Elieth, es brillante e irradia luz por donde va; sus escasos recursos no le impiden soñar con ser una profecional y salir de la pobreza, ella sabe muy bien, que no es la única cuya familia vive con tantas limitaciones, pero no esta dispuesta a vivir de esa manera, su madre la quiere ver casada con algún hombre del pueblo, pero Elieth sabe muy bien que es lo que quiere, así que decide ir en busca de un mejor futuro, Ella jamás pensó, que en su lucha por obtener lo que siempre soñó, encontraría al amor de su vida, un Italiano multimillonario, que agoniza en la oscuridad del odio y la amargura; su alma rota necesita un chispa de luz y la encuentra en una mujer de la que ya no podrá separarse jamás.
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Quiero una vida completa así.
(Elieth)
Elieth, Princesa mía, Te necesitó...
Fue lo que me susurro en el oído.
Oír su voz, grave, excitada, suave y varonil cerca de mi oído y el roce de sus labios en mi lóbulo, hace que mi cuerpo explote en una sensación inexplicable.
No hay palabras que puedan describir lo que siento en este momento.
Y es que jamás en mi vida hubiera imaginado, que con un solo día de conocer a Karlo, pudiera hacerme sentir de esta manera.
Yo pensé que el amor a primera vista no existía, pero esto es más que eso, es como si nacimos el uno para el otro, es como si nuestras almas estaban partidas por la mitad, y hoy se encontraron.
Esto es mágico, es sublime, es algo fuera del alcance de mi entendimiento, ni siquiera ayuda ser la estudiante más inteligente de la universidad.
No sé cuanto tiempo ha pasado, ni me importa, lo que quiero es tener una vida completa así.
Aunque ahora no sepa con claridad lo que haré después de esto, estoy segura de que no quiero separarme de Karlo, y no lo haré.
Si algo ha marcado mi carácter y personalidad, es ser determinada en lo que quiero, y aunque parezca la locura más insólita, quiero estar con Karlo.
Y se que quiero estar con el porqué, sentir este placer, con solo el roce de su piel con la mía, me llena de esta dicha que quiero sentir para siempre.
Esto que siento al ser besada por sus labios al ser tocadas por sus manos.
¡¡Y hay Caramba!!. Que manos, son tan grandes, tan fuertes y suaves a la vez, es tan fascinante sentirlas como recorren la piel de mis brazos, como aprietan mi cintura, y se deslizan por mi cadera y muslos.
Es delirante, Karlo, es tan grande, tanto que puede envolverme completa en esta pasión desbordante, que me consume por dentro.
Y Aunque no es lo que yo quiero... Karlo se detiene.
Me mira a los ojos y me dice.
—Elieth, te deseo como jamás en mi vida he deseado a nadie,
Esto que siento en mí es la primera vez que lo experimento.
Pero debemos detenernos, porque no es prudente, tú tienes un pie lastimado, y la herida puede abrirse.
Créeme que si tú no tuvieras esa herida en este momento te haría mía.
—Karlo, estoy segura, que si no tuviera esta herida, no estaría aquí contigo.
Así que, bendita herida. Porque por ella tú me tomaste en tus brazos por primera vez, si este incidente no hubiese pasado tú ya estuvieras en Italia, y yo en este momento, seguramente haciendo tareas de la U o durmiendo.
—Tienes razón, Princesa.
—Sabes que Karlo, te voy a decir algo.
Hay cosas que parecen malas, pero ocurren por algo bueno.
Mira lo que una herida causó...
Es verdad, que dolió en su momento y que ahorita estamos tratando de cuidarla que no se abra de nuevo.
Pero por ella estamos aquí yo en tus brazos y tu en los míos, complaciéndonos el uno al otro, quizá hasta desesperados por tenernos por completo, al final está herida que me causó dolor, me trajo la mayor felicidad que he sentido en mi vida.
Así pasa, con muchas cosas que nos suceden, a veces son heridas emocionales, las que tenemos, pero como dice mi Madre, No hay mal, que por bien no venga.
—Tú, Madre, me caerá bien. Mi Angel.
— Y yo estoy segura que al principio, tu no le caerás bien, pero cuando te conozca, te amara.
—Pues, yo quiero que también me ames tú.
—Y Yo quiero que tú también, me ames a mi.
—Hay Elieth si tú supieras, lo que siento en este momento, no lo creerías.
Y es mejor que me vaya a dar una ducha fría, y que me separe de tu piel un momento, porque si sigo aquí pegado a tu exquisita piel y tu maravilloso cuerpo, no voy a poder detenerme.
Pero desde ya te digo...Tu Elieth Maria, Tú serás mía...
—Me lo prometes... Karlo, por que eso es lo que más deseo yo, ser tuya.
—Te lo juro, mi amor...
—Yo, Karlo, quiero ser tuya. No sé que va a pasar con nosotros después, pero...
—Shhhhh, Mi Amor.. No pienses en eso ahora, No sé cómo, pero lo resolveremos, porque yo... Elieth, no quiero, no puedo separarme de Ti.
Y por eso quiero que tú me prometas, que, no me vas a dejar, que me ayudaras a resolver todo lo que tengamos que hacer, para estar juntos.
Prométeme, que no me abandonaras por favor.
—Lo prometo, Karlo. —Le hago la promesa a Karlo, con mi mano derecha levantada.
El suspira, como sintiendo alivio, me besa, los labios con rapidez, quizá por que si se detiene un poco, no podrá parar.
Me guiña un ojo, y con una sonrisa en sus labios, se levanta y se va camino al baño, pero cuando a pegado unas cuantas zancadas, se detiene, me vuelve a ver y regresa a mi de nuevo.
Me besa una ves más, tan apasionadamente, y sin contemplaciones, me come los labios, como si eso le da vida, deja de besarme y separa lentamente halando y subcionando, mi labio inferior con sus labios.
Me mira y, sin dejar de sonreir me dice.
Cambiaste, mi vida, cambiaste, mi oscuridad, quitaste mi dolor. Gracias mil gracias.
Se levanta de nuevo dejándome con una amplia sonrisa.
Camina a unos pasos de nuevo voltea, y me dice y además de eso... me vuelves totalmente loco de deseo.
Sigue su camino y muy rápido escucho la ducha abrirce.
Yo, me quedo en total silencio, oyendo solo la ducha caer, e imaginando su cuerpo, tan grande, mojado.
Medito en lo que estoy viviendo y es algo que nunca imagine que me pasaría, pero agradezco al cielo por esto, por que estoy feliz, estoy extremadamente feliz.
Y yo lo merezco, y Karlo también, nos merecemos esta dicha, nos merecemos esta felicidad, y quizá hoy no sepamos como vamos a resolver todo lo que viene después de esto que estamos viviendo, pero lo haremos.
Y lo haremos Juntos.