Rose

Alexander continuó explicando. "Me alejé de mi familia porque no quería seguir con el negocio familiar. Quería hacer algo honesto con mi vida, algo que me permitiera dormir tranquilo por las noches".

Rose lo miró con comprensión. "Entiendo", dijo. "Pero ¿por qué no me lo contaste antes?"

Alexander se encogió de hombros. "Tenía miedo de que te alejaras de mí. Tenía miedo de que no me aceptaras por quién soy".

Rose se acercó a él y lo abrazó. "Te acepto tal como eres", dijo. "Y te apoyo en tu decisión de alejarte de tu familia".

Alexander se sintió aliviado. "Gracias, Rose", dijo. "Significa mucho para mí".

Pero justo en ese momento, se escuchó un ruido en la puerta. Era un hombre alto y delgado, con un traje negro y un sombrero.

"Alexander", dijo el hombre. "Tu padre quiere verte".

Alexander se puso tenso. "¿Qué quiere?", preguntó.

El hombre se encogió de hombros. "No lo sé, pero dice que es urgente".

Alexander miró a Rose y suspiró. "Tengo que ir", dijo. "Pero no te preocupes, estaré de regreso pronto".

Y con eso, Alexander se fue con el hombre, dejando a Rose sola y preocupada.

Alexander se reunió con su padre en un restaurante de lujo en la ciudad. Su padre, un hombre de negocios astuto y poderoso, lo miró con desaprobación.

"Alexander, me decepcionas", dijo. "Te dije que debías tomar el relevo de la familia, pero en su lugar, te alejaste y te escondiste".

Alexander se defendió. "No quiero seguir con el negocio familiar", dijo. "Quiero hacer algo honesto con mi vida".

Su padre se rió. "La honestidad no te dará poder ni dinero", dijo. "La familia es lo que te dará todo eso".

Alexander se mantuvo firme. "No voy a cambiar de opinión", dijo.

Su padre se puso serio. "Entonces, te daré una última oportunidad", dijo. "Si no regresas a la familia, te cortaré todos los lazos. No tendrás nada".

Alexander se sintió amenazado, pero no se dejó intimidar. "No voy a regresar", dijo.

Y con eso, Alexander se levantó y se fue, dejando a su padre enfurecido.

¡Genial! Continuemos con la historia.

Capítulo 59: El Enfrentamiento

Alexander se enfrentó a su padre, furioso por no haber asistido a su boda. "¿Cómo pudiste faltar a mi boda?", le reclamó. "Era el día más importante de mi vida".

Su padre se encogió de hombros. "No era importante para mí", dijo. "Tú ya habías tomado la decisión de alejarte de la familia".

Alexander se sintió herido. "Eso no es una excusa", dijo. "Eres mi padre y deberías haber estado allí para mí".

Su padre suspiró. "Lo siento, Alexander. Me equivoqué. Pero quiero hacer las paces contigo".

Alexander lo miró con sorpresa. "¿Por qué ahora?", preguntó.

Su padre sonrió. "Porque me di cuenta de que la familia es lo más importante. Y quiero ser parte de tu vida, Alexander".

Alexander se sintió conmovido. "Está bien", dijo. "Pero tienes que aceptar a Rose y a nuestro hijo como parte de la familia".

Su padre asintió. "Lo haré", dijo. "Los acepto con todo mi corazón".

Y con eso, Alexander y su padre se abrazaron, haciendo las paces después de tanto tiempo.