Mairim era una adolescente cuando su mamá decidió casarse de nuevo con un hombre que tenía un hijo 2 años mayor que ella, lo que ella no sabía era que aquel chico le robaría el corazón.
decidió ocultar sus sentimientos pero entre más lo negaba mas crecía su amor por el.
pero el al igual que ella tenía un secreto que les cambiaría la vida a ambos.
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Capítulo 12
Él dejo de moverse, mientras mi interior se ajustaba a él, cuando ya no sentía tanto dolor le dije que siguiera un poco más rápido, cuando nos dimos cuenta el ya se movía más rápido y sus estocadas eran aún más profundas haciéndome gemir de placer, estaba al borde de llegar al clímax, eran tantas las sensaciones que sentía en mi parte baja que ya no pude contenerme y gritando su nombre llegue al orgasmo, mi cuerpo temblaba, tenía espasmos y mi respiración era muy rápida, el intensificó más sus estocadas y terminó corriéndose dentro de mi claro con el condón puesto, los dos cansados y con las respiraciones hechas un desastre nos recostamos y nos abrazamos hasta que él rompió el silencio.
—Te quiero Mairim—, me dijo mientras yo estaba recostada en su pecho y él acariciaba mi cabello.
—Y yo te quiero a ti Joan—, le dije mientras una sonrisa se formaba en mis labios.
Después él tuvo que irse a su habitación ya que era casi hora de que llegaran nuestros padres, me di otra ducha y me dolía un poco al caminar pero estaba feliz no podía creer que había pasado, le había entregado mi virginidad a Joan la persona de la cual me había enamorado a primera vista.
Llegaron nuestros padres y mi mamá fue a mi habitación lo bueno es que yo ya estaba bañada y cambiada.
—¡Hola mi amor!, como te fue en el colegio?—, me preguntó mientras se sentaba en la cama.
—¡Muy bien mamá!—, le dije con una sonrisa de oreja a oreja.
—Te vez muy contenta, ¿ acaso es por un chico?—, dijo riendo.
—¡Si!—, solté un suspiro.
—¡Creo que estás enamorada!, ya te perdimos—, salió riendo de mi habitación no sin antes decirme que bajara a cenar.
Estábamos cenando y Joan no dejaba de mirarme, ellos por otra parte no se daban cuanta por que estaban tan entretenidos platicando cosas del trabajo y esas cosas, de repente a mi mamá se le ocurrió la grandiosa idea de decirles que estaba enamorada, casi me atragantó con el agua que estaba tomando.
—¡¡Mamá!!—, puse los ojos en blanco y tosía como loca.
—¡Que tiene hija!es algo normal que nos pasa a todos—, me dijo guiñándome un ojo.
Yo sentía mi cara arder de la vergüenza, quería salir corriendo pero por desgracia no podía, ya más tranquila les traté de cambiar el tema ya que conociendo a mi mamá iba a empezar a hacerme preguntas sobre aquel chico del que estaba enamorada y no iba a decirle que lo tenía a un lado verdad.
Terminamos de cenar le ayudé a mi mamá a lavar los platos y me fui a mi habitación ya que estaba cansada, me sentía feliz por lo que había pasado, pero también me sentía rara ya que sabía que todo iba a cambiar y no se como iban a ser las cosas de ahora en adelante, me acosté en la cama y después de un rato de tanto pensar quede profundamente dormida.
Hay perro lo odio