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Nueva Zelanda

Nueva Zelanda

Status: Terminada
Genre:Completas / Época / Matrimonio entre clanes / Secretos de la alta sociedad
Popularitas:6.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Francia Laura

Como en toda historia de colonización hay esclavitud y prostitución. Pero veremos cómo Gerrit, gigante holandés, se enamora de una nativa que trabaja haciendo la limpieza y como Ismaël , el militar francés, pierde el juicio por una prostituta. Dos historias de dos hombres enamorados de mujeres con culturas muy diferentes alas suyas.

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Un viaje forzado

Ismaël acababa de tener una mañana fogosa con Hoku, se lavó y ahora se viste para ir a trabajar, Hoku está en cama, el fuego pasional la dejó cansada, su cliente fue exigente con varias rondas y poses. Desde que Ismaël la trajo a casa, la unión de cuerpos se hace tal cual Dios los trajo al mundo, cuando ella trabajaba en el burdel, Ismaël solo bajaba un poco los pantalones, y ella sólo debía descubrir su zona. Casi todas las noches, Ismaël quería estar con ella, nunca aceptó otra mujer para acostarse. Éstos son los recuerdos que Hoku tenía de Ismaël, siempre demoraba en terminar el acto y solo se descubrían las partes.

Está mañana, Ismaël es sorprendido por su guardia nacional que trabaja en aduana. De manera personal vino a buscarlo.

-Buenos días, ¿es usted Ismaël Malraux?

- Buenos días. Sí, soy yo ¿Qué se le ofrece?

- Una correspondencia, señor.

- Gracias.

- Que tenga un buen día.

El guardia se fue, dejando a Ismaël en la puerta de su casa con la carta en mano. Le escribió su hermana mayor, reconoció la perfecta caligrafía de ella, pero la carta parecía ser pesada, se le hace extraño, necesita leer la carta. El contenido no era bueno, en ella encontró la copia del certificado de defunción de su padre y una solicitud redactada por un abogado en el que le pedía su necesaria asistencia como hijo de Jaques Malraux, además había una carta de su hermana que le contaba cómo fue que papá murió y que ahora, mamá está muy enferma y su deseo es ver a todos sus hijos. Ismaël es el undécimo hijo de la familia.

Ismaël no pensaba recibir está noticia tan pronto, él no se siente bien, sus hermanos lo responsabilizan por la muerte de papá, ellos lo culpan que la decisión de haber renunciado al territorio como el causante de que papá falleciera de pena. Ismaël tiene que viajar y arreglar ese asunto. Poco le importa la herencia, él tiene dinero aquí en Aotearoa, por lo tanto, debe hacer su equipaje y dejar a Hoku una vez más.

- ¡Hoku! – levanta la voz – debo viajar con carácter de urgencia.

- Aquí estoy. – ella sale, pero adolorida, aún sufre los estragos de la fogosa mañana.

- ¿Todavía te duele el cuerpo?

- No es mucho, pero, me voy a levantar.

- Escucha, he recibido una carta – se la muestra – debo viajar con urgencia. Mi familia está pasando por un mal momento, me gustaría llevarte conmigo, pero mi familia podría hacer problemas.

- Dime que hacer y no causó problemas.

- Eres de piel oscura y ellos son problemáticos. Quédate aquí a cuidar de la casa, hay dinero para que puedas ir a comprar algo que te haga falta. Los alimentos ya sabes de donde obtener.

- ¿Vas a ser un viaje largo?

- No lo sé. Espero resolverlo pronto.

Ismaël se alista para el viaje, hace su equipaje de mala gana, antes de salir le da una caricia a Hoku y un beso relámpago, sin decir ni una palabra se fue sin más, sin mirar atrás como quedó Hoku.

La mujer quedó petrificada de la sorpresa, nunca en su vida ha recibido un beso relámpago sobre los labios, lo único que puede hacer ahora es acariciar su boca, ella sintió una extraña sensación que le pone el corazón a mil. Ella se pregunta ¿Por qué hizo eso Ismaël? ¿Desde cuando un cliente besa a una prostituta?

Después de pensar en esas preguntas Hoku balbucea el nombre de Ismaël, llevando sus manos a la altura del corazón e intenta calmarlo con caricias, la mirada de la mujer ya no es la misma, ya no puede ver a Ismaël como un cliente, ya no es un hombre más, sino que es el hombre, el hombre que toma su cuerpo para unirlo con el de suyo, es el hombre que le ha robado un beso, uno, en el momento menos pensado.

¿Qué hay de Ismaël? ¿Cómo le va en su viaje? Él está triste por la muerte de su padre, triste por qué su madre está muy enferma y triste porque se está alejando de Hoku. El barco zarpa del precario puerto, apoya un brazo sobre el casco del barco con el otro brazo hace de apoyo para la cabeza, y en vez de contemplar la bella costa, miraba el agua, un viaje sin ganas, un viaje forzado, de nada sirvió haber renunciado al territorio. Ismaël podía ignorar la carta y seguir con su vida, pero no podía ignorar la carta redactada por el abogado, su presencia era necesaria.

El viaje duró 70 días, pero para Ismaël fue como un eterno viaje, esos setenta días hizo cambios físicos, se le ve más delgado, la barba crecida y desordenada, los ojos sin brillo y tristeza profunda. Al llegar al puerto, desembarca de inmediato y aborda el primer carruaje que encuentra para ir a casa. Dentro al carruaje suben otros dos pasajeros, entre ellos charlan y se van conociendo, pero Ismaël parece una tumba, su silencio es sepulcral. Llega a casa, toca la puerta y espera ser atendido por uno de sus hermanos.

Quien le abre la puerta es su hermana mayor.

- Buenas tardes, a quien busca.

- Soy Ismaël, ya me tienes aquí, ¿qué quieres? – su voz era fuerte y con enojo.

- ¿Cómo has cambiado Ismaël? Pasa, descansa un poco.

Ismaël entra en casa y su hermana lo lleva hasta la sala.

- Pasa, hermano. Siéntate, ¿quieres un plato de comida o algo ligero? – intenta ser gentil.

- Busca al abogado, dile que estoy aquí. – su tono de voz se mantiene.

- Descansa, has tenido un viaje largo. Mañana iremos al cementerio para que veas a papá, hace una semana se hizo la misa por los dos meses de fallecimiento.

- Tengo que volver a Aotearoa. Busca al abogado para de una vez acabar con esto.

- ¡Ismaël! Has cambiado tanto, hermanito. Te veo mal, date un baño, luego bajas para comer y podrás descansar.

Ismaël fue a darse un baño, mientras que en la planta baja los hermanos y los sobrinos de Ismaël volvían de la calle, todos tenían paquetes en mano y los van depositando a un lado de la sala conforme iban entrando.

-Trajimos todo para la comida de mañana, tía – habla una niña de siete años.

- ¡Qué bueno! Les tengo una sorpresa – está entusiasmada – ha vendido el tío Ismaël.

- ¿Ya vino el asesino de papá? – reclama uno de los hermanos.

- No digas eso delante de los niños. A Ismaël se le ve mal.

- De seguro que le remuerde la conciencia por haber matado a papá.

- ¡Basta! – levantó la voz la hermana mayor – deja de decir ciertas palabras delante de los niños.

- ¡Se callan los dos! – levantó la voz el mayor de los varones – Ismaël nos contó a papá y a mí el motivo por el que renunció al territorio francés, él tiene un negocio en Aotearoa y le va muy bien. Papá entendió el motivo, pero le dolía ver cómo el último de sus hijos se iba de casa.

- Ismaël acabó con papá. – vuelve con el odio a su hermano.

- ¡Basta Joseph! Papá ya estaba delicado. Después que Ismaël se fue de casa, papá escribió el testamento y lo llevó al abogado, días después se fue.

- Por favor, dejen de pelear – habló una hermana – ahora es mamá quien sufre y está muy enferma, y tú, Joseph, serás el principal responsable con tus gritos y muestras de odio.

La tensión llega a su fin, pero Ismaël no baja para comer, escuchó toda la conversación y para evitar problemas prefirió no bajar. La hermana mayor subió e intentó conversar con él.

- ¿Quién es? – Ismaël pregunta sin levantarse de la cama.

- Ismaël, soy Geraldine ¿No vienes a comer?

- No tengo hambre.

- Por favor, ábreme la puerta.

Ismaël se levanta con pereza, mientras tanto, todos los sobrinos se amontonan incluso un hermano sube con dos bebés uno de seis meses y el otro tiene quince días, en total son quince sobrinos que quieren ver al tío, todos ellos con una gran sonrisa.

Al abrirse la puerta, vieron al tío y se le abalanzan, Ismaël no sabe qué hacer con tantas manitas que lo quieren abrazar, cuando todos los niños que caminan saludan al tío subiendo a la cama.

- ¿Y tú, Serge? – le pregunta Ismaël.

- Aquí te presento a Camille, quien ya cumplió seis meses y éste es Loïc nació hace quince días.

- ¡Ha crecido bastante, Camille!

- Es verdad. Loïc es el segundo hijo de Charlotte.

- Con razón no la vi la última vez que vine.

- Carga a Loïc, por qué Camille es muy apegada a mí.

Ismaël casi nunca toma en brazos a los niños, era muy joven cuando se convirtió en tío la primera vez, en esa época también estudiaba y trabajaba, por lo tanto, casi no los conoce a sus sobrinos, y sostener en sus brazos a Loïc tuvo miedo, sentir algo tan frágil pensó que ese niño se iba a romper.

Poco después los niños rodearon al tío para que vea la ropa nueva, que han crecido, que travesuras hicieron. Ismaël no tuvo otra que escuchar a cada uno y hacer cumplidos a los que merecen y reprimenda a los que tenían necesidad. Los niños prestan más atención al tío que a sus padres.

Al día siguiente, Ismaël fue al cementerio para llevar flores a la tumba de su padre, al regresar a casa, fue a ver a su madre, ella estaba postrada y muy decaída, desanimada, pero con la presencia de Ismaël ha vuelto a sonreír.

- Mamá ¿Cómo te sientes?

- Has vuelto mi niño. Ya me puedo ir en paz, solo me faltaba ver a mi último bebé.

- Mamá, tengo 26 años.

- Para una madre sus hijos nunca dejan de ser sus bebés.

- Ya estoy viejo para eso.

- El día que tengas hijos te acordarás de tu madre.

- En la tarde vendrá el abogado, leeremos el testamento y me regreso.

- ¿Por qué tanta prisa en abandonar tu lugar de nacimiento?

- Mamá tengo un negocio que atender a la isla donde estoy viviendo y estoy acompañado.

- ¿Ya tienes compañera?

- Sí.

- Quiero conocerla, dile que entre, que no tenga miedo.

- Ella no ha venido, aunque quería venir.

- ¿Por qué no ha venido?

- Porque ella tiene piel oscura.

- ¿Te has metido con una negra habiendo mujeres bonitas y decentes aquí? – lo regaña

- Mamá, ella me gusta y no la voy a cambiar solo para dar el gusto a todos ustedes.

- No tengas hijos con una negra. – la voz sonaba muy lamentable.

- Ella esta escogida mamá, ese el motivo por el que me fui de casa, tengo trabajo, dinero y ahora tengo compañera.

- Deja esa cosa de piel oscura, te puedo arreglar un matrimonio con una de los nuestros. Pero prométeme que no volverás a ver esa negra.

- Mamá, ya no soy un niño. Ella se llama Hoku, es bella, inteligente y sabe hacer todo en casa.

- No te dejes engañar, puede tener malas mañas.

- Tengo que volver pronto o perderé mi negocio. – le da un beso en la frente – Descansa, tus nietos necesitan por un tiempo a la abuela.

Ismaël se va de la habitación para dejar descansar a la delicada madre. Todos los sobrinos están parados frente a la puerta, esperando a

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Reina Martínez
gracias que no trajo a la mujer porque más rápido lo matan...Que hermano tiene Ismael asesino
Ale
Excelente
Ale: Gracias a vos x tu linda historia, me encanto. Soy de mucho leer, ahora estoy con tu otra historia. Felicitaciones
Francia Ortega: Gracias por valorar la historia ☺️
total 2 replies
Sandra Robles
bien por los esposos, leales a su espositas.
Sandra Robles
hermoso capitulo.
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