Zack.......
Cuándo creemos qué todo está bien, la vida nos golpea, nos quita lo qué más amamos y nos deja sumidos en una profunda oscuridad. Pero luego nos da una segunda oportunidad, y cuándo por fin vemos la luz en la oscuridad él doloroso pasado regresa.
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CAPÍTULO 15
Título: La verdadera crueldad.
Edward.
Todo ha sido muy repentino y doloroso, tanto como para Zack, como para mí.
Jamás pensé en perder a Gea, la quería igual o más que a mis propios hijos, siempre anhele tener una niña, y en ella la encontré, una chica bella y fuerte, solo faltaba pulir aquello que ni ella misma sabía qué tenía, y tan solo con ello, sería una gran esposa para mi heredero principal.
Puedo sentir el dolor de mi hijo en carne propia, pero a la vez, no puedo permitir qué flaquee, nuestros negocios aún no están del todo bien, sí él no hubiera contraído matrimonio con Dasha Dronova, nos hubiéramos ido en picada.
Puede sonar cruel, pero a veces tenemos que hacer sacrificios.
No sé si haya sido lo correcto o no, pero él... Es mi heredero, mi mano derecha, y quiera o no, tiene qué ser fuerte y no decaer por nada ni nadie,
Horacio-- Señor Miller, tengo noticias para usted.-- dice esté, en cuánto Zack baja del auto.
Edward-- ¿Y bien? ¿Dime?.-- Hablo molesto, no me agrada estar distanciado de mi hijo, pero cómo ya he mencionado, a veces tenemos que hacer sacrificios por los negocios familiares.
Horacio-- Ya hemos localizado a la señorita Luisa, la tenemos encerrada en los almacenes.
Edward-- Bien, bien, eso es bueno. Ahora llévame con ella, quiero saber por qué carajos se atrevió a llevarse a quien debería ser mi nuera.-- Esté asintió con la cabeza y encendió el automóvil saliendo a toda velocidad, no mucho tiempo después llegamos a los almacenes.
Una vez allí dentro, pude verla atada a un pilar.
Luisa— ¿Por qué me has traído aquí?.
¿Qué demónios pretendes?.
Edward-- Dímelo tú.
¿Por qué crees qué estás aquí?. Atada cómo un maldito animal.
Luisa-- No he hecho nada más qué ser tu puta y fiel perra faldera. Yo no merezco esto.
Edward-- No quieras verme la cara de idiota, dime ¿Qué mierda hiciste con Gea?.
Luisa-- te he dicho que no tengo nada que ver con la muerte de esa tipa.-- Gritó esta y escupió en mi rostro.
Edward-- Bien, será cómo tú quieras.-- Dicho eso afloje mi corbata, quité mi saco y levanté las mangas de mi camisa.
Luego caminé por el lugar y registré todas las herramientas que había en este.
Luisa-- Déjate de juegos y suéltame, esto no es para nada divertido.-- chillo está y hablé tranquilamente.
Edward-- ¿Quién dijo que esto era un juego?.
Solo estoy haciendo lo mismo que tú.-- Respondí y rasgue su blusa, para luego seguir con su brasier. Una vez qué sus redondos y blancos pechos quedaron a mi disposición, tome una vieja cuchilla.
Luisa-- No acerques esa cuchilla a mí, o te juro que te vas a arrepentir.-- Dijo está y sonrió.
Edward-- Cometiste un gran error, nadie sé mete con mi familia.-- Dije hirviendo de rabia, luego jale uno de sus pezones y lo rebane. Está dio un grito y tiró patadas sin detenerse, mis hombres tuvieron qué atarle las piernas y recién allí pude seguir. Jale el pezón restante y también lo rebane
Luisa-- Eres un maldito viejo bastardo, hagas lo que hagas jamás sabrás lo qué sucedió.
Edward-- Entonces terminemos con esto.-- Ladre más furioso de lo que ya me encontraba y di nuevas órdenes.
Edward-- Ya sabes qué hacer.-- Dije observando a Horacio, y esté entendió mis palabras.
Luisa fue desatada y arrojada al suelo para luego ser despojada de toda la ropa qué poseía. Rápidamente tomé un martillo y clavos grandes, y cuándo está fue reducida clave sus manos y pies al suelo.
Gracias