Águila Harpía
Rakia es una joven que desde el día de su nacimiento es despreciada por su madrastra y su media hermana, y a su padre poco le importa lo que le ocurra, por lo que la joven debe de luchar cada día para sobrevivir, pero todo cambia un día en el que un antiguo poder despierta en su interior, lo que provoca que toda su vida cambie por completo, entrelazando su destino con el de otras tres personas para derrotar un mal ancestral que se acerca.
En un camino lleno de cambios, Rakia deberá de enfrentar muchos obstáculos para lograr su objetivo, pero no lo hará sola, ya que a su lado estará alguien quien sin conocerla, la esperado toda su vida y que la protegerá aun cuando no sea necesario.
Esta es la segunda historia de la tetralogía Los 4 Guerreros de los Elementos, la primera lleva por nombre “El Guerrero de la Tierra”
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Capítulo 19
NARRADOR
- Malditos, todos lo pagarán, acaso no saben quién soy – grita Torm, quien intenta liberarse sin éxito.
- Si, lo sabemos, eres el peor error de este reino – le dice la reina interrumpiéndolo, a la vez que le hace una señal a un guardia para que amordace a Torm, y así este deje de hablar – la primera persona en ser juzgada será la ex duquesa Kapheira, sus delitos son los siguientes, ser la autora intelectual de los maltratos cometidos hacia la gran Águila, ser la principal personas en inferir daño a la joven, ser la autora intelectual en el intento de homicidio de la gran Águila, mentirle a la familia real, y adulterio, puesto que hay evidencia de que mientras estaba casada se veía con sus amantes, por estos delitos, considero que su castigo, deberán ser 17 años en la celda 1 de la torre, quien este de acuerdo con esta sentencia diga yo
Esta vez todos los presentes se mostraron de acuerdo rápidamente, puesto que para ellos esa mujer no merecía menos.
- Mátenme, mátenme ahora – comenzó a gritar Kapheira desesperada, puesto que sabía lo que le esperaba en la famosa celda 1.
La torre, era la prisión de máxima seguridad en el reino del Aire, esta no era muy grande, puesto que solo aquellos que hayan hecho algo verdaderamente atroz eran llevados a aquel lugar, una vez dentro de la torre nunca más veían la luz del día, y estar allí dentro era una tortura diaria, pero lo más aterrador del lugar era la famosa celda 1, un castigo resguardado solo para los peores.
La celda uno consistía en un pequeño espacio en donde el prisionero era encerrado por los años que se le condenara, allí este era torturado todos los días, además de que su cuerpo era usado para experimentos, con el fin de ayudar al reino, experimentos que eran muy terribles como para pedir voluntarios, pero lo peor de la celda 1 era que sin importar que tan graves sean tus heridas, no morirás hasta que hayas cumplido tu condena, puesto que los otros presos eran su batería, con un hechizo se traspasaba la energía vital del resto de los presos al habitante de la celda 1, y solo podría morir hasta que esa conexión se rompiera, razón por la que los presos de aquel lugar, quienes sufrían terribles dolores debido a este hechizo, solían descargar su furia con la persona de esa celda, mientras que los guardias que vigilaban la torre ignoraban lo ocurrido, haciendo que la estancia en ese lugar sea a un más terrible.
- Piedad, piedad, no merezco eso – gritaba Kapheira, a lo que la reina la mandó a sacar.
- Ya con la sentencia dictada, la prisionera será llevada a la torre hoy mismo. Ahora pasemos al duque Torm y a la señorita Auretta, ambos son juzgados por complicidad con la duquesa, en cada uno de sus atroces actos contra la gran Águila, dejándose llevar por los privilegios que sentían que tenían, es por eso que para ellos propongo el exilio como castigo, se les bloqueara su magia, y serán llevados a los bosques fuera del reino, donde serán dejados a su suerte, no sin antes ser azotados 30 veces, lo que estén de acuerdo con la sentencia digan yo, y los que no, oiré sus propuestas.
Para la reina este era un castigo justo para las personas que estaba frente a ella, puesto que ambos habían sido engañados por Kapheira, viviendo en una mentira creada por esa mujer, pero a pesar de eso, nada los hacía menos culpables de sus crímenes, puesto que ambos tuvieron la oportunidad de revelarse ante esa mujer, pero con tal de vivir con comodidad, no lo hicieron, es por eso que el exilio era el castigo adecuado, puesto que tener que vivir en la miseria, sin lujos y privilegios sería un infierno para ellos, eso sí lograban salir del bosque, puesto que este estaba lleno de peligros.
Unánimemente, los presentes aprobaron el castigo propuesto por la reina.
- No, yo no merezco esto, solo soy una víctima más del engaño de mi madre, exijo que mi familia me proteja – comenzó a gritar Auretta, con la esperanza de que su familia paterna la ayudara.
- No tienes más familia que tu madre, y ella no puede ayudarte. La sentencia está dictada, se llevará a cabo esta misma tarde – le dice la reina.
- Eso no es cierto, tía Yobana, ayúdame – le dice Auretta a Yobana, quien estaba entre los presentes.
Ante las palabras de Auretta, Yobana se levanta de su asiento y baja hasta colocarse frente a la joven, y le da una cachetada.
- Tú no eres mi sobrina, nunca lo fuiste, tu madre quedo embarazada de un cualquiera, y mi estúpido hermano fue el único de sus amantes que cayó en el cuento de que el hijo que esperaba era suyo, por tus venas no corre la sangre Rivotra – le dice la condesa Yobana, quien se aleja de allí con la cabeza en alto, esto era lo que Yobana investigaba con ayuda del templo, buscaban una prueba que demostrara que Auretta en verdad no era hija de Torm, y solo hasta el día del escape de Rakia, pudieron encontrar aquello que tanto buscaban.
Mientras que tanto Auretta como Torm, se quedaron mudos ante la confesión de Yobana, puesto que ninguno de los dos jamás sospechó nada, y solo hasta ahora veían la magnitud de las mentiras de Kapheira.
Ambos fueron sacados de la sala, pero esta vez ninguno opuso resistencia, puesto que ambos aún no podían procesar la revelación de Yobana.
Una vez el ex duque y su supuesta hija abandonaron la sala, la mayoría de los presentes ya solo esperaban las palabras de la reina para poder ir ese de allí, puesto que había sido un juicio muy largo y solo querían descansar, pero ante la mirada atónita de todos, los reyes dejaron su lugar y fueron sus hijos quienes tomaron el lugar del rey y la reina, mientras los monarcas se dirigían al centro de la sala.
- Por último se llevará a cabo el juicio de la reina Iris Hangin y del rey consorte Guthrie Hava, ambos son acusados de negligencia – comienza a hablar Nigel – el deber de un monarca es ver por su reino y por cada uno de sus habitantes, por lo que si hay un indicio de maltrato, el deber de un monarca es investigar y evitar que este tenga consecuencias irreversibles, sin importar si se es noble o plebeyo, una vida es una vida, y los reyes Iris y Guthrie olvidaron eso, es por eso que los condeno a pasar 17 días en la prisión del norte y una vez se cumpla esta sentencia deberán pasar 17 días más trabajando en los campos, quienes estén de acuerdo con esta sentencia diga yo, y quien no lo esté, oiré sus propuestas – termina de hablar Nigel.
- Como monarcas hemos fallado y eso merece un castigo – le había dicho la reina a Nigel la noche anterior, es por eso que hoy se llevaba a cabo el juicio de los monarcas.
Todos los presentes estaban más que impactados por lo que estaba pasando, y algo inseguros, todos comenzaron a mostrarse de acuerdo con la sentencia, puesto que sabían que de no hacerlo, la reina los podría considerar débiles, y eso podría en riesgo su posición.
- Se ha llegado a un acuerdo unánime, los actuales reyes partirán el día que la gran Águila despierte y esté bien, y seremos la princesa Aura y yo, quienes tomaremos el lugar de nuestros padres el tiempo de su ausencia – dice Nigel y los reyes vuelven a tomar su lugar.
- Ya con todos presentes, haré un anuncio, el lugar del duque Torm lo tomará su hermana, quien desde ya hace un tiempo, ha hecho un trabajo excelente con el manejo del ducado, por lo que a partir de hoy, la condesa Yobana deja su título de condesa, para convertirse en la nueva duquesa Rivotra – anuncia la reina, dando así, por fin, por terminado este juicio, que había sido una montaña de emociones para todos los presentes.