Capitulo 1

CAPITULO 1.  VALERI CARRASCO.

AEROPUERTO INTERNACIONAL DE LONDRES.

Me embarcaré en una emocionante aventura que me llevará a Londres durante una semana, luego descubriré los encantos de París, caminaré por las tierras alemanas y, para cerrar este viaje, me perderé en la mágica Turquía. Estoy emprendiendo un viaje en solitario. Lamento que mi hija no esté a mi lado, ya que su padre biológico no me apoya. Nunca he podido conseguir la custodia total ni que él firme el permiso necesario para llevarla fuera del país. Sin embargo, haré todo lo posible para que mi pequeña se sienta presente, enviándole fotos y manteniendo viva nuestra conexión. Desde que perdí a mi esposo, nuestra unión se ha intensificado; su relación era especial y su partida la afectó profundamente. Aunque este viaje no será lo mismo sin ella, tengo la firme intención de disfrutarlo al máximo.

He explorado museos, paseado por parques y descubierto otros rincones fascinantes de esta maravillosa ciudad. Londres me ha robado el corazón, y aunque solo tengo una semana aquí, me llevo un sinfín de recuerdos imborrables. He disfrutado de su exquisita gastronomía, pero mañana será el momento de decir adiós.

¡Hasta pronto, Londres! Tras un breve trayecto en tren, finalmente llegué a París, la famosa ciudad del amor. ¡Qué irónico es experimentar esta bella metrópoli en solitario! Pero no importa, estoy decidida a saborear cada instante de mi aventura. Y, para sorpresa de nadie, ya he quedado cautivada por el encanto de un parisino.

¡Risas y romance, aquí voy! Las panorámicas de este lugar son simplemente asombrosas; entiendo perfectamente por qué la llaman la ciudad del amor. Me he enamorado perdidamente de este rincón del mundo. Los museos me dejaron maravillada, ¡tengo tantas fotos que tuve que comprar una nueva memoria para mi cámara! Pienso en lo mucho que se habría divertido mi hija aquí; es una pena que no pudiera acompañarme. Recordarla me llenó de nostalgia, así que decidí llamarla.

-       ¡Hola! ¿Cómo te encuentras, querida hija?

-       Bien, mami. Estoy aquí con la Tita disfrutando de unas películas, ¡Cuéntame todo sobre París!

-       Es un rincón maravilloso que no puedo esperar para compartir contigo. Te prometo, cariño, que vendrás en mi próximo viaje, aunque tengamos que amarrar a tu papá, te llevaré conmigo. Este país me ha robado el corazón; la comida es exquisita y la calidez de su gente es indescriptible. He capturado miles de momentos en fotos que no puedo esperar a mostrarte cuando llegue. Además, he traído un montón de regalos solo para ti.

-       ¡Mamá, en serio! Me has comprado regalos. Deberías traerme algo especial de cada lugar que visites, ¡sería como tener un pedacito del mundo en mis manos!

-        Si mi vida, te compre muchos obsequios, prepárate, ¡porque traigo tesoros que te encantarán! Pero ahora, ¿podrías hacerme un favor y pasarme a tu tía? Necesito conversar con ella.

-       Por supuesto, mamá.

-       ¡Hola Valeri! ¿Cómo te encuentras en este hermoso día? ¿Cómo es el ganado por esos lares? No me digas que no te has rendido ante un encantador francés. Me encantaría que me compartieras algunas fotos de esos hombres irresistibles, ¡quizás así me animo a viajar!

-       La realidad es que he conocido a varios, pero no hay nada que llame mi atención. Lo que realmente deseo es disfrutar y vivir experiencias memorables. Ya tengo mi lista de lugares por descubrir definida.

-       ¡Oye, amiga! Pero en esa lista no aparece una velada ardiente con un galán francés de esos que quitan el aliento.

-        ¡jajaja! Tu no cambias, y tampoco estoy buscando a un francés, ya conoces mis pensamientos sobre tus ocurrencias extravagantes. Esta noche, me voy a un bar que me recomendó la recepcionista del hotel: un lugar de moda a un paso. ¡Voy a darme un festín visual, jaja! Al fin y al cabo, mirar no cuesta nada, así que no te cuento más, porque ya estoy lista para salir.

-       Amiga, no te preocupes, que yo me encargaré de que me compenses a tu regreso. Ahora ve y disfruta, ¡te lo mereces! Tu pequeñita y yo estamos pasándola de maravilla. Ve con tranquilidad y no olvides mandarme todas esas fotos de los hombres irresistibles que encuentres, ¡que me muero de curiosidad!

-       ¡Perfecto! Te agradezco un montón y cuida con cariño a mi pequeña estrella; no la dejes pasar tantas noches en vela. ¡Un beso enorme!

UNOS DÍAS MÁS TARDE.

Hoy me despido de la encantadora Francia y me embarco en un tren que me llevará a Alemania, donde una nueva aventura me espera con los brazos abiertos. Deseo sumergirme en los símbolos emblemáticos de esta nación: el famoso puente adornado con candados y, sin duda, la majestuosa muralla de Berlín. Deseo sumergirme en la magia de sus museos y deleitarme con los exquisitos sabores de su cocina. He escuchado que la cerveza alemana es un verdadero tesoro, un néctar cargado de relatos que anhelo desvelar en este cautivador rincón del mundo.

Arribo a mi nuevo destino y deposito mis maletas en el hotel. Disfruto de un reconfortante baño que me alivia después del viaje en tren, que, aunque cómodo, ha sido un poco agotador. No estoy acostumbrada a estar sentada tanto tiempo. Esta tarde decido explorar las calles de Berlín, dejándome llevar por su ritmo vibrante y sus historias por descubrir.

Tras un recorrido, me dirijo a un restaurante. Aunque el hotel también cuenta con uno, prefiero pedir algo ligero; no quiero perderme la oportunidad de explorar. Comienza mi aventura por la ciudad, y tengo la intención de descubrir todo lo que pueda, especialmente la famosa ciudad del puente de los candados. Ya tengo un hermoso candado listo, ¡y le he grabado mi nombre! Jajaja.

Deseo sellar un compromiso, ¡quién lo diría! Colocar un candado que lleve solo mi nombre, cuando se supone que esta es una de esas cosas que se hacen en pareja. Pero, ¿qué se le va a hacer? Mi meta es seguir con mi itinerario y, quién sabe, tal vez este candado sea la chispa que encienda el amor en mi vida. Me divierto de mis propios pensamientos; a veces soy tan soñadora.

Tras un extenso viaje, finalmente alcancé el icónico puente de los candados. Aunque no tiene la fama del de Francia, su belleza me cautivó por completo, y estoy decidida a no marcharme sin realizar el ritual que allí se vive. Adquirí un candado brillante y lo fijé al puente, luego cerré los ojos, dejando que la brisa acariciara mi rostro mientras formulaba una promesa: la próxima vez que regrese aquí, susurraré el nombre del amor de mi vida. ¡Oh, puente, cumple con tu magia! Jajaja, ¿será que esta vez me cruzo con el hombre de mis sueños o, al menos, revivo esa chispa del amor? No puedo evitar soltar una risa perdía, mientras mi mente es un torbellino de locuras.

-       ¿Cómo puede ser que una mujer tan hermosa como tú tenga que recurrir a este anciano puente en busca de un amor? No lo puedo creer. Dice un desconocido.

-       ¡Perdona! ¿Hablas español? ¡Qué sorpresa! Creí que en este país nadie me entendía.

-       ¡Así es! Pasé un par de años en la hermosa España.

-       ¿No crees que resulta sumamente inapropiado estar husmeando en la vida de los demás? Le digo al hombre.

-       Perdona, encantadora dama, no soy un espía al acecho. Simplemente me encontraba disfrutando de un paseo por esta zona y tus palabras captaron mi atención.

-       Claro, pero podrías haber continuado con tu rumbo en lugar de interrumpir. Tal vez hubiera sido más conveniente actuar como sordo y no escuchar los anhelos de una mujer, ¿no lo piensas así?

-       Perdona, pero tu solicitud captó mi atención de una manera especial, y por eso decidí detenerme.

-       Claro, ya que compartiste tus palabras, así que ahora puedes retirarte por el camino que viniste, porque si no te has dado cuenta, estoy en otra cosa.

-       Quieres que me vaya. ¡Qué falta de respeto, ¿verdad?!

-       No te conozco y, la verdad, me asalta un pensamiento inquietante: ¿y si detrás de esa sonrisa hay un sicópata en busca de su próxima presa? Quizás tu estrategia sea ganarme poco a poco, construir una conexión, y cuando menos lo imagine, desatar un horror que ni siquiera quisiera imaginar.

-       ¡Vaya, qué imaginación tienes! Pero me pregunto, ¿no sería más bonito considerar que soy el amor que te envía el puente en lugar de imaginarme como un aterrador asesino en serie? él hombre levantó una ceja, como si un rayo de curiosidad hubiese cruzado su rostro.

-       Tal vez tienes razón, pero al reflexionar sobre esto, me doy cuenta de que no te conozco. Quizás sí, quizás no, pero desde luego no pareces el tipo que se deje llevar por el amor apasionado, ni tampoco el que encuentra placer en lo romántico.

-       ¡En serio! Eso fue un golpe directo. Solo han pasado 15 minutos desde que nos conocemos y ya has examinado mis gustos y desagrados como si fueras un psicólogo experto.

-       Tienes esa carita de ángel que pareces haber robado de una revista, y con ese atuendo impecable, no podrías fijarte en alguien como yo.

-       Porque, ¿por qué no? Eres una mujer deslumbrante y es evidente que posees una mente brillante.

-       Así lo ves tú, pero yo tengo otra perspectiva: creo que eres de esos hombres que se sienten atraídos por mujeres que parecen sacadas de una pasarela, como auténticas muñecas de lujo.

-       Estás muy lejos de la verdad; me atraen otro tipo de mujeres, y tú eres precisamente una de ellas.

-       Y crees que voy a creerte eso, acaso piensas que ya he caído en tu juego.

-       Me parece fascinante que, además de tu belleza, también tengas una personalidad cautivadora.

-       Claro, galán, ¿es este un piropo reciclado para conquistar a todas, o es un estreno exclusivo para mí?

-       No, solo aquellas que realmente capturan mi atención, y tú, con cada minuto que pasa, logras cautivarme aún más.

-       Así que, ¡mira qué sorpresa! No me había dado cuenta de eso, jaja.

-       ¿Por qué te ríes? No estoy bromeando, realmente me gustas. Perdona mi falta de cortesía; tu belleza me ha dejado tan desarmado que olvidé por completo mis modales. Permíteme presentarme: soy Timote Vladimovith, a tu disposición, encantadora señorita.

-       Hola, soy Valeri Carrasco. Aunque no estoy aquí para atenderte, me gustaría que supieras que soy solo una visitante en esta tierra y mi tiempo aquí es breve.

-       ¿En serio? ¿Vas a renunciar al amor que te entregué en este puente tan especial?

-       ¡Jajaja, eres muy divertido! Lamentablemente, tendré que despedirme pronto, ya que solo estaré una semana en Alemania. Estoy de vacaciones y mi aventura aquí es bastante breve.

-       Perdona mi osadía, pero ¿te animas a disfrutar de un café en algún lugar cercano?

-       Acepto, pero sigo sin confiar en tí.

-       Te aseguro que no te arrepentirás de brindarme esta oportunidad, créeme, encantadora dama.

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Comments

Mirla Loyo

Mirla Loyo

perdón por mi confusión, pero, la hija no es del marido que se murió?🤦 quién le niega la custodia y el permiso para estar con la niña, si el marido está muerto?🤷

2024-12-26

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Mildred Álvarez

Mildred Álvarez

La verdad es que te daría el me gusta pero ,te soy sincera estoy enredada porque primero dices que él amor de tu vida se murió y desde entonces estás dedicada a tu hija y ahora a cumplir tus sueños,para luego decir que no pudiste llevar tu hija contigo porque su papá biológico no te firmó el permiso y encima de eso todo está escrito de forma que no se entiende,no se sabe cuándo es ella la que habla o cuando lo hace otra persona porque no hay separación entre una persona y otra.

2024-11-17

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Graciela Galiano

Graciela Galiano

la verdad no sé entiende nada!!!! pero me parece buena, lástima ese detalle

2024-09-21

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