28 de agosto 2013
¡TODOS PERDIMOS!
Si bellos estudiantes aquí, otra edición del periódico estudiantil, o sea, la zona chis.
Como leen, todos perdimos, hasta yo perdí 10 libras. ¿Y que perdimos?, pues nuestras
apuestas de cuanto duraría la relación entre Sonny Smith y el Rey de Hielo. Que
por cierto el mínimo que se aposto fue de cinco días de parte mía, pero ese
dinero que todos perdimos ira para mí por ser la más cercana.
Pero mucho bla bla bla, la cuestión es que Liz Palmer ¡felicidades!, ya no tienes que pasar vergüenza de poseer una relación tan pero tan corta en tu historial
de amores, porque tu hermoso titulo de “Flash”, será dado a Sonny, me llaman cuando vayan a hacer el traspaso.
¿Pero cuando se dio esta rotura?
Se que muchos se lo preguntaran ya que ayer todos los vimos irse juntos hacia la casa de Sonny, porque nuestro Alonso es amable y deja a sus novias en su dulce morada, la cuestión que me desvío como un caracol, es que la noticia fue dada por la boca
de Sonny, citare sus palabras.
“Es literal un hielo andante, no lo soporto, nunca habla, no muestra nada de cariño, lo único que hace es irme a dejar a la puerta de mi casa y se va, es el único momento cercano que tenemos, ya que aquí en el instituto no pasa nada de tiempo conmigo”
Pues bella Sonny, por algo es el Rey de Hielo, porque es UN HIELO ANDANTE.
Así que estudiantes del colegio London, feliciten a Sonny por su nuevo título.
No olviden darle las gracias al Señor Sol.
Con esto se despide la zona chis.
...****************...
—¡AVA!, ¡AVA! —volteo tras los gritos de Gale.
—¿Qué sucede Gale?, ¿Por qué gritas? —le pregunto cuando llega a mi lado.
—Sonny……..y………..Alonso……..fiu……rompieron—entre
jadeos me cuenta, me entrega el periódico para poder leer—Increíble…¿no?
—Gracias señor sol—me dice un estudiante que nunca en mi vida había visto, y de paso el grupo de este dice lo mismo.
—¡Que diablos! —ignoro la pregunta de Gale para concentrarme en el hecho de que casi todo el mundo me dice gracias señor sol—¿Acaso soy un Dios en esa religión rara de la escritora de zona chis?
—Pues a mi me da gracias que te diga señor y no señora—me dice entre risas Gage quien llega y posa casi todo su peso en mí.
No puedo evitar que me llegué la conversación que tuve con Wes hace tres días.
“—Entonces le gusta el pay de limón, el batido de kiwi, de música le gusta el jazz, no le gusta ningún deporte, su color favorito es el naranja y no tiene ninguna alergia—Wes me repite lo que tiene anotado en un cuaderno.—Además, le gusta el contacto físico, siempre se la pasa encima de Gale o mío—le informo, veo como apunta todo—Por cierto, el restaurante Green es de su madre y es donde más le encanta comer el pay de limón.
—¿¡El restaurante Green!? —le doy un si con la cabeza—El mundo si es chiquito.
—¿Por qué lo dices? —muevo mi cabeza hacia la izquierda.
—La novia de mi hermano trabaja ahí como repostera—me asombro una vez más, hoy si es un día de sorpresa—¿Será que puedas averiguar quién es el que le prepara el pay de limón?
—Claro le preguntare.“
No he podido preguntarle quien es el que le hace el santo pay de limón, aunque no se si pueda ser el mismo o misma que le haga el pay de fresas a Gale.
—Ash, ahí viene nuevamente Wes Gill—voltea los ojos.
—¿Te cae mal? —pregunto con nervios.
Si Gaga no le cae bien Wes, será un nuevo obstáculo que deba saltar él, algo que me pone nerviosa por Wes, se nota que le gusta Gage.
—No es que me caiga mal, sino que siempre que viene pasa muy pegado a mi—suelta un bufido.
—No te has puesto a pensar que le caes bien—Gale habla con tono serio—Es muy bueno a pensar que siempre que quiere algo usa sus ojos de cachorros—ahora la que bufa es Lele.
> >Pero eso no significa que no sea buena persona, además siempre te trae lo que pides cuando no quieres mover ese trasero.
Luego que termina de hablar, Gage se queda en silencio viendo como Wes se hacer donde nosotros.
—¡Hola! —Wes llega justo a romper el hielo.
—Hola Wes—le sonrió dulcemente.
—Wes.
—Vamos a desayunar—suelta de la nada Gage, después de pasar viendo a Wes fijamente.
Gale y yo le damos un si con la cabeza y sin esperar respuesta de Wes, Gage se recarga en el e inicia a caminar, veo como Wes me da una mirada nerviosa, para luego ver su celular y darme nuevamente una mirada, pero esta vez de cachorro, oooh…, va a
pedir algo.
—¿Puedo Alonso venir con nosotros? —me pregunta, veo como la espalda de Gage se tensa y escucho un bufido de parte de Gale.
—Claro—le respondo, porque al fin de cuenta son primos, aunque casi nadie sabe creo, pero me sentiría
mal que mi primo que anda como chicle conmigo me cambia de la noche a la mañana por ir a conquistar a su crush.
—¡Gracias solcito! —me regala una sonrisa que hace que sus ojos se achiquen y se vea adorable.
Y pensar que, en las fotos del periódico, cuando esta en el campo de juego tiene una mirada asesina.
—¡Dios!, y pensar que eres uno de los capitanes más duros entre todos los institutos de Londres—suelta Gale.
Veo como Wes se sonroja, me da ternura, su forma de ser.
—Te sonrojas—le dice Gage, sus caras están muy cerca, lo que supongo que hace que Wes se sonroje más, pero Gage y Gale lo toman por el hecho del comentario de
Gaga.
—No, es tu imaginación, mechas naranjas—Wes afila la mirada.
—¡Dios!, tienes un buen control de tus expresiones—dice Lele toda fascinada.
Aunque yo también lo estoy, nunca había visto a una persona que pasara he una mirada a otra en tan poco tiempo.
—Siempre a sido así—una voz que reconozco muy bien se une a la conversación.
—A que puedo ser modelo, verdad hielito—Wes le dice a Alonso, separándose de Gage para poder abrazar al hielo andante.
—Pues si Wes, me tienes que enseñar, vamos a la mesa—Lele responde y agarra para tirar de Wes.
—Nosotros vamos por la comida entonces—les dijo.
Gage me mira, yo me encojo de hombros, y los dos nos volteamos para ver Alonso.
—¿Qué quieres Gray de desayunar? —pregunta Gaga.
—Lo que sea—Alonso se encoje de hombros, y camina hacia la mesa donde están Wes y Gale.
—Ese hombre si es frio—ruedo los ojos tras el comentario de Gage—Recuerdo que la vez pasada
Wes le compro un emparedado, de que no me acuerdo.
—Te acuerdas a medias de las cosas—le doy un zape—Pide un clásico para el y ya—le dijo desinteresada.
El camino a la cafetería fue silencioso y de la misma manera lo fue la hora de hacer fila. Antes de llegar a pedir, veo que hay pay de limón, creo que es mi hora de poder sacar respuestas sobre quien es la creadora de ese pay de limón que él tanto ama.
—Hielito esta soltero, tal vez sea tu oportunidad Vava—antes de poder pregunta acerca del famoso pay de limón, Gage se adelanta a abrir tema de conversación.
—Sabes que no se como entrar a su mundo—le dijo desanimadamente.
—Sabes que ningún hombre es ciego—me responde el, lo cual hace que mueva mi cabeza hacia un lado en señal de no entender su comentario tonto.
—Pues para tu información, algunos hombres son ciegos—muevo mis manos para recalcar la obviedad en mis palabras.
—Me entendiste mal.
Antes de que pueda decir algo más vemos como la ultima persona que está al frente nuestro se va para darnos pasada a pedir.
—Gage, justo a tiempo, queda solo un pay de limón—Fiona nos da la bienvenida con el tema de conversación
que tanto deseo sacar.
—Entonces bienvenido sea en mi bandeja—dice con alegría Gage.
—¿Algo más?
—Además de ese dulce tan temprano, dos ensaladas de frutas, dos emparedados clásicos y 4 jugos de naranja—le dijo a Fiona—¿Qué vas a pedir de tomar? —volteo para ver a Gage.
—Batido de vainilla.
—Mucho dulce.
—Michi dilci—me molesta Gage hablando en i.
—Infantil—ruedo los ojos.
Cuando recibimos nuestro pedido nos encaminamos hacia la mesa donde dejamos el resto.
—¡Por fin! —nos recibe Lele.
Entrego la comida a cada uno, cuando le entrego el plato a Lele veo la mirada de mamá osa a punto de salir de Gale.
—Gage Cox, eso es mucho dulce para tan buena mañana—le reprende Gale.
—Es le dije yo—miro a Lele.
—Michi dilci—repite la repuesta que me dio a mí.
—¿No crees que te pueda caer mal? —Wes se nos une al regaño hacia Gaga, solo que su tono es de preocupación.
Las miradas que se dan son mucha tensión para nosotras, y dijo nosotras ya que Alonso esta enfocado en comer su emparedado. Las miradas se rompen, cuando Gage se levanta y va hacia el interior del instituto.
—Ush, tan infantil—se queja Gale.
—Dejo la comida—dice Wes mientras señala el pay y el batido perteneciente al niñito.
—Espanta las moscas, ahorita debe de volver—ruedo los ojos, y me pongo a comer mi ensalada.
Y dicho y hecho, Gage vuelve al rato, pero esta vez no con cara de perrito regañado, como normalmente lo hace, si no que vuelve serio y con un plato con huevo, tocino y pan. Lele y yo compartimos miradas de dudas, pero no decimos nadas.
El desayuno trascurre silencioso, para después de escuchar el timbre ir cada uno a su respetiva clase.
—No puedo creer que fuera a comprar comida, para poder comerse el pay, normalmente cuando vuelve de su berrinche se lo come y acepta el golpe que le doy—Lele me dice toda indigna y asombrada, mientras esperamos la llega de nuestra profesora de francés.
—Yo también estoy muy sorprendida—le dijo.
No puedo dejar de pensar, que después de las miradas que compartieron Wes y Gaga, este último halla decidido ir a comprarse un desayuno decente y no tan cargado de azúcar.
—Fue por Wes—dice Gale—Se gustan—la miro sorprendida, tras llegar tan rápido a uno deducción sobre los sentimientos de Wes…..Esperen neuronas, ella dijo “Se gustan”.
Después de eso, paso en las nubes tras las palabras dichas por Lele, el “Se gustan”, paso todo el santo día en mi mente, hasta cuando llegue a casa, mi padre me volvía a ver con cara de “Que te pasa loca”, aunque eso sí lo dijo.
Son las 2 de la mañana según el reloj en mi mesita de noche, y yo sigo aquí sin poder cerrar un ojo, porque mi mente sigue pensando en las palabras de Gale.
Suelto un bufido y me levanto de mi cama para poder a la cocina y calentar un poco de lechecon azúcar.
En la espera veo como mi padre sale de su oficina.
—Te cache rata—le dijo aun sentada en las sillas de alto, veo como mi padre pega un brinco y se golpea con el sillón.
—¡Diablos peque!, me asustaste—mi padre pasa el marco que se para la cocina con la sala, para llegar donde mi y acariciarme la cabeza—¿Qué haces despierta?
—No podía dormir, así que vine hacerme una leche con azúcar caliente—cuando termino de hablar el microondas suena, dando aviso que mi lechita ya está—¿Y tú, papá?
—Estaba en una videollamada con Fanny para poder arreglar unos estúpidos papeles que el Ceo de Francia hizo mal en su estadía en Londres—mi padre suelta un bufido y rueda los ojos.
—Fanny es muy dulce—le dijo ignorando un poco el tema de ese Ceo bueno para nada.
—Y muy joven—mi padre entrecierra los ojos hacia mí, es señal que sabe donde va el rumbo de mi conversación.
—Solo tiene 26 años—le dijo mientras saco mi vaso leche del microondas.
—¡Sorpresa!, y yo 33—me dice mientras sale de la cocina, lo sigo.
—Solo son 7 años papá—le dijo lo que hace que el me mire seriamente—Además estuviste con una arpía por 14 años, date un suspiro y ve por una bella dama, como lo es Fanny—le doy una palmadita en el hombro.
> >Sabes de sobra que te lo mereces, porque eres un buen hombre, y un buen hombre merece tener a una bella mujer con él, así que no dejes ir a Fanny, porque menos de lo esperes ella ya no va a estar disponible, así que ve con todo tigre, que yo apruebo esa relación.
Con ese discurso y otra palmadita y un giño de ojo me despido de mi padre para ir a mi habitación
y poder tomarme mi lechita caliente.
Tal vez lo que deba hacer no es entrar en el mundo de Alonso de una manera diferente, si no entrar con una confesión, como lo han hecho los demás y poder hacer que el se enamore de mí, por todo lo que soy, aunque el índice de fracaso es de un 99%, pero en esta vida nada es fácil ¿no?
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