Las vidas de Ömer, Irene, Gabriella y Ezequiel se cruzarán para desatar diferentes destinos. Amor, rencor, odio y remordimientos.
Entre ellos un hombre capaz de todo para dañar a quien odia con toda su alma.
Una historia llena de cambios y cruces inesperados.
NovelToon tiene autorización de Thais Perdida para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO 15: *DOS AÑOS DESPUÉS*
...IRENE...
Llevo dos años sin tener noticias de Ömer o de su estado en prisión, creo que es mejor así. Al fin de cuentas Ezequiel si se divorcio de Analía, busca bastante seguido a su hija Andy.
¿Que paso con Maddie y Noe?. Pues odian a Ezequiel, aunque les expliqué que es su padre, ellas no quieren a nadie más que no sea Ömer a quien no ven desde que se lo llevaron. Maddie ni siquiera me habla, Noe apenas.
– Buenos días, mí amor –dice Ezequiel besando mí cuello.
– Buenos días, amor –le respondo–. ¿Te vas a trabajar?
– Si, ¿cómo estás este pequeño? –acaricia mí vientre–. ¿Creciendo?
– ¿Quien dice que es niño? –le pregunto–. Quizás sea niña
– Se que es un niño –asegura firmemente–. Lo sé.
– Que buen que tengas esa ilusión –digo sonriendo.
Bajamos juntos hacia la cocina, una vez ahí vemos platos ya lavados. Probablemente las niñas ya han comido y se encerraron a su habitación, le preparo el desayuno a Ezequiel y luego subo con galletas para las niñas, abro apenas la puerta de Maddie y ahí están ambas.
– ¿Crees que volvamos a ver a papá? –pregunta Noe–. Lo extraño mucho
– No lo sé, Noe –le responde Maddie–. Yo también lo extraño, pero no nos dejan verlo.
– Dicen que es malo... ¡PERO NO LO ES! –dice Noe segura–. Mamá y ese hombre le hicieron algo malo
– Si, estoy segura de eso –Maddie toma sus manos–. Lo volveremos a ver, solo tengo que hablar con la tía Lei...
– ¿¡QUE ESTÁN DICIENDO!? –entro enojada y tiró el plato–. ¡Escuchen lo que dicen de su padre y de mí!
– ¡NO DECIMOS NADA MÁS QUE LA VERDAD! –Maddie se levanta–. ¡Metiste a nuestro padre en prisión!
– ¡Su padre es Ezequiel! –les gritó
– Él padre que me negó, que porque te fuiste de su lado me abandono –me reclama Maddie–. Mí padre me adoptó y a Noe, nos trato como princesas... ¡Y TU ERES UNA...!
Mí mano se estrella contra su mejilla, ella me mira sorprendida. Noe se levanta y abraza a su hermana. Sus miradas llenas de enojo y decepción me dan a entender que no desean perdonarme.
– Te odio –dice Maddie y abraza a Noe.
...****************...
...ÖMER...
Dos años, dos años aquí encerrado. Aunque debo admitir que no fueron tan malos, me hice amigos de casi todos los presidiarios. La verdad es que cambie mucho este tiempo, hasta dejé crecer mí cabello, cosa que siempre negué que haría.
Aunque mí corazón sigue en duelo por no poder ver a mis hijas, trato de seguir en pie como puedo. Mis hermanos no me dejaron solo y me visitan seguido, Ahmed viene cada vez que puede.
Mis empresas cerraron debido a que termine preso, tanto luche y así termino.
– ¡ANOTACIÓN PARA EL EQUIPO ROJO, DE ÖMER! –dice Benja.
– ¡Gracias, muchas gracias! –digo levantando las manos.
– ¡ÖMER LEVIENS! –grita un guardia–. Alguien vino a verte.
– Bueno chicos, los dejo jugando un rato –les lanzó la pelota–. Seguro que son mis hermanos
– ¡SALUDA A TU HERMANA DE MI PARTE! –grita un amigo.
Les saco el dedo del medio lo que provoca que se echen a reír. Sigo al guarda hasta la sala de visitas, me quedo helado, sonrío al ver a Ahmed esperándome.
Me sonrío y yo le devuelvo la sonrisa, me acerco a él y Ahmed me abraza.
– Hermano, cuánto tiempo –le digo sentándome frente a él.
– Demasiado, hermano –se sienta–. ¿Cómo estás aquí? ¿Eh?
– No está tan mal –le digo sonriendo–. Hice amigos, bastantes amigos.
– Me alegro, pero no te acostumbres –me sonríe–. No deberías...
– ¿De que hablas? –lo miro confundido–. Tengo 38 años más aquí
– No, amigo –me extiende un papel–. Ya no más tiempo aquí
– ¿Que es esto? –pregunto tomando el papel.
– Adivina a quien lo encontraron inocente de todos los delitos –me dice cómplice–. Saldrás de aquí, hermano
Leo el papel, una orden de excarcelación inmediata, en dos días salgo de aquí. Miro a Ahmed con emoción en los ojos.
– Pero, ¿cómo, Ahmed? –lo miro confundido y emocionado.
– Vamos, amigo –dice suspirando–. ¿De verdad crees que tus hermanos y yo nos quedamos quietos sabiendo que estabas aquí injustamente?
– No puedo creerlo –digo llorando–. No sé cómo agradecerles.
– Yo si, hermano –me mira–. Inicie un proyecto en mí empresa, es la construcción de un orfanato... y quiero que dirijas la obra.
– ¿Cómo? ¿Estás seguro? –pregunto preocupado–. ¿Que dirán todos al saber que yo, un ex preso, estaré siendo jefe de obra?
– ¿Crees que me importa? –se ríe–. Tu eres un excelente constructor, siempre lo fuiste... ¿aceptas?. Será como un nuevo comienzo.
– Acepto... –digo seguro–. Gracias, de verdad.
Cuando se va regreso a la celda y les cuento a todos que saldré de prisión, me felicitan y me desean suerte, les prometo volver a visitarlos y jugar al básquet cada vez que lo haga.
Dos días después salgo de prisión, mis hermano y Ahmed me esperan fuera, los veo ahí Leila se pone a llorar y corre hacia mí, me abraza con todas sus fuerzas.
– Hermano –me dice entre lágrimas–. Finalmente puedo abrazarte como tanto desee
– Leila, mí pequeña hermanita –beso su cabeza–. No sabes cuanto te extrañe
– No tanto como yo a ti –me dice.
Sigo caminando y abrazo a Rick, lloramos entre todos como nunca lo hemos hecho. Ahmed se une a ese abrazo.
– Dime una cosa, hermano –dice Rick–. ¿Te quedarás con el cabello así o que?
– ¿Que tiene mí cabello? –me cruzo de brazos–. Se quedará así, me gusta
– Y tu que jamás decías de usar el pelo así –dice Ahmed–. Te da el toque, me gusta
– Tiene razón, hermano –dice Leila–. Me gusta el toque salvaje que te aporta.
Subimos al auto y nos vamos a la mansión que Ahmed tiene en la cuidad, ahí mis hermanos se quedan. Cuando caí preso hasta la casa me quitaron. Me doy una ducha y me acomodo el pelo, afeitándome un poco la barba.
Camino hacia la cocina y veo a Ahmed viendo unos planos.
– ¿Todo bien con ese proyecto? –le pregunto.
– Si, pero me vendría bien un poco de ayuda –me dice–. Es del orfanato del cual te hablaba.
– Entonces te ayudaré –me acerco a la mesa–. Me gusta que vaya a ser grande, más espacio
– Hay muchos niños en la calle, Ömer –me dice–. Quiero ayudar a los más que pueda.
– Es un gran proyecto –lo miro sonriendo–. Ellos te lo agradecerán
– No es necesario que hagan eso –me dice–. Bien, el lunes debes ir a la empresa, ahí conocerás al equipo que te ayudará en el trabajo
– Como el jefazo ordene –digo como soldado y reímos.
Quedé fascinada con la historia de amor de Ömer y Gabriella, en el camino encontraron traiciones,envidia de personas cercanas a ellos
pero lo resolvieron juntos 🤷♀️ vieron a sus hijos casarse, tener hijos, envejecieron hasta que murieron 😔 y en el más allá se encontrarán de nuevo ❤️
Muchas gracias y Dios la bendiga 🙏
Alessandro es otro igual a ti, quiere un imposible 🤷♀️ llegar a semejantes bajezas para conseguir una mujer por su obsesión 🤦♀️ que paguen con creces ÖMER.
Diré que le daré al tío el beneficio de la duda 🤷♀️
Quién podría ser 🤔 un socio que esté insatisfecho y le guste la esposa del socio 🤔 mejor sigo leyendo.
muchas preguntas 🤷♀️ pocas respuestas 🤦♀️