Todo por Abi

Otra noche sin dormir, desde que mi hermana volvió a esta casa las cosas se han complicado, a veces siento que no la reconozco, su mirada es fría, parece que no tuviera alma, la he visto preguntar cosas de su pasado, es como si no recordara quien es ella.

Salgo de mi habitación, son aproximadamente la 1:00am, voy hacia la cocina y me tomo un vaso de agua. Siento una intranquilidad en mi pecho que me preocupa. Al volver q mi habitación escuchó un pequeño llanto, voy hacia allá. Al abrir la puerta veo a ese pequeño Ángel en su cuna, al lado es Nani, es su niñera pero veo que el sueño le ganó ya que ronca en el sofá.

Veo a esa pequeña niña, sus manos me hacen la invitación para que la levante, así lo hago, su cuerpo emana un olor exquisito, ese mismo olor está por toda la casa, aquel que entre descubre inmediatamente el que aquí habita un bebé. Ella es frágil, su manita abraza mi dedo pequeño, como es posible que exista algo más Perfecto que ella.

Veo como me sonríe, es una niña traviesa, en sus ojos se alcanza a ver un poco de picardía, comienzo a arrullarla por instinto, sus ojos se cierran, de nuevo la dejo en su cuna y me marcho. El sueño de Nani debía ser muy pesado ya que jamás noto mi presencia.

Vuelvo a mi cama, doy vueltas, no he podido encontrar una posición para poder dormir, me desespero así que me siento en mi escritorio y comienzo a trabajar, pronto se vienen los grandes eventos de esta ciudad y mi compañía es la principal proveedora de insumos.

Escucho que alguien llama a la puerta, miro la hora y son las 3:00am. Definitivamente para que alguien visite una casa en la madrugada es por que trae malas noticias.

Mi madre grita, es un grito de dolor, como si le arrancaran una parte de su vida.

Me coloco una camisa y bajo corriendo las escaleras.

Al llegar a la puerta veo a un oficial de policía, su cara era de preocupación.

Mi madre estaba en el suelo arrodillada llorando, mi instinto hizo que también me arrodillara abrazarla.

-Señor Madox, me temo que tengo malas noticias, dice el oficial bajo la lluvia.

-¿Que pasa oficial? Pregunté abrazando a mi madre.

-Encontramos el cuerpo de una mujer, tiene aproximadamente de 18 a 20 años, en sus documentos personales estaba una identificación, su nombre es…

¡AMANDA!

Dijimos los dos a la vez.

-Asi es señor, por favor debe acompañarnos para que reconozca el cuerpo, dijo el oficial colocándose su gorra y marcharse.

Hoy es el día que nuestra familia recibió el segundo golpe más fuerte. Siento que poco a poco nos perdemos en el olvido.

Me alisto rápidamente, y salgo a encontrarme con ese cruel destino de la familia Madox. ¿Por que nuestra familia está marcada por el dolor? .

Me subí a mi auto, no permití que mi chofer me llevara, hoy quería ser yo el que tuviera las riendas del camino.

Fueron 30 minutos donde mi mente estuvo en blanco, para ser sinceros no se como llegue aquí.

Me bajo de mi auto, miro hacia él edificio, tiene un letrero grabado que dice claramente, Morgue, en ese momento vuelvo a mi realidad, hace algunos años estaba aquí junto a mi madre, teníamos que reconocer el cuerpo de un hombre, ese hombre era nada más y nada menos que mi padre, el patriarca Madox, Bernardo Madox, se llamaba.

Entró al palacio edificio, un policía me acompaña hasta la sala más fría del lugar, puedo contar al rededor de 3 cuerpos en el lugar, están cubiertos por esa sábana azul, el funcionario descubre poco a poco la cara de la que supuestamente sería mi hermana.

Mis ojos no querían verla, algo en mi pecho me decía que era ella, no debía mirarla, definitivamente era ella.

-Por favor señor, ¿es su hermana? Pregunto el hombre

Tuve que mirar, solo me bastó un par de segundos para decir,

- Lo es, ella es Amanda Madox.

El funcionario volvió a cubrir su rostro con esa sábana, yo estaba atento a las tarjetas de identificación en los pies de los otros dos cuerpos, puede ver con claridad un nombre, Andres.

-Señor por favor acompáñeme, debo hacerle algunas preguntas, mencionó el oficial.

El pasillo hacia las oficinas era largo y frío, una bombilla estaba fuera de servicio haciendo que una parte del lugar se viera oscuro, todo el lugar estaba hecho para demostrar pena y desolación.

-Señor Madox tome asiento, dijo el detective en jefe.

Me senté tal cual lo hizo, en su escritorio estaba la foto de su familia, una bella imagen en este lugar sombrío.

- La primera hipótesis que manejamos es que el señor Andrés dueño de la residencia donde hallamos los cuerpos, tenía una relación afectiva con el señor.

-¿Quien la asesino ? Pregunté

- Al parecer fue el señor Andrés, el asesino a su esposa y a su hermana. Luego procedió a quitarse la vida, respondió el detective.

-¿Pero por que ? Me pregunté en voz alta

-El hijo de Andrés fue el que encontró los cuerpos, la casa tenía un sistema de seguridad con cámaras, recopilamos los videos y pudimos ver la masacre ocurrida, mencionó el detective

- Deseo ver esos videos. Dije

-Señor Madox la verdad son algo fuertes, respondió

-Por favor quiero verlos, volví a decir

Vi como el detective volteó la pantalla de su computador, permitió que yo pudiera ver el video. Se ve claramente cuando mi hermana llega a la escena, el tal Andrés la abrazó y perforó en repetidas ocasiones la espalda de mi hermana. Que escena más terrorífica la que mis ojos veían. Vi como un hombre llegó, el detective me informó que era el hijo de Andrés y de la mujer muerta a una orilla de la habitación. Mi hermana aún tenía signos vitales pues se veía como movía sus manos rogando ayuda. Aquel hombre solo se quedó mirándola hasta que murió. En ese momento descubrí que definitivamente ese sujeto odiaba a mi hermana.

-Detective voy pedir una prueba de paternidad, como usted lo mencionó al parecer mi hermana tenía una relación con Andrés, quiero saber si Abigail es su hija. Mencioné

-Claro señor Madox pero debe saber que por ahora la niña comenzará un proceso de adopción, todo aquel familia que se sienta con derecho y tenga los recursos podrá ser su tutor, respondió

- Según veo ese hombre de mirada fría en el video sería el tío, no creo que vaya a reclamar la custodia, mi madre y yo nos encargaremos, mencioné levantándome de la silla.

Salí del lugar, volví a mi auto, manejé por las calles de la ciudad. Se que mi madre me estaría esperando impaciente en la puerta, ella anhela que yo llegue con la noticia que todo fue una mentira, solo fue un mal chiste que nos hicieron este maldito día.

El sol ya alumbraba nuestra casa, siempre he sido algo exigente con mis gustos en temas de lo que llamamos hogar, pero hoy falle en ese gusto tan particular, nuestra mansión estaba hecha con grandes ventanales. Aquellos donde el sol reflejaba con gran intensidad, quien lo diría que venga de recibir una pésima noticia pero el día parece brillar tan majestuosamente.

Levanto mi mirada hacia el balcón principal, veo a Nani con la pequeña Abi, esa muñeca le estaba dando los buenos días al sol.

Una ligera sonrisa se cruza por mi rostro, de algo estoy seguro, voy a pelear por Abi, yo seré su padre desde hoy.