25 de agosto 2013
¡Bienvenidos!, ha otra tercera edición del
periódico estudiantil.
Hoy en la zona chis, les vengo a contar dos
chismes, muy grandes.
Primero que todo, no hay persona que no haya
visto el espectáculo que nos brindó Sonny Smith, a la hora de confesarse a nuestro rey de hielo, pero si eres de esas pocas personas que no lo sabían, pues ¡felicidades!, ahora lo sabes. Ahora a lo importante, la respuesta de nuestro querido Alonso, literal fue un “Bueno”, así que si mis queridos lectores, Alonso Gray tiene novia y esa es Sonny Smith.
Por si no sabes quién es Sonny Smith, ella es la
líder del equipo de debate de la institución, en los últimos dos años le ha brindado a nuestra querida institución más de 25 trofeos en esos debates y si
aun así no sabes quien diablos es, pues la típica rubia oxigenada.
Pero no perdamos costumbres, ¿Cuánto apuestan?,
¿Cuánto creen que duren?, espero sus respuestas en el buzón de noticias, color rojo puta.
Ahora al segundo y más impactante chisme, todos
sabes que nuestra institución tiene un sol, y ese sol se vio muy apagado el año pasado, para los nuevos te hablo de nuestra bella Ava Graham, quien
literalmente es un sol, no lo por su bella sonrisa, si no por sus bellas acciones de querer siempre ayudar a su prójimo, algo que su escritora no tiene. Pero la cuestión aquí es que nuestro bello sol, se le vio muy triste en todo el día de ayer, así que me veo a la obligación de que hoy me la hagan reír.
Con esto se despide zona chis.
...****************...
—Solcito ¿estas triste hoy igual? —me pregunta Wes
acercándome la edición del periódico de hoy. Leo lo que me señala con su dedo y suelto un suspiro frustrado.
—¡Qué estúpido! —tiro el periódico lejos de mí.
—¡UY!, nuestro solcito tiene carácter.
—Callate Wes—Gage mira mal a Wes, me levanto para sentarme a la par de Gaga y recibir un abrazo de parte de el, siento como alguien más se une al abrazo, volteo mi cabeza encontrándome a Wes.
—¿Qué haces Wes? —pregunto mirando lo extrañada
—La escritora de zona chis dice que hagamos feliz a nuestro sol, eso hago.
—Pero no es necesario que la toques—Gale hace una entrada fabulosa, dándole un zape a Wes.
Antes de que alguien pueda decir algo, Wes se separa de mi abrazo con Gage para poder contestar su celular.
—¿Qué pasa Gray? —me tenso al escuchar el apellido de Alonso—Estoy en la mesa que esta escondida por el árbol de naranjas en la entrada.
Miro asustada a Gage y a Gale, quiero correr, no deseo ver a mi crush.
—Esta bien, te espero aquí—con eso Wes da finalizada la conversación.
Se crea un incomodo silencio que es roto por Lele.
—Bueno nosotros nos vamos.
—Hey, pero tranquilos, pasemos el desayuno juntos, siempre quise desayunar con señor sol—Wes nos mira con ojos de cachorros, lo cual no me puedo resistir.
—Esta bien, solo vamos a traer nuestros desayunos—me rindo ante él.
—¡Oh!, puedo ir con Gage, no me incomoda—miro a Gage en busca de respuestas, el se encoge de hombros—Genial, esperen ustedes aquí al hielito.
Con eso veo como Wes y Gage se dirigen al interior del
instituto para ir a pedir nuestros desayunos.
—¿Por qué le digites que sí? —Gale me pregunta enojada, mientras se sientan al frente mío.
—Puso ojitos de cachorros, ¿Qué querías que hiciera? —le respondo un poco alterada.
—¿Dónde escuche antes esto? —dice sarcásticamente—Oh si, ayer cuando te pidió ayudarlo en biología—suelta de forma brusca doblando los ojos.
Nos mantenemos en silencio, con nuestros ojos teniendo una guerra. Muy pocas veces Gale y yo peleamos, pero cuando lo hacemos, sacamos nuestros tonos sarcásticos y nuestras miradas asesinas, y los temas que siempre soy discusión son mi amabilidad y yo.
Nuestra guerra termina por una garganta siendo aclarada. Las dos volteamos a ver hacia el sonido, mis ojos se encuentran con otros grises, mi mirada con la suya no dura tanto ya que vuelvo a poner mis ojos en los ojos de Lele.
—Wes me dijo que lo esperara con ustedes—suelta en tono serio, mientras pone su mochila en el asiento a la par de Lele, y su lindo cuerpo a la par mía. Mis ojos casi se salen de mí.
—¡Oh si! —suelta Lele.
El silencio vuelve entre nosotros, hasta unos minutos después que veo el cuerpo de Gage y Wes venir con bandejas. Me levanto rápidamente para ayuda a Gaga con una de las bandejas.
—Hielito—saluda Wes a Alonso—Vamos a desayunar con el sol, espero que no te me dé sagas.
Alonso voltea los ojos, los platos son sacados de las
bandejas, vuelvo a mi asiento y esta vez sin ponerle tanta atención a la persona que se encuentran a la par mía, si no toda está en la comida.
—Bueno, el emparedado de jamón para mi hielito y mi
emparedado de carne para mí, el resto de comida no se como se la dividen—suelta Wes—Y no sé porque tanta—Suelto una risa.
—Panqueques para mí, panqueques para ti copia y el resto para ti Vava—Gage me da el plato con huevos, tocinos y pan tostado, con una caja de jugo, además de una ensalada de frutas y dos cupcakes.
—Fua el solcito come mucho—el comentario de Wes me hace volver la vista hacia las nuevas personas en nuestra mesa, y poner mi atención en que me encuentro sentada con Alonso Gray, lo que hace que me sonroje—Awww, solcito no sientas pena.
—Cállate y come—Lele vuelve a darle un zape a Wes.
Todo se vuelve en silencio, un silencio cómodo, pero a la vez incomodo, trato en todo lo posible poder tener mi atención en mi desayuno como la tenía antes.
Ya para cuando casi todos íbamos a terminar de comer, una presencia entre Wes y yo nos hace poner a todos la atención en ella.
—Alonso, soy tu novia, ¿porque no desayunas conmigo? —Sonny Smith, nos ilumina con su presencia, su voz chillona hace que ruede mis ojos.
—Me gusta desayunar solo—Alonso le responde con el mínimo interés, se dedica a seguir comiendo su emparedado.
Inicio a pinchar la fruta con el tenedor, de manera incomoda.
—No te veo solo—vuelve a chillar Sonny.
Para ser capitana del equipo de debates de nuestro colegio, es la típica zorra del instituto de igual manera.
De un momento a otro la mano de Sonny es puesta en mi hombro, veo a Gale con duda y nervios, luego mi vista va hacia ella.
—Quita—me ordena, le levanto una ceja.
—¿Perdona?
—Que eres retrasada o que, dije que te quites.
—No es que sea retrasada, si no que no tienes ningún derecho a venir a perturbar mi desayuno, solo por un capricho tuyo—frunzo mis cejas.
—Alonso, dile a esta chica que se quite—Sonny ignora mis palabras dichas, lo cual hace que me enoje más.
Me levanto con fuerza, agarro mis cosas, los mellizos a ver mis acciones me repiten.
—Wes si justas volver a desayunar con nosotros cualquier día eres bienvenido, pero tu amigo no—Sin esperar respuesta, salgo casi corriendo de esa escena.
Los mellizos vienen detrás de mí, así que bajo la velocidad de paso hasta quedarme parada. Cuando los mellizos llegan a la par mía, me envuelven en sus brazos.
—Todo iba bien—reclamo en susurro.
—Lo siento Vava—se disculpa Gale mientras me acaricia el cabello.
—No es tu culpa—alzo mi cabeza del pecho de Gaga, me separo de los dos y les doy una sonrisa—Vamos a clases—les dijo cuando el timbre suena.
—Vamos—me responde al mismo tiempo.
Se puede decir que desprecie a Alonso, mi corazón se siente algo mal, pero estaba enojada de que su presencia atrajo a Sonny, y tal vez en un futuro si Wes desea volver a desayunar con nosotros y Alonso llegue, su presencia atraiga a una de sus novias del momento.
Mi mente pasa en ese dilema, entre si hice bien o mal, mi corazón paso doliendo todo el santo día.
En la salida les dijo a los mellizos que iré hacer compras, así que caminaré al súper.
No deseo sufrir otro pequeño regaño por parte de mi padre por olvidar rellenar las almacenas, lo cual no tengo excusa por mi despiste.
En el súper me dedico a ver la lista en mi celular e ir echando tono al carretillo, cuando estoy haciendo fila para pagar veo que son muchas cosas, como seis bolsas todo, quedaría más cómodo llevarlo en taxi, pero saldría más caro, en bus sería más barato, pero incómodo.
Sin saber que hacer, me encuentro en la salida del súper con las ocho bolsas en mis pies, en mi celular el reloj marca las 15:30, así que llamar a mi padre queda totalmente descartado.
—¡Solcito! —volteo para ver a Wes acercarse a mí, gracias a Diosito solito.
—Hola Wes.
—¿Ocupas ayuda? —miro las bolsas y a él, le suelto una
sonrisa tímida—Me parece que si—suelta una risa.
—No quiero molestarte, no se si mi casa te queda largo—le dijo tímidamente.
—Dime donde vives y te diré si es largo—me dice Aunque si lo fuera igual te ayudaría—me da una sonrisa la cual hace que sus ojos se achiquen.
—En el edificio departamental de la calle Dowing Street.
—Oh, yo vivo en esa calle igual—me informa.
—No lo dices para que no me sienta mal, ¿verdad? —miro con mis ojos entrecerrados.
—Claro que no, así que vamos.
Wes agarra cuatro bolsas para yo agarrar las otras cuatro.
—¿Si en Dowing hay un súper, ¿por qué vienes a este?
—Queda un poco largo del departamento, de hecho, no paso por ahí, a cambio cuando vengo del instituto siempre paso por este, así no se me olvida hacer las comprar—lo miro—Aunque graciosamente ayer se me olvido—suelto una pequeña risa—¿Y tú?
—¿Yo?
—Sip, ¿por qué vuelves tan tarde? —lo miro con duda.
—Pase por la casa de Alonso.
—Ustedes son mejores amigos ¿verdad? —le pregunto para saciar mis dudas.
Ya que muchos dicen que solo son cercanos, por pertenecer los dos al equipo de soccer y ser Wes el capitán y Alonso el capitán de repuesto, si es que así se le puede llamar.
—Si, pero además de eso somos primos—me dice, volteo a verlo y alza los hombros.
—¡Primos! —siento que mi cara es como un poema total.
—Si primos.
—No se parecen—dijo sin darme cuenta.
—Mi abuelo es hermano de la abuela de Alonso—lo miro asombrada—¿Sorprendida?
—Demasiado.
El camino se vuelve tranquilo después de esa conversación.
—Vivo aquí así que—miro a Wes algo incomoda ¿Muchas gracias?
—Me preguntas eso—Wes suelta una carcajada—No me lo creo que vivas aquí, yo vivo igual, en que piso vives.
Una vez más me asombro, cuando entramos el señor Casas nos saluda a los dos conforme a nuestros apellidos, y eso me deja claro que no me miente.
—Piso 5, ¿tú?
—Piso 9.
En el ascensor nos reímos por el hecho de que nunca nos hemos encontrado en estos 3 meses que llevo aquí, el ascensor para en mi piso Wes me ayuda a meter las bolsas en la cocina.
—Muchas gracias, Wes—le sonrió
—No hay de que solcito—me devuelve la sonrisa.
Se voltea para iniciar camino hacia el ascensor, pero se detiene, frunzo el ceño, cuando vuelve hacia mí.
—¿Qué pasa?
—Solcito, ¿sabes de Gage es homosexual? —su pregunta hace que abra los ojos como platos.
Si que Gage es abiertamente bisexual, pero no si sea mi deber informarle algo así a Wes, porque todos en el instituto lo considera macho pecho peludo.
—¿Por qué preguntas eso Wes? —le respondo con otra pregunta.
—El me gusta.
Su respuesta me deja aturdida. A Wes le gusta Gage, entonces Wes es ¿bisexual? O es ¿homosexual?, ¿me compete a mi en pregunta?, ¿debo decirle que Gage es bisexual?, ¿Cómo respondo?, ¿Cómo se habla?, tantas
preguntas y ninguna respuesta.
—Eso es una información muy fuerte—le dijo mientras suelto un jadeo de sorpresa tardía.
—¿Por qué te gusta? —de un momento a otro la dulce mirada de Wes se vuelve enojada o es de ¿celos?
—Oh no, no, y más no—le dijo, acompañando con un movimiento de manos exagerado.
—¿Entonces? —su mirada ahora cambia a una de duda.
—Simplemente me sorprendió—suelto un suspiro—Gaga es abiertamente bisexual Wes.
—Oh—dice de forma desganada—¿Crees que tenga oportunidad de conquistarlo?
—Eres guapo—y muy guapo, cabello negro como el carbón, ojos verdes como una esmeralda, con una forma de ojos afilada, como la de un dragón, su piel blanca, su físico no es tan músculos, pero si posee de ello.
—¿Me ayudarías? —me pregunta tímidamente.
—Tu solo dime lo que deseas saber de ese grandulón que yo te diré hasta su primer sueño nocturno—le dijo, mientras galo su brazo para que se adentre nuevamente a mi hogar.
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Solesito Rojitas
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