Abdelary La Guerrera Albina

Hace mucho, mucho tiempo, en un antiguo reino africano, sucedió una gran historia.

En una noche, como la de anoche, la reina Hasana se encontraba dando a luz, el rey Amín estaba feliz porque esa noche nacería su heredero, se decía que el rey amaba a su reina y que hasta su vida daría por ella, si fuera necesario, pocas mujeres en el reino eran tan hermosas como ella, y algunos comparaban su belleza con algunas deidades.

Nació el primer bebé y se lo llevaron al rey Amín, ni siquiera permitieron que la reina lo viera, el rey al verlo entró a la habitación y pidió que la sacaran inmediatamente del palacio.

_ Mi rey, la reina está dando a luz a su segundo hijo.

_ No me importa, seguro será como su hermano.

_ Sáquenlos ahora de mi palacio.

La reina no entendía lo que pasaba hasta que vio a su niño en manos de su criada Palesa, con lágrimas en sus ojos salió de allí ayudada por dos criadas, nunca le suplicó al rey ni pidió misericordia por ella ni por su hijo, 4 minutos después dio a luz a una niña en un rincón del palacio, ya que todavía no había terminado de salir del palacio.

Los dejaron en las afueras de la muralla, la reina miró a sus niños, les sonrió y comenzó a caminar a paso lento.

_ Mi reina _ le gritó Palesa, pero ella ni siquiera volteo a mirar, Palesa corrió a alcanzarla y cuando llegó donde estaba ella le dice.

_ Mi reina, saqué algunas de sus cosas, más adelante vive la anciana que nos podrá ayudar.

Cuando llegaron a la pequeña choza la anciana estaba sentada en un tronco de madera.

_ Los estaba esperando.

La reina Hasana no respondió palabra alguna.

_ Puedes entrar a descansar, dame a los niños.

Al entregárselos la reina se desmayó y cuando despertó se encontraba acostada, y sus dos hijos acostados a su lado izquierdo.

_ Tus hijos están muy bien, están hermosos, te dije que esto pasaría y no me hiciste caso, hubieras podido evitar esta humillación si te hubieras ido al santuario como te dije

_ Creí que el rey me amaba, guardiana, pero él solo se ama así mismo.

_ No te preocupes, ellos estarán bien y serán grandes, el rey se arrepentirá de haberlos rechazado.

Van a ser rechazados por algunos, pero amados por otros, el niño es mucho más albino que la niña, mira el lunar que tiene la niña en su brazo, hay una persona que tiene este misma lunar, cuando se encuentren sus vidas cambiaran y estos dos niños tomaran caminos diferentes, pero mientras ese día llegue se protegerán el uno al otro.

Ellos serán grandes guerreros.

_ Mi reina, pude sacar algunas de sus joyas.

_ Muchas gracias, Palesa, ¿puedes buscar al general y pedirle que venga hasta acá?...

_ Si, mi señora.

Su criada se fue de inmediato a buscar al general, que era el hermano de la reina, cuando lo encontró, lo llevó hasta la casa de la anciana.

_ Hasana ¿cómo estás?

_ No sé qué decirte Bongani, ¿puedo ir a una de tus casas?

_ Claro que sí, pero es mejor que vayas a una de las casas que tengo en una aldea.

Y creo que entre más lejana sea es mucho mejor, por tu seguridad.

_ Lo sé, muchas gracias, hermano.

El general mira a los niños y dice

_ La niña es idéntica a ti, y el niño se parece a nuestro padre, seguramente será un gran guerrero como él, y no te preocupes, cuentas con mi apoyo, en la madrugada yo mismo te llevaré a la aldea.

Y así lo hizo, muy temprano se llevó a su hermana, pero en el camino una flecha traspasó el corazón de la reina, murió casi de inmediato, los niños estuvieron a salvo porque ella no los llevaba, uno de ellos lo llevaba Palesa, y al otro lo llevaba el general.

De inmediato el general mando dos hombres tras la persona que mató a su hermana, vio a su hermana agonizar en sus brazos.

_ Bongani, hermano mío, cuida a mis hijos como tuyos, por favor.

_ Lo haré Hasana

_ Llevame a casa, por favor.

_ Claro qué si hermana.

En ese momento la reina murió, el general llevó a su hermana a su tierra natal, a medio día de camino de donde estaban.

Cuando llegaron a la casa de su padre, el general se encerró por un buen rato, su padre al ver el cuerpo de su hija se echó a llorar sobre él

_ Si tu madre viviera seguramente se moriría de dolor nuevamente.

Mientras esto ocurría en la aldea, en el palacio el rey mando a buscar a su reina, estaba desesperado, sabía que se había equivocado. Lo que él no sabía, era que la había perdido para siempre y que nunca la volvería a ver.

Mandó a buscar al general Bongani, pero le informaron que no se encontraba cerca, y al día siguiente le informaron que la causa de la ausencia del general era por la muerte de su hermana, el rey rasgo sus vestiduras y no comió ni bebió durante tres días con sus noches.

Pero hiciera lo que hiciera el rey Amin, ya no podría corregir el error tan grande que había cometido con su familia