inhumano y un dolor insoportable sus pies volvieron a darle la fuerza suficiente para levantarse.

Pero, ¿cómo entraría? Había escapado correctamente por una ventana rota y había saltado desde un segundo piso. No podría entrar nuevamente por ese lugar.

¿Entonces qué haría? Buscar. Si. Debía buscar la respuesta, recorrer el lugar y encontrar un lugar por donde entrar y nuevamente salir.

Sintiendo el crujir del pasto con sus pasos desequilibrados y pausados, recorrió las largas y eternas paredes del lugar hasta que finalmente dio con su cometido.

Una ventana rota y cubierta. En donde con un poco de esfuerzo cabría perfectamente, pero, ¿estaba segura de lo que haría?

Quizás era la adrenalina provocaba debido a los constantes acontecimientos sin descanso que había tardado en asimilar, pero entrar a ese lugar sería atar una soga a su cuello y colgarse de un árbol, en donde al morir terminaría en el putrefacto infierno. Y las llamas candentes confirmaban su cometido.

‘No dudes’.

—NO lo hago.

‘Se capaz, Rosé’

Se capaz, Rosé.

Repitió esas frase para sí misma y su cuerpo delgado comenzó a entrar por la ventana rota. En donde primero entró su cabeza y seguidamente sus brazos, consecuentemente su demás cuerpo. Y finalmente estuvo en el infierno ardiente.

Quizás había sido un error. Quizás era lo correcto. O quizás una simple idea absurda que había tirado su subconsciente en un intento de verse como un héroe. Pero no lo era.

Y allí, sintiendo el calor extenderse por la tersa carne de sus piernas sintió el terror recorrer y abusar de sus poros.

—¿Hola? ¡Hola!

Grito. Grito. Y volvió a gritar. Según Agness, el ser desconocido que hablaba como una voz subconsciente en su cabeza quedaban 7 niños en el interior del orfanato, pero nadie respondía.

Lo peor en tal situación era que sucedía más allá de los aposentos del orfanato. Porque no había ninguna persona socorriendo a las 7 almas que aún habitaban el lugar.

‘La cocina Rosé, busca allí’

Cocina. El lugar más inseguro para una persona con conocimiento del tema y el más seguro para un niño pequeño que desconoce la gravedad del asunto. Si. Al igual que la cocina los baños y el comedor deberían ser lugares concurridos en donde los menores creerán que los socorrerán más rápidamente.

Pero era contrario a sus pensamientos. Otro pensamiento que deseaba en lo profundo que no sucediera era que se les ocurriera esconderse para evitar el miedo. Sería difícil buscarlos y hacer que salieran de su escondite.

Sus pasos fueron rápidos. Demasiados rápidos y su cuerpo delgado evitaba los escombros semi caídos que parecían tan flojos y débiles que en cualquier momento caerían y causarían un desastre. Pero a medio camino se detuvo.

—¡Ah!

Ella no sabía en dónde estaba la cocina, y había pasado por más de una habitación y no había revisado su interior. Suspiro de cansancio y sus pasos se apresuraron a revisar las habitaciones anteriores.

Una lavandería. Un baño. Y la cocina. La última conectaba con el comedor y un pequeño sollozo inaudible que se perdía con el quemas de la madera se escuchó cercano.

—E\-estaremos bien. La Hermana Aisha y la hermana Gothel vendrán por nosotros. No llores, estaremos bien.

Un susurro tan suave como el cantar del viento, la voz era temblorosa y se notaba el pequeño aticismo de miedo.

Anneliese rodeó todo el lugar con pasos rápidos y revolcó sus cajones, sacó ollas y sartenes estorbantes y buscó apresuradamente a los pequeños. Si hablaba bruscamente se asustarían y no contestarían.

Hasta que finalmente, debajo de una larga mesa oscura y empezando a incendiarse tres pequeños niños se escondían bajo ella.

—¡H\-Hola! Ya estoy aquí. ¿Podrías por favor acercarte?

Su cabello golpeaba el suelo y sus ojos se hicieron pequeños debido a la felicidad que le otorgó el encontrar a los niños.

Pero contrario a sus pensamientos, los dos mayores retrocedieron y el más pequeño quedó a su medio.

—¿Oh? No tengas miedo, puedes venir a mi. ¿Por favor?

Sus ojos se agrandaron debido al fuego cegador que empezaba a incinerar una de sus esquinas, que empezaba a consumir la madera y caminaba rápidamente a los menores.

—Oh\-Eh no me gustaría presionarte pero, ¿podrías ir más rápido? Voy a ayudarte.

—¿Quién es usted?

—Si me das la oportunidad podré presentarme.

—¿Quién me asegurará que no es como es impostora?

¿Impostora?

¿Quizás se estaba refiriendo al Glouthen con forma de hermana? Y no estaba lejos de la realidad. La pequeña retrocedió y se acercó aún más al fuego flameante. Las dos personas conjuntas así retrocedieron de igual forma.

Su rostro se fracturó de la sorpresa y su expresión fue una que sorprendió a la menos. La preocupación llenó su rostro y se vio en la necesidad de acurrucarse y empezar a rebuscar bajo la mesa.

—Esta bien. Puedes desconfiar, ¿Me dejarás sacarte de aquí?

—¡Olvídelo! ¡Váyase de aquí! La hermana Aisha no tardará en venir a ayudarnos.

—Está bien. Está bien. La hermana Aisha me ha enviado a ayudarte.

—¿Cree que voy a caer en su mentira?

El fuego comenzó a expandirse más rápido, consumiendo la madera a su paso y causando destrozos y cenizas por doquier.

—¡Tu! Por favor. Sal de aquí entonces.

—¿Por qué debo confiar en usted?

Porque a tu espalda todo se está incendiando. Trago su pensamiento, no podría decir eso, porque alteraría a los menores y salir del lugar sería una tortura segura.

—Déjame ayudarte.

Su brazos se estiraron debajo de la mesa y tomaron el de la menor, jalándola al mismo tiempo que la ceniza caliente cayó sobre su posición.

Ambos menores a su lado fueron arrastrados debido a su fuerte agarre. Haciendo chocar su cabeza contra la madera y arrastrando sus rodillas por el suelo Anneliese tomó entre sus brazos a la menor nerviosa y arrastró con su mano desocupada a los otros dos que permanecían tomados de la mano.

La mesa colapsó. Pero ellos estaban a su cercanía y comenzó a consumirse en llamas, alzando aún más las constantes que se extendían por el lugar.

—Debemos salir de aquí.

El silencio fue palpable, la pequeña en su regazo temblaba y el menor a su lado sollozaba suavemente abrazando al otro pequeño, que no entendía la gravedad de la situación.

Tomando a la menor de los hombros, Anneliese fijó su mirada en los ojos llorosos —No es fácil asimilarlo, pero debes de. ¿No quieres salir de aquí?

—Y\-yo

—Saldremos juntos. Así que por favor, déjame ayudarlos.

Asintió. La pequeña se puso de pie y empezó a caminar lentamente por los escombros, tomando al menor entre sus brazos y al pequeño niño en el, Anneliese tomó la mano de la menor y caminó rápidamente por los pasillos repletos de humo. llegando finalmente a la ventana rota y ayudando a los menores a pasarla.

—Vayan con los demás niños, procuren no acercarse a este lugar. Iré en un momento.

—¿Usted?

—No tardaré, ¿Está bien?

Acarició su aterciopela cabello y la pequeña asintió.

—M\-muchas gracias.

El niño pequeño finalmente habló, de sus ojos salieron dos cascadas infinitas de lágrimas, que hinchaban sus pequeños ojitos y el menor en sus brazos imitó su posición.

—Esta bien. Ve ahora.

Ella asintió y los vio esfumarse, ¿Debían quedar cuatro niños? Pero la voz de Agness en su cabeza no se volvió a escuchar. Debía entrar nuevamente al lugar.

Pero antes de dar el primer paso su cuerpo se desplomó en el suelo y su pecho palpitó.

—¡Cof, cof!

Sus pulmones se desgarraron y su respiración se tornó acelerada. Respirar era una tarea difícil, ¿Cuánto tiempo había inhalado el humo? Había perdido la noción del tiempo.

Pero su mirada nublada no le permitió ver más allá de su nariz, estaba agotada y en pésimas condiciones. ¿Sería capaz de ayudar a los niños faltantes?

1
yuri
este capítulo estuvo intenso,espero que puedan sacar a Anne de adentro antes de que el humo le afecte
y como Anne no se dió cuenta de la sangre oscura antes cuando la seguía?
ojalá Zack no tenga que usar magia de vuelta,pueden que lo castiguen.
que sucedió con el monstruo o demonio ,la caída de los escombros lo mató o fue Anne ?por otra parte es bueno que la hermana aún estuviera ahí ,aunque se esté muriendo.espero que descanse en paz
gracias por el capítulo
Amelie_Ross: Yo también espero que descanse en paz
total 1 replies
yuri
Anne se está metiendo en algo peligroso y lo peor es que no sospeche de la hermana hasta ahora
por lo que ese demonio,se oculto bien
por otra parte si el principe Zack llega a ver qué se fue Anne ,de preocupara mucho
y la Anne anterior ya le dió una advertencia a la actual protagonista,
pero por qué el principe Zack mataría a Anne ,si parecen llevarse bien ?
yuri
ojalá se le pueda aclarar esa duda a Anne ,porque no comprendo porque debería alejarse del principe Zack si, al parecer se llevan bien y incluso puede que se amen entre si.pero estoy alerta ,cómo dijo la prota,todo está muy tranquilo,pueden que las ratas se estén escondiendo para atacar de sorpresa
yuri
no sabría que decir exactamente,quienes eran esas personas que amenazaban a la protagonista?
que hacía el principe Zack allá ?
y por último que vio la adivina que las echo
gracias por el capítulo,espero que nuestra protagonista esté bien. me ausente por estudios pero hace tanto que no leo el libro que me pareció un escenario con mucho peligro para la prota.
Graciela Guzman
me está gustando mucho, pero me cortan la lectura porque engañan diciendo que es gratuita la novela desde el principio hasta el final ,pero mienten.
Amelie_Ross: ¡Hola! Discúlpame tengo entendido que la novela es gratuita. Puedes leerla gratis ya que los capítulos no tienen ningún costo ni necesitas puntos para desbloquear los capítulos. ¿Hay algún problema respecto a eso? Si es así te agradecería que me lo comentaras y yo trataré de solucionarlo
total 1 replies
~
Estos dos niños apapachan mi corazón ㅠㅠ
Jeon Sarai
Muy buena 👍 me llamo la atención ❤️
Khe. Creo que ya explotó el sol. JAJSJSKJS.
Pero. ._.
Tan bello ese varón.
Creí que era bromita.
Amelie_Ross: Yo también
total 1 replies
Que bonito.
Khe.
Ufff. Todo porque Dios lo abandonó, nooooo. Denle un pañuelo que va a llorar.
La estabilidad emocional para los hijos estaba sobrevalorada.
Y más factos.
Tiró factos.
Amelie_Ross: Ella siempre
total 1 replies
Por fin sentido común. Creo que lo tiene cuando le entra la gana.
Amelie_Ross: JAJSKSJLSSKKSA Creo que nos pasa un poco a todos
total 1 replies
Caes mal, muy mal. Por si no quedó claro.
Amelie_Ross: Que mal
total 1 replies
Yo te quería defender, pero ya me caes mal. ¿Ves lo que haces? Toda la razón a la Muñequite pendejete. Mal, mal.
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