El cielo no puede ser mas azul que ahora, ni la sangre mas espesa y roja, asi como un cadaver no puede oler a rosas.
Mori cuando apenas comenzaba a vivir mi vida, aunque no puedo decir que tenia una gran vida, pero al final del dia me pertenecia, era mia.
Las circunstancias del mundo en aquel entonces, no eran las mas favorables para nadie, las naciones estaban en constante disputas y un solo error basto para desatar la gerra.
Supongo que de alguna maner deberíamos de estar agradecidos por seguir vivos, pero el ser humano siempre se lamenta por lo que no tiene, maldice por lo que le quitaron y pocas veces agradece por lo que le ha sido dado.
El mundo parece mas grande ahora que en ese entonces, ¿Y como no? si quedan muy pocos sobrevivientes.....
NovelToon tiene autorización de Paola Lorenzana para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
.........................................................................
Capitán
-Samuel- escucho una voz llamarme y abro los ojos en el acto.
Adam está frente a mí, anoche estuve de guardia y esta mañana me quede dormido ya bien entrado el día. Adam me hace silencio con el dedo en sus labios y me indica que lo siga.
Noto que las personas a mi alrededor están alerta, lo que significa que finalmente llegaron esas cosas. Me acerco tan rápido como puedo hasta una ventana hechiza para ver lo que hay afuera.
Pierdo el aliento al ver una cantidad considerable de topos, ni juntando todas las municiones podremos acabar con tantos. Además, hay un murciélago y dos espadachines entre la multitud.
Giro para ver en dirección a los demás, puedo leer la decisión en sus rostros, el tema es; matar o morir. A todos nos queda claro, bajo la mirada al suelo, anoche limpiamos el rastro de las huellas.
Pusimos un par de trampas y tratamos de desviar la atención de las bodegas, dejando fuera uno de los tráiler y el camión que lleva a ROJA incrustada en el parabrisas.
Las puertas abiertas de los autos, un par de pisadas en diferentes direcciones de manera que se perdieran entre el caos. Los topos realmente no nos preocupan, podemos pasar desapercibidos si nos mantenemos en silencio, pero los otros tres son el problema.
El murciélago va en dirección de las bodegas dejando a todos helados, los otros dos zombis van en dirección contraria a nosotros, parece que se tragaron el cuento de que los ocupantes corrieron en dirección contraria a las bodegas.
Siento algo de alivio cuando veo a los espadachines ir hacia el otro lado, mientras los topos los siguen, pero mi alegría dura poco, pues miro venir a Sonya, una mutante del lado del rió.
Ella y otros tres chicos vienen cargando cubos con agua, la sangre se me va a los pies y me quedo helado. Ya es muy tarde para que se escondan, pues quedaron frente a los espadachines, Elena es la mayor de los mutados, es de clase tres.
Y ella es la líder de los mutados, Elena es la que quedo más cerca de uno de los espadachines quien grita para llamar a los otros a la pelea, y el murciélago pronto va al encuentro de sus amigos.
-Marcus- grito bajando de un salto desde donde me encontraba observando, corro hacia la puerta que ya está entre abierta.
Roy salió disparado apenas vio el peligro en que se encontraban los chicos, lo veo levantar su arma y disparar directo a la cabeza del murciélago. La bala atina justo en el cráneo, antes de que lance su grito de llamado.
No recuerdo que fuera tan rápido, ni que fuera tan asertivo disparando en plena carrera. Los topos rapidamente se voltean hacia nosotros, pueden sentir nuestras vibraciones y saber en donde estamos exactamente.
Usamos las pocas municiones que tenemos, mientras lo que se quedaron dentro ya deben estar subiendo a los camiones. Una vez que comenzamos a disparar todos saben que será cuestión de minutos para que lleguen más.
Apunto a la cabeza del espadachín cerca de Elena, aunque es una mutada de clase tres, su poder sé baza más que nada en el viento. Sé que no tiene mucha oportunidad de salir viva de esta situación si ese infeliz la alcanza.
Veo con desesperación a Elena lanzarle cosas al espadachín para hacerlo perder el equilibrio mientras les ordena a los demás que corran hacia nosotros. Siento un hormigueo en el cuerpo, disparo, pero no logro atinar al desgraciado zombi que se mueve con rapidez.
Intento acercarme más para tener mejor campo de visión y una mejor puntería ya que los topos que se lanzan contra mí, son asesinados por los otros, desde una distancia prudente.
-¡Corran!- gritó mientras agito mi mano y disparo contra algún topo que les corta el paso a los chicos.
Mato a tantos como puedo, pero comienzo a quedarme sin munición y aún no logro alcanzar a Elena y ese infeliz frente a ella, que la mira como si fuera un maldito trofeo.
-¡Abajo!-grito al tiempo que me dispongo a disparar, mi arma es calibre grande, así que no solo va a perforar a ese desgraciado.
Elena corre el riesgo de morir si la bala cruza hasta ella.
-¡Samuel!- escucho que alguien grita, pero no tengo tiempo de voltear, finalmente ese desgraciado está justo en la mira de mi arma.
-¡Capitán!- escucho que alguien más gritar al tiempo que disparo.
La bala sigue su trayecto alcanzando su objetivo y siento un alivio, Elena se lanza a un lado justo a tiempo mientras señala algo detrás de mí, giro un poco la cabeza y por el rabillo del ojo veo una enorme mano ir en mi dirección.
Me dejo caer aun lado, pero no soy tan rápido y el golpe me alcanza lanzando me, con toda su fuerza. Extiendo mis brazos para alcanzar a Carlos uno de los chicos mutados de quince años.
El interpuso su cuerpo tratando de evitar que esa mole me alcanzara mientras yo estaba distraído tratando de ayudar a Elena. Grito pero no me escucho, ya que aunque Carlos recibe todo el impacto muriendo al instante.
La fuerza del golpe de esa mole me alcanzo, rompiendo algunas costillas y haciendo me toser sangre, así como reventando mi timpano dejando me sordo. Veo el cuerpo de Carlos ser atrapado en el aire a pesar de mis esfuerzos por alcanzarlo.
Mientras caigo por el arrastre de la gravedad, miro a esa enorme mano aplastando el cuerpo del chico derramando toda su sangre. Lloro, por primera vez en toda mi miserable vida, se que grito y lloro.
Gimo al golpear el cofre del trailer que esta cerca, involuntariamente cierro mis ojos por un segundo que me parece una eternidad. Sigo viendo el cuerpo de Carlos siendo aplastado dentro del puño cerrado de ese maldito monstruo.
Abro lo ojos intentando enfocar, pues mi vision se puso borrosa. No escucho nada excepto un horrible pitido dentro de mi cabeza, como puedo me levanto en busca del arma que perdí.
Elena corre por su vida, no es la unica pues todos estan peleando lo mejor que pueden. Veo a Sephora correr en mi dirección y le grito que se detenga, esos niños no pueden morir de esta manera tan miserable.
Sephora me mira por un segundo con los ojos llenos de lagrimas, sube de un salto al camión donde esta ROJA y grito un no tan fuerte que logro escuchar a duras penas mi voz.
Miro a Sephora detenerse y murmurar algo pero no se que es, luego su mano se posa en el mango del cuchillo, salto hacia el cofre del camion para detenerla.
Para mi sopresa el cuchillo no solo no lastima a Sephora, si no que sale del parabrisas sin dificultad alguna. Un topo que se acercaba a gran velocidad, es atravesado con el cuchillo que ella sostiene.
Me quedo impresionado al verla sostener semejante arma con sus pequeñas manos, ya que Sephora tiene tan solo ocho años. Se que esa pequeña es poderosa, una mutante de nivel cuatro, pero nunca imagine que ella podría desempuñar esta arma.
Sephora saca el cuchillo pateando el craneo del topo, una vez más soy testigo de como ROJA pasa de ser un cuchillo de pocos centimetros a una espada de buen tamaño.
Miro atento la escena más irracional de todas, ese cuchillo nos dio descargas electricas a todo aquel que lo tocaba, pero Sephora lo saco como si nada y lo usa como si fuera su arma de combate habitual.
Con su mano libre veo a Sephora generar una especie de energía que hace temblar la tierra, esta comienza a levantarse formando una especie de monticulo, ella salta sobre este y veo la tierra deslizarse y transportarla hacia donde ella quiere ir.
Cada vez se va elevando más y todo alrededor de ella tiembla, logrando desestabilizar a los zombis dandole una oportunidad a los que puedan escapar de esta masacre.
-¡Ey!- apenas logro escuchar el grito que sale de su pequeño cuerpo, la mole se gira para ponerle atención y veo a Sephora lanzar la espada con todas sus fuerzas.
La espada da vueltas en el aire en dirección a esa montaña enorme y dura que se llama zombi, este intenta esquivarla y golpea a la espada, Sephora eleva sus manos dejando sus dedos hacia arriba, y pronto un monton de tierra en línea recta alcanza la espada golpeando fuerte.
ROJA cambia de dirección una vez más, Sephora vuelve a mover sus manos, la tierra viene de otra dirección y mientras la mole intenta alcanzar a la pequeña, ella vuelve a moverse saltando debes en cuando cayendo sobre peldaños de tierra que van en las direcciones que ella ordena.
Sephora hace un ultimo movimiento con sus pequeñas manos, sus dedos se doblan como si cerrara su mano en un puño, un peldaño de tierra alcanza a la espada, dandole fuerza y elevación.
ROJA finalmente alcanza uno de los ojos de esa mole, entrando por completo dejandolo muerto en el acto.
Yo jadeo desde donde me encuentro, viendo todo con la boca abierta. Sephora mueve una vez más la tierra logrando que esa mole cambie su trayecto de impacto y esta cae sobre cientos de sus amigos.
La veo perder el conocimiento estando a un en el aire, salto de mi lugar para ir a su rescate, pero ella cae mas rapido de lo que yo me muevo. Roy la atrapa justo a tiempo, evitando que su pequeño cuerpo se impacte con fuerza.
Siento un alivio en el pecho al ver que la niña está a salvo y pierdo el conocimiento lentamente, pues pronto todo se empieza a poner negro a pesar de mis esfuerzos por mantenerme despierto.
...****************...