Dos Nuevos Jefes Para Cass

Liam

Lo que Theo dijo sobre que nos gustaran las heridas no deja de ser verdad, Alice sufrió mucho en la vida, pero nuestro amor por ella fue sencillo y verdadero. Alice, incluso con todo lo que pasó, ayudó a Theo a sacarme del pozo en el que todavía estaba, todo por el desgraciado que se dice nuestro padre.

Nuestro padre quería un niño, y se puso muy feliz cuando descubrió que seríamos dos niños, sin embargo, solo Theo fue capaz de seguir sus pasos, de escucharlo y ser digno de algo que viniera de él. Theo fue el hijo perfecto, yo siempre fui el hijo rebelde y sin causa que no quería saber nada de eso, vivía por mí mismo, sin escatimar esfuerzos para tener lo que quería. En contrapartida, siempre me golpeaban, me pegaban en la cara por no ser el lord que mi padre deseaba. Y cuando descubrió que Theo y yo estábamos con la misma chica, casi me mata de tanto golpearme. Decía que yo era el culpable, que estaba pervirtiendo a mi hermano, en fin, me dijo barbaridades y más barbaridades, y fue ese día que me defendí. Estaba equivocado al reaccionar, sé que lo estaba, pero no aguantaría una bofetada más sin reaccionar, ese desgraciado golpeaba casi todos los días a nuestra madre y no podíamos hacer nada porque no estábamos seguros de eso, llegó un día que me agoté con él. Mientras él me golpeaba, yo todavía estaba callado aguantando, pero cuando mi madre intentó intervenir y él la golpeó, ahí enloquecí. Theo llegó a casa y, sin entender nada, corrió a quitarme de encima o lo mataría.

Ese día me echó de casa, pero no es que fuera necesario que me fuera, me iría de todos modos, al fin y al cabo, todo lo que no podía soportar era un hijo que le dijera toda la verdad en la cara, que le dijera que no era más que un cobarde maldito.

Theo salió de casa junto conmigo y ese día recibió la primera paliza de nuestro padre, por seguirme e ir tras quien no vale nada, pero incluso siendo golpeado, Theo ni siquiera pensó en no ir conmigo, se quedó a mi lado y cuando mi padre intentó agredirme nuevamente, se interpuso, y habló firme, que si lo intentaba nuevamente sería con él con quien tendría que vérselas.

Intentamos sacar a nuestra madre de allí, pero ella se negó a venir con nosotros, y murió dos años después de aquello.

No fuimos bienvenidos en su velorio, nos echó, y yo quedé desolado, no pude despedirme de ella. Ni yo ni Theo. Amábamos a nuestra madre, y sé que yo fui quien causó todo esto, si fuera como Theo tal vez nada de esto hubiera sucedido. Pero no puedo cambiar quien soy, no puedo ver a una persona ser agredida y quedarme callado. Mientras sus golpes eran contra mí podía soportarlo, pero cuando vi que golpeaba a mi madre fue demasiado tarde para siquiera detenerme a pensar.

Theo y yo sospechábamos hacía mucho tiempo que él la agredía casi diariamente, pero ella lo encubría y nos mentía, entonces no estábamos seguros, pero aquel día no solo tuve certeza sino que lo vi con mis propios ojos.

Theo: ¿Estás bien?

Liam: Voy a estar bien, hermano. Voy a estar bien.

Él pasó la mano por mi brazo acariciándome y yo me acomodé más en el cuerpo de la pequeña chica entre nosotros y allí terminé durmiéndome. Aunque fuera difícil mantenerme controlado apoyado en ese cuerpo pequeño y lleno de curvas, pero logré dormir.

Cass

Me desperté por la mañana sintiendo el peso sobre mi cuerpo, y cuando abrí los ojos allí estaban ellos, Theo y Liam, durmiendo abrazados a mí. Creo que nunca me sentí tan bien, me sentí segura, protegida y cuidada. Es una sensación diferente estar así en medio de ellos.

Creo que el hecho de que también hayan sufrido mucho en la vida hizo que nos acercáramos.

Confieso que todavía me parece extraña esta historia de que los dos se hayan casado con una única mujer, pero la verdad es que aquí, ahora, en medio de los dos, estoy empezando a entender un poco más sobre el asunto, sobre la sensación de estar bien y feliz al lado de alguien, independientemente de que sea uno, dos, tres, cinco, diez, eso no hace diferencia, lo que importa es estar bien y feliz.

Dios mío, ¿qué estoy pensando?, no puedo ilusionarme con ellos. Enamorarme está fuera de cuestión, o me voy a romper la cara por duplicado y eso debe doler aún más que romperme la cara por uno solo.

Me moví un poco, todavía con dificultad para salir de la cama debido a los dos pegados a mí. Y como imaginé, no logré salir de allí sin despertarlos.

Theo: Buenos días, princesa.

Habló con una sonrisa sencilla para mí.

Liam: Buenos días, pequeña.

Habló dándome un beso en la frente y un abrazo.

Confieso que este lado tierno de Liam es hasta extraño para mí. Ni parece el hombre que desconfió de mí cuando me vio en el vestuario. Con Theo es súper normal el modo tierno y dulce, es su modo desde la primera vez que me vio, pero con Liam es diferente, ellos tienen personalidades muy opuestas.

Necesito mantener los pies en la tierra, nos acabamos de conocer, ellos están en mi vida no hace ni veinticuatro horas, necesito estabilizarme.

Fueron las veinticuatro horas más largas y agitadas de mi vida, parece que pasaron meses.

Cass: Buenos días.

- ¿Vamos a levantarnos?

- Necesito arreglarme para ir a trabajar.

Liam: Relájate, vas a llegar con los jefes, nadie te va a cobrar horario.

Cass: Ni bromees con eso, Liam.

- No quiero favoritismo de ningún modo.

Liam: Ok, ok.

Habló levantando las manos en forma de rendición.

Theo: Tenemos tiempo para desayunar.

Dijo Theo mirando la hora en el celular.

Cass: ¿Durmieron bien? ¿Están mejor?

Liam: Hacía muchos años que no dormía tan bien.

Theo: Digo lo mismo.

Theo habló levantándose y dándome un beso en la frente.

Cass: Voy a arreglarme.

Liam: Cierto, nos encontramos abajo para desayunar.

Asentí y me levanté, pero antes de que pudiera salir del cuarto fui sorprendida por un abrazo apretado de Theo.

Theo: Gracias.

Cass: Gracias, ¿por qué?

Dije correspondiendo el abrazo, que extrañamente no me era incómodo.

Theo: Por estar a nuestro lado en un momento difícil.

- Hacía tiempo que no teníamos días así, pero creo que tú hiciste que se volviera más fácil.

Cass: Yo no hice nada más que escucharlos.

- Pero me alegro de haber ayudado.

Liam: Ayudaste sí, pequeña.

Habló pasando por mí y saliendo del cuarto mientras Theo lo acompañaba.

Terminé saliendo también para ir a mi cuarto a arreglarme para mi primer día.

Si hubiera pasado la noche sola probablemente ni siquiera habría dormido, tengo mucha ansiedad antes de días así, difícilmente duermo. Pero con ellos a mi lado simplemente me apagué, fue una de las mejores sensaciones que ya sentí. Me sentí protegida y acogida.

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