PROTEGERÉ AL VILLANO

—madre, ¿por qué anunciaste a todos de la existencia del último de los Villanueva, incluso lo obligaste a cumplir con el deber para con la familia real?, no solo eso, lo convertiste en mi prometido, ¿Que estás tramando?

—normalmente, te niegas a aceptar una candidata, dices que no la aceptaras ni te casaras y después lo demás, ¿acaso él si te gusta hijo?

—no saques conclusiones sin sentido, ¿cómo supiste de él?

— tengo mis métodos.

—madre, esa persona salvó mi vida, le dije que lo dejaría en paz.

—hasta donde sé, no invadiste sus dominios, y no le prometiste que no debía cumplir con su deber como noble, no has faltado a nada.

—madre es suficiente, con él no podrás, no importa lo que intentes.

—tambien lo creo, pero realmente pienso que ha sido un gran logro: encontré un candidato de tu interés.

—no sé de que estas hablando, y en todo caso fui yo el que lo encontró, tu solo te entrometiste.

—vaya, ¿así que es tuyo porque lo viste primero?, el rey todavía puede ser tierno e infantil, ¡qué lindo!; pero tranquilo su alteza, no estoy poniendo mis ojos sobre él de la manera que cree yo solo... —el nombrado se sintió un poco avergonzado al analizar sus palabras, había dicho las cosas tal cual las pensó sin meditar nada, ahora su madre no quitaría el dedo de la línea.

—accedí a que siguieras con esto, porque pensé que sería una buena distracción para ti y porque no hacía daño, pero me estas obligando a reconsiderar mi decisión. —habló con severidad y la mujer, entendió que dejó de tratarla solo como a su madre en ese momento, ahora era uno de sus funcionarios.

—me disculpo su alteza, yo solo quiero su bienestar. Le prometo que no hice nada malo, si presioné un poco al duque Villanueva, pero es porque el país si necesita de sus habilidades para protegernos de las bestias y criaturas de los alrededores. —el rey no podía negar eso, siendo que la localización de su país los ponía en la mira de muchas criaturas poderosas, solo la habilidad de los Villanueva, era más efectiva que las peligrosas expediciones de caza. Viendo las cosas desde esa perspectiva, su madre había hecho un buen trabajo.

—entonces, retíralo como candidato a la corona.

—su alteza ¿está rechazando por primera vez a un candidato? —el rey sabía lo que eso significaba, en primera: rechazar a Zade ahora significaba que no sería tenido en cuenta otra vez (osea que si más adelante decidía que le quería, solo podría ser una de sus concubinas lo cual es imposible que el omega quiera), sin mencionar que desde ahora debía evaluar a cada una de las candidatas y candidatos que su madre eligió, de ninguna manera.

—buen intento madre, pero no funciona; solo es un consejo, salta a la vista que el duque es el único que aplicará contra su voluntad, y es vergonzoso.

—eso es cierto; sin embargo, él dijo que rezará para que usted y yo lo eliminemos de la lista rápido, significa que se esforzará por ser descalificado, siento que me divertiré mucho.

—si ese es el caso, te prohíbo tocarlo madre, lo que haga te lo tienes merecido.

—(esto si es sorpresivo, aunque no diré nada) así será su alteza. —el rey notó la mirada de su madre y suspiró, puede que esa mujer fuera su madre, pero a veces justo como ahora, no tenía idea de en que pensaba.

Volvió a sus funciones o eso quería, la mirada y palabras de Zade continuaban repitiéndose en su cabeza...

—estaba muy enojado, (pero se veía tan lindo) supongo que podré encontrármelo más seguido si me lo propongo.

*

Con Zade.

El omega ya había salido del palacio, una vez subido en su transporte tomó uno de los blandos cojines y lo presionó contra su rostro mientras ahogaba su grito de furia.

—Los odio, los dos son peor de lo que eran en la novela, maldita familia del demonio. —él recuerda que a la protagonista de la novela le ocurrió algo igual, la reina presionó de todas las formas pasibles, para que ella hiciera parte de las candidatas, después fue el rey quien comenzó a cortejarla, hasta que fue la única elegida como prometida y meses después su reina.

—ojalá supiera donde estará esa mujer, me los quitaría de encima en un instante, según el libro, ella está en un viaje de estudios por el extranjero, no especifica dónde... Eso ocurrirá... No tengo tiempo para eso, me iré de aquí de una forma u otra.

—¿hablando solo mi señor?(hace unas expresiones muy graciosas) —Kael acababa de transportarse ahí, lo cual sorprendió a Zade.

—Kael, me tienes buenas noticias?

—me temo que no tan buenas que puedan mejorar su humor, el único mejor plan es el suyo, he preparado una guía detallada para usted, los límites que no debe rebasar qué podrían llevarlo a la muerte, y los actos que sin duda harán que su título noble sea revocado. —el omega recibió la información muy feliz.

—esto es más que perfecto Kael, muchas gracias!

—me alegro que le sea útil... Señor, hay algo más que debo reportar.

—de pronto te pusiste serio, ¿pasó algo malo?

—tal vez no, pero me deja intranquilo.

—¿que ocurre?

—debo viajar para asegurar el futuro del plan, sin embargo, este asunto me tomará algunos meses y no me gustaría marcharme dejándolo en este aprieto. —Zade sonrió, no solo Kael mostraba esa preocupación, Nevae, las guerreras y Xara se sentían de la misma forma, y eso le alegraba.

—te lo agradezco mucho Kael, pero con esto me ayudas mucho, seguramente en unos meses cuando vuelvas estaremos fuera de este país.

—estoy seguro que así será mi señor. —el alfa se despidió con una sonrisa y desapareció. Momentos después habían llegado a la que sería la mansión Villanueva, Zade suspiró antes de bajar.

La fila de nuevos sirvientes y los suyos propios ya estaba ahí esperando recibirlo.

—sea bienvenido duque Villanueva y vigésimo octavo prometido de su alteza, que la gracia de nuestra diosa le dé la sabiduría para ganar el corazón de nuestro rey.

—(¿Tiene 26 prometidos? Eso no es normal ¿Qué diablos les pasa aquí?, seguramente las demás serán concubinas... Que mundo tan absurdo, aquí las esposas aceptan compartir a sus esposos, bueno, tampoco es que tengan elección los alfas son los únicos con autoridad) dejó escapar un suspiró de molestia mientras pasaba con los sirvientes.

—mi lord, no es propio de una reina hacer ese tipo de gestos. —Zade miró a la mujer con molestia.

—¿y quien es usted?

Soy la baronesa Smer...

—¿y que hace en mi propiedad? —no dejó terminar a la mujer, en parte porque quería agotar su paciencia y segundo porque no le gustó su actitud.

—la reina madre me envía, para instruir al duque en buenos modales, etiqueta y el comportamiento adecuado de una esposa.

—¿aparte del lavado de cerebro de la academia real, también lo hacen a domicilio? —la mujer parecía no entender muy bien lo que decía el omega, en parte lo hizo con ese propósito.