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La Villana Desea Decir Adiós

La Villana Desea Decir Adiós

Status: Terminada
Genre:Fantasía / Villana / Completas
Popularitas:941.3k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Lady Anyah

Intentos desesperados para recibir amor fue lo que condenó a la joven señorita Vertron y un intento de asesinato fue el motivo de su ruina, de su muerte y del dolor más profundo que pudo recibir; la realidad de que no fue amada por nadie. Pero... ¿La muerte fue el final para la que era Villana para todos?

NovelToon tiene autorización de Lady Anyah para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Alice esta llorando...

—Señorita, Señorita Anya.—

Ya había amanecido y era fin de semana por lo que la hermosa niña de cabellos plateados no debía preocuparse por las clases u otras cosas. Este era su día de descanso.

—Señorita Anya, despierte por favor.—

La bella villana se volteó al otro lado para escapar de unas molestas voces que perturbaban su preciado sueño, pero por alguna extraña razón, las sirvientas yacían muy insistentes a que se levantara.

—Señorita Anya...—

Una sonrisa apareció en el rostro de la pequeña, al parecer, estaba decidida a no prestar atención a esas insistentes sirvientas. —"Ja, sigan. No me importa si llegan a perder su voz por hablar inútilmente."— Pensó mientras se aferraba a su cómoda almohada.

—Ha, ha, ha, no molesten tanto a su señorita Anya por visitas no deseadas. Ella aún quiere dormir.—

Una voz familiar se escuchó mientras la puerta de la habitación se abría. Una mujer imponente de cabello rojizo y ojos negros, se había integrado sin permiso al espacioso dormitorio de la villana.

Anya supo de inmediato de quien se trataba. Pero aunque era una falta de conducta no saludar a la Archiduquesa, ella no deseaba hablarle. Fingió estar dormida para evitar molestias, y quizás por vergüenza o disgusto, la pequeña villana volvió a dormirse mientras cierta mirada apuñalaba su espalda.

.

.

Pasaron las horas, y casi al medio día; la pequeña niña de cabellos plateados por fin se dignó a abrir sus bellos ojos. —"¿No hay nadie?"— Al observar que se encontraba sola en la habitación, se levantó de la acogedora cama.

Tomó un baño sin prisa y luego se vistió con el primer vestido que encontró en el armario. Salió de la habitación satisfecha de haber descansado lo suficiente y se dirigió al salón de entrenamiento de los caballeros del ducado.

Un lugar increíblemente grande y con muchas armas en cada rincón del salón. Se observaban caballeros entrenando por doquier, sus figuras fornidas se notaban atravez de ese elegante uniforme gris que brillaba en sudor.

Anya no pudo evitar admirar la fuerza y la resistencia de los caballeros al ejercitar y portar armas tan pesadas y ¿afiladas?... De pronto, el rostro de la pequeña villana palideció.

Sus pupilas se movían frenéticamente observando los bordes resplandecientes de cada una de las armas que se presentaban en su vista. Una por una, de forma desordenada se hacían notar con una presencia formidable e impactante.

El cuerpo pequeño de la villana empezó a tambalear cuando recordó la aterradora escena de su ejecución, estaba a punto de caer cuando una mano firme la sostuvo del antebrazo.

—Mi señorita, ¿Se encuentra bien?— El caballero de mechones castaños, preguntó con preocupación.

Anya calmó su mente al escuchar la voz de su caballero que la observaba atentamente con sus ojos color avellana. Asintió levemente un poco desorientada y luego se apartó.

—¿Me está buscando, mi señorita?— Preguntó mientras se seca ligeramente el sudor de la frente.

—No, busco a Theo ¿Lo ha visto?.— Respondió la joven de cabellos plateados.

—Al joven Theo... el joven se encuentra en la banca de allá, señorita Anya.—

Indicó el caballero mientras se rascaba la nuca incómodo. —"Hans... ¿Te decepcionó saber que no te....?"— Se preguntó Anya mientras veía cierta peculiaridad en los ojos de su caballero.

Suspiró leve y se dirigió al lugar que su caballero le había dicho. Sin decirle nada más...

Allá se encontraba el joven de cabellos rubios como Hans lo había señalado. Theo yacía observando a los caballeros entrenar con esos ojos tan idénticos al duque Edwar. Verdes... un verde hermoso e intenso. Todo su rostro expresaba admiración y anhelo por la espada.

—Hermano.— Exclamó Anya mientras se acercó a él.

El joven la miró con cariño mientras se levantaba de la banqueta y dejaba con cuidado la espada de madera que antes sostenía en sus manos.

—¿Comemos juntos, Theo?— Sugirió Anya mientras le tomaba la mano.

—¿Ya es hora? Jajaja, sí, vamos a comer juntos.— Contestó y ambos caminaron hacia la cocina.

—Supe... que te has comprometido con el hijo del Archiduque, Anya. ¿Te agrada este compromiso?— Cuestionó el joven observando a su pequeña hermana.

En el rostro neutral de la joven señorita apareció de repente una leve sonrisa. Le pareció inesperado que alguien le preguntará sobre ella, pero le agradó mucho que su querido hermano intentará parecer que le preocupaba. Ella sabía que ellos estaban realmente solos en esta fría mansión, y que quizás se volvieron tan cercanos porque ambos no tenían a nadie en este mundo, bueno, en estos momentos así era para los dos...

—Creo que... no me agrada, pero no puedo hacer nada ahorita aunque quisiera ¿verdad?— Respondió mientras le sonreía forzosamente.

Él joven de cabellos rubios se quedó en silencio ante la respuesta de Anya. No supo que decir y sólo podía apretar fuertemente su puño por la impotencia que sentía al no poder hacer nada ante la aflicción de su pequeña y querida hermana.

El camino no era largo, pero este día seguramente no era afortunado para la pequeña villana. Los planes se le salían de las manos y las cosas que deseaba evitar parecían perseguirla a toda costa.

—¡Hermana Anya!— Exclamó.

Anya y Theo voltearon a ver de quien se trataba aunque ya habían reconocido esa angelical voz de la joven de ojos celestes claros, la encantadora pequeña Alice.

—... Buenos días, Alice.— Saludó la villana con una voz fría mientras el joven solo se quedó observando en silencio. —"Qué inoportuno... ¿No debería estar la niña con los duques?."— Se preguntó Anya.

—Hermana, ven a almorzar conmigo ¿si?— Propuso la adorable niña de cabellos rubios platinos mientras tomaba la pálida mano de Anya, su hermana quien solo la miraba impasible; ocultando su rechazo.

—Él... él también puede venir a comer junto a nosotras.—Dijo al notar que ellos ya tenían planes. La pequeña villana miró a su hermano con una expresión inesperada, tenía su ceño ligeramente fruncido ¿estaba cansada?...

.

.

—La comida estaba deliciosa ¿verdad, hermana Anya?— Cuestionó alegre la bella niña después de juntar sus diminutas manos con alegría.

Anya asintió sutilmente, pues ciertamente se sintió satisfecha con la comida y no podía negarlo.

Luego, tres sirvientas entraron por la puerta de la sala de recepción y rápidamente sirvieron el té con cautela. El té inundó la sala con su aroma dulce, era difícil no desear probarlo.

—Este es un nuevo té de mi colección, me gustaría saber su opinión sobre él.— Habló Alice con las mejillas sonrojadas.

—... Me parece bien, es un té muy dulce.— Contestó Anya percibiendo el olor del té. —"No sabía que Alice tenía esta faceta desde pequeña..."— Pensó Anya mientras degustaba el té, bastante dulce para su gusto.

Alice sonrió feliz con la respuesta. —Y...usted, Theo ¿Qué le pareció?— Preguntó un poco nerviosa, Theo levantó su vista y observó a Alice con seriedad, parecía que no le agradaba tanto esa adorable niña o talvez, simplemente se debía a que no eran muy cercanos.

Bajó la taza de té y sonrió levemente. —No está mal, señorita Alice. ¿Se podría saber cómo se llama?— Respondió el joven de ojos verdes mientras cuestionaba su nombre.

—Creo que se llama, Caramel Tea. Es té negro con caramelo lo que hace que sea dulce y delicioso ¿no lo crees así?— Habló entusiasmada la pequeña Alice, a lo que Anya y a Theo les dio un poco de gracia.

—Supe que te perdiste en el colegio, Alice... Me hubieras preguntado si no sabías cómo llegar.— Hizo mención la villana de repente; deseaba eludir problemas como estos en el futuro y por eso se vio en la necesidad de decírselo.

La pequeña niña se sintió apenada al escuchar su ¿amonestación?. Dejó de tomar su té y con su mirada baja, contestó: —Lo siento... no era mi intención causar problemas. No recordaba cómo llegar, y no quise molestarte, Anya.—

La pequeña villana se contuvo en expresar su disgusto por la familiar respuesta que la catalogaba como tal, solo podía atiborrarse de ese dulce sabor del té para tratar de calmarse aunque su sabor no le ayudaba mucho.

—... Solo trata de preguntar cuando no sepas algo en el futuro, así evitarás problemas.— Concluyó de decir Anya sin intentar resolver malentendidos porque se sentía muy cansada para hacerlo.

De pronto, el sonido de la porcelana rompiéndose y llantos, emergió en el ambiente. Theo se levantó de su asiento bruscamente y se apresuró hacia Anya —¡Anya! ¿Qué tienes?— Preguntó el joven horrorizado al ver la palidez de su rostro y los impulsos que tenía con sus manos por desear respirar. Se estaba lastimando su garganta, tratando de apaciguar su tormento magullándose con sus propias manos.

El joven apresurado salió del salón a pedir ayuda y la joven Alice no cesaba su llanto por su lamentable hermana quien moría por respirar.

—¡¿Qué está pasando aquí?!— Exclamó la Duquesa entrando frenéticamente y corriendo hacia la pobre niña que lloraba desconsoladamente.

Mientras abrazaba a la pequeña Alice intentando calmarla, volteó a ver a la causante de los quejidos ahogados y allí se encontraba, un ser agonizante de dolor. La Duquesa levantó las comisuras de sus labios, sonriendo; observando a lo que era un espectáculo a su vista.

"Muere, niña." Captó Anya en esa maquiavélica sonrisa. Sus ojos no creían lo que veían, estaba tan asustada que no podía apartar los ojos de esa execrable a la que llamó "madre".

Otra persona entró al salón. Al ver la situación, ordenó: —Llamen a los médicos y a los sacerdotes, ¡Apresúrense!— La Archiduquesa se apresuró a ir donde estaba la joven niña de cabellos plateados sufriendo.

—No, querida. ¡Detente! Te lastimas.— Exclamó deteniendo sus pequeñas manos. Notó que estaba llenas de diminutos puntos rojos y rápidamente buscó en la mesa.

Tomó la taza de té que estaba más cerca y la olió. —¿Qué contiene este té? No omitan ningún ingrediente.— Interrogó la Archiduquesa observando a Susana y Alice.

—Ti.. ti tiene (solloza) cara,ramelo... té negro...— Tartamudeó Alice llorando.

—Calmese Señorita, tranquila.— Consoló la Archiduquesa a Alice.

—Y, y también tiene avellanas y lo, lo normal.— Terminó de decir aún llorando, pero más calmada.

—Anya, querida. Sé que te duele, pero... ¿Eres alérgica a uno de esos ingredientes?—

.

.

Minutos más tarde, en la habitación de Anya. El Duque, la Duquesa, la Archiduquesa, Theo, unos pocos de la servidumbre y Alice, quien aún yacía sollozando. Estaban de pie esperando preocupados a que los médicos y los sacerdotes terminaran con la completa curación de Anya.

Anya sentada en la cama, rodeada de médicos y sacerdotes. Todavía se veía débil y a pesar de su terrible dolor, estaba exhausta por el sonido del llanto de cierta persona. Se podía decir que estaba harta de escucharla, pues se le notaba en la cara que algo le disgustaba.

La magia curativa de los sacerdotes, era demasiado lenta a como recordaba Anya que era. Eso se debía a que aún no habían mejorado tanto el uso de esta, ya que apenas se había descubierto. Pero la villana estaba aburrida de todo, necesitaba estar sola para calmarse.

Sentía tantas miradas en ella que la desesperaban. Entonces, empezó a toser; el ardor punzante en la garganta parecía empeorar y los sacerdotes se alarmaron por la situación.

—¡Anya! Pero, ¿Qué hacen? Hagan algo.— Exclamó enojado el Duque al ver que no mejoraba Anya y los llantos de la pequeña Alice se intensificaron más.

Los sacerdotes se esforzaron más para que mejorará. —... Alice esta llorando, Duque ¿No debería ir con ella?—

1
Jared yesenia Delgado
renunció a leer más demasiado tonta no le sirvió de nada aver vívido otra vida solo sigue con sus estúpidos sentimientos no a echo nada por cambiar su futuro solo una centimental
Josefina Garcia Lopez
Si quiero leer la segunda temporada gracias
carmen castillo
Yo también me confundí, porque al principio de la historia ella regresó a la misma época pero de niña, no debería tener conocimiento de los teléfonos🤔🤔🤔
carmen castillo
wow es muy intenso este capítulo😢😢😢😢
Vero Ramírez
wuaw
Guadalupe Flores
que tonta Arya en lugar de aprovechar esta oportunidad prefiere regodearse en su miseria
aburrida
Puroglamour
Profundo y conmovedor. Me encantó
Cintia Soliz
no avanza la historia asi que aqui la dejo
Guadalupe Flores
que no debería actuar diferente ya k es su segunda vida
juana maria meneses bautista
revivió para seguir dejándose pisotear por cualquier idiota
juana maria meneses bautista
que fuerte capítulo sentí la tristeza de ella 😭😭😭😭😭😭😭 y el dolor que las personas que la deben proteger la lastiman
juana maria meneses bautista
interesante inicio 👍
creadora de milhojas
no es por nada, Pero seguirá siendo estúpida en toda la novela o cambia? 😐
Alguien que me responda porfa
Yessy Hdz Lopez
😍
Yessy Hdz Lopez
o entiendo xq no la quierennnn
Isley García
Buena
Tony Berna
/Proud//Proud/
Salomé Páez
La verdad me aburrió esta protagonista, como puede seguir siendo tan tonta, nooo sorry la dejo hasta aquí chaooo
Salomé Páez
vayamos
Salomé Páez
A ver no entiendo, porque se volvió a comprometer con ese hombre si no la quería??
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