LA CICATRIZ DEL ALMA (4)

Comenzó a vestirse y a buscar sus documentos y tomó él poco de dinero que tenía ahorrado, tomó el cuchillo y en ese momento él sale del baño desnudo y se abalanza sobre ella con intenciones de golpearla, ella se defiende y le propina una puñalada en el abdomen, saca el cuchillo y vuelve a clavarlo, él se lleva la mano a la herida y la ve incrédulo

__ ¿qué hiciste Maddison? Yo te amaba

Ella salió corriendo con la ropa llena de sangre y se encuentra con Jean Pierre en la entrada

__ Ayudalo, ayúdalo por favor, yo no quería hacerlo, éste la empuja, entra consigue a Luciano inconsciente y grita a sus hombres para que entren y lo lleven al auto y vayan a la Clínica más cercana, indica que él después los alcanzará

Él necesita sacar a Maddison para siempre de la vida de Luciano

Maddison aún está en schock, Jean Pierre la abofetea y cuando ella reacciona le entrega el título de propiedad del Pent House y la maleta con el dinero.

__ Maddison él va a estar bien, al parecer son heridas superficiales, lo digo por la poca sangre si hubieses tocado algún órgano se estuviera desangrado,

__ De verdad, yo no quería hacerlo, pero él me golpeó y me violó muchas veces y me quería llevar para venderme a un burdel, no tuve opción.

__ Lo sé, él está enfermo Maddison, necesita ayuda psicológica, pero tú necesitas alejarte de aquí, toma este dinero, vende está propiedad y marcharte lejos, escúchame bien, aquí yo tengo unos documentos con una nueva identidad para ti, tienes hasta pasaporte, yo igual pensaba entregártela antes de irme a Italia, Luciano está obsesionado contigo y yo sabía que no te dejaría ir. Él te ama Maddison pero a su manera.

__ ¿Por qué haces esto?

__ Porque creo que has sufrido suficiente, debes ir a Hawái y esconderte ahí, ¿me entiendes?

__¿Por qué para allá?

__ Porque él me obligará a buscarte y si yo de donde estas es más fácil desviar la búsqueda a otros lugares ¿entiendes?

Ella le agradeció y él se ofreció a llevarla al Pent House para que descansará y se marchará al día siguiente, sabía que Luciano estaría por lo menos dos días en la Clínica.

__ Llévate toda la ropa que está en el Pent House, todo es tuyo y toma mi tarjeta si algún día necesitas algo no dudes en llamarme.

__ No, gracias, pero creo que agarre fobia a los italianos, _ ambos rieron y ella bajo en la residencia.

Cuando entró al Pent House, se sorprendió estaba hermoso muy lujoso, ella entró directo al baño lleno la tina y se quitó la ropa manchada de sangre y luego se sumergió, paso casi una hora relajándose.

Recordaba todo lo que había vivido con Toretto y comenzó a llorar y a extrañarlo, pero no a ese demonio de Luciano, sino al hombre que le remodelo su recámara y le preparo una deliciosa cena, pero cuando recordó que él se había acostado con Morgana desde el principio cayó en cuenta que Toretto también la había traicionado.

Lloro y juro vengarse de Toretto o Luciano como fueses que se llamara el maldito.

Mientras tanto Jean Pierre llegó a la Clínica y le dijeron que Luciano se estaba recuperando, tal y como él lo dijo, las heridas a pesar de ser profundas no tocaron ningún órgano. Se sentó en el sofá que estaba a su lado para esperar que reaccionará; sabía que se aproximaba una gran tormenta su hermano había vuelto a recaer en su problema psicológico y seguro debía internarlo otra vez hasta que recupere la cordura nuevamente.

Por su parte, Maddison al día siguiente, preparó su equipaje y lo dejo listo fue a la universidad y pidió hablar con el director, cuando la atendió le informó que necesitaba salir del país y que deseaba culminar su carrera distancia y cuando regresará iría por su título, ella era una excelente estudiante así que él no hizo más que informarle que si usaba esa modalidad no debía pagar más mensualidades, aunque el dinero para ella ahora no era un problema, quería ahorrar todo el dinero posible.

Luego fui a restaurante y se despidió de Alberto no sin antes dejarle una jugosa propina de dos mil dólares para que la repartieran entre todos.

Ya estaba lista para marcharse, fue al Pent House y casualmente coincidió con una pareja que le preguntaron si sabía de algún departamento en venta, ella les mostró el de ella y fueron directo al registro a Maddison y le entregaron un cheque, fue al banco lo cambio y a riesgo viajó con todo ese efectivo sumado a lo que tenía en el maletín, ella se sentía que con eso podía empezar una nueva vida.

Pero de la Maddison dulce e inocente no quedaba nada, tenía en su cabeza unas palabras que le dijo Torretto se repetían a cada segundo como una señal o como un libreto a seguir

“ Maddison ese mundo de mariposas y hadas donde tú pretendes vivir no existe, debes aprender que la gente que te hace daño tiene que sufrir lo mismo que tú o peor, esa es la ley del más fuerte así nadie más se atreverá a dañarte. El perdón es solo la excusa de los cobardes para no devolver el golpe que recibieron”

Su dulce corazón estaba lleno de odio y resentimientos, ya no creía en el amor ni en las mariposas ni en las hadas, había una gran maléfica surgiendo desde la cicatriz de su alma, su mirada era fría y oscura, hoy era el día de la muerte de Maddison Pearl y el nacimiento de Brianna O’conner ese será el nombre y pagará por el cuándo llegue a su destino.

Llegó al aeropuerto y por una corazonada cambio de destino fue a Las Vegas, siempre había soñado con visitar esa ciudad.

Cuando fue llamada a abordar, tomó su maleta y subió al avión cuando estaban por abordar se sentó a su lado un hombre cono de unos cuarenta años. Hablaba por teléfono sin parar parecía un parlanchín.

En ese momento la azafata le indica que debe apagar si teléfono o ponerlo en modo avión, él de mala gana obedece, pero cuando la azafata se va él hace varias muecas de burlas y escucha una pequeña risa a su lado.

__ Pues si ellas se creen las dueñas de las nubes. _ le susurra a Brianna al oído, al mismo tiempo que le extiende la mano para presentarse

__ Luiggi Lombardi, diseñador de modas y zar de la belleza americana.

__ Brianna O'conner, simple mortal

Ambos ríen y él comienza a detallados de los pies a la cabeza y ella comienza a incomodarse.

__ Lo siento, lo siento, no soy un pervertido, no me gustan las mujeres, le dice susurrando al oído de Brianna