CAPITULO 2. DESTINO O CASUALIDAD.
Narra. Timote Vladimovith
- Papá, perdona, pero no estoy preparado para dar el gran paso. Casarse no es mi deseo; no soy de los que se dejan llevar por el romanticismo. No es que no me guste, pero no quiero atarme a alguien que solo se preocupe por los últimos caprichos de la moda, como unos zapatos de temporada o un bolso de diseñador. Me niego a que mi futuro se base en eso. Así que, por favor, dejemos este tema y que mamá pare de intentar emparejarme. La última mujer que envió a mi oficina pensó que podría conquistarme con un café y lo derramado sobre documentos importantes. La verdad, se quedó muy lejos de su objetivo.
- Papá / T- Hijo, escucha, solo queremos lo mejor para ti. Tienes un mes para dar el paso hacia el matrimonio y un año para dar la bienvenida a un pequeño. No querrás ver cómo se desvanece el esfuerzo de tantos años en tu empresa, porque bien sabes que tu primo está al acecho, esperando su oportunidad para ocupar tu puesto.
- Lo entiendo, papá, pero por favor, no me pongan tanta presión. Soy consciente de que sólo me queda un mes, pero necesito tomarme mi tiempo. Estoy seguro de que encontraré la persona adecuada para esto. Ahora, si me disculpan, necesito un poco de aire.
- Mamá / T. Espera un momento, hijo. No te vayas todavía, ya que hoy viene a verme una amiga con su adorable hija. ¿Por qué no te quedas un poco? Quizás te encante conocerlas.
- Mamá, sé que no comprendes del todo, pero te ruego que me dejen disfrutar de un día de paz. Eso es lo único que pido.
Dejo atrás la imponente mansión de mis padres, con la mente abrumada como nunca antes. Necesito despejarme, así que opto por caminar; me bajo del auto y me adentro en un sendero. La brisa fresca me envuelve y me ayuda a ordenar mis pensamientos. Mientras mis pasos resuenan en el pavimento, le doy instrucciones a mi asistente para que anule todos mis compromisos del día.
Tras un rato de caminata, finalmente llegué al célebre puente de los candados, conocido también como el puente de los enamorados. Debo admitir que me parece un tanto absurdo, pero a lo lejos, distingo a una mujer que coloca un candado en silencio. Me sorprende verla sola, con los ojos cerrados, como si estuviera invocando un deseo. Me acerco con sigilo y, al escuchar sus palabras, comprendo que no es de aquí; su español suena diferente, con un acento que me hace pensar que es americana. Lo que más me sorprende es su belleza; tiene unas curvas impresionantes y una figura deslumbrante.
¿En qué estoy pensando? Tomé la decisión y me acerqué a hablarle. Su expresión de sorpresa me atrapó, y en ese instante, me perdí en sus hermosos ojos. Dios mío, ¡es deslumbrante! Mi corazón late con fuerza solo de contemplar su mirada y esa boquita encantadora. Esta mujer realmente me fascina.
Charlamos por un tiempo y descubrí que es realmente divertida.
Cuanto más la conozco, más me atrae; incluso me dijo en tono de broma que podría ser yo un psicópata loco, ¡jajaja! Nunca había conversado con una mujer durante más de diez minutos, pero aquí estoy, disfrutando de una charla que ya lleva media hora. Ella es fascinante, un verdadero derroche de inteligencia y determinación. Decido dar el paso y la invito a tomar un café, y para mi sorpresa, dice que sí. La forma en que me ha tratado me hizo dudar, pero su respuesta me deja atónito. Me siento como un adolescente que intenta impresionar a la chica que le gusta.
Al llegar al restaurante, le sugerí un café expreso, famoso por su exquisitez en este lugar. Mientras degustábamos la bebida, nuestra charla fluyó de manera natural y mena, me sorprendió al contarme que solo estaba de paso en Alemania, que su estancia duraría apenas una semana. Esa noticia me desilusionó un poco; anhelaba tener más tiempo para conocerla y ver a dónde podría llevarnos nuestra conexión. Sin embargo, una chispa de esperanza se encendió en mí: ¿y si realmente ese corto tiempo pudiera servir de impulso para resolver mis dilemas? Necesito encontrar la manera de persuadirla, aunque aún estoy buscando la estrategia perfecta para lograrlo.
Continuamos nuestra conversación sobre sus aventuras, y mientras compartía los lugares que había explorado, mencionó que su próximo destino sería Turquía. La tarde pasó volando, fue una de esas que se quedan grabadas en el corazón; tanto disfruté que decidí acompañarla hasta su hotel.
La dejé en su hotel y, con una sonrisa pícara, me propuso ser su guía durante su estancia en el país. No dudé ni un instante; la ocasión de compartir más momentos a su lado era demasiado tentadora como para dejarla pasar. Llego a mi oficina y le digo a mi mano derecha Bruno que haga una investigación de ella, quiero saber todo hasta su color favorito, él se puso en marcha y antes de que llegara la noche y pudiera ir por ella ya sabía todo acerca de su vida.
Descubrí que ha emprendido un pequeño negocio en su país que está prosperando. Lo que realmente capturó mi curiosidad es que tiene una hija y es viuda. Sin embargo, su difunto esposo no es el padre de su niña; estuvo casada con un hombre que falleció hace dos años. Desde entonces, ha estado sola en este viaje de vida, sin que se le conozca ninguna nueva relación.
Honestamente, el informe lo contenía todo, incluso los detalles más curiosos, como sus preferencias sobre los huevos, ¡jajaja! Quiero darle una gran felicitación a Bruno; realmente es un maestro en esto. No tengo idea de cómo lo logra, pero su eficiencia es impresionante.
Finalizo unos pendientes que tenía y salgo disparado en su búsqueda. La emoción me consume; aunque soy consciente de que es un acto impulsivo, no puedo evitarlo, ¡me fascina! Mi corazón late desbocado, como el de un adolescente en plena efervescencia hormonal. ¿Qué puedo decir? Esta mujer me tiene bajo su hechizo, o como diría mi madre, totalmente enamorado.
Al llegar al hotel, la vi esperándome en la entrada. Su belleza era deslumbrante: una falda ajustada que realzaba sus curvas y unas botas que acentuaban sus piernas de ensueño. Oh, Dios, estaba claro que la noche se presentaba como un desafío; contemplarla así, tan irresistible y tan cerca, sería una tortura deliciosa. Me tiene completamente hipnotizado.
- Buenas noches, radiante estrella. Tu camino hacia el destino anhelado ya está aquí, y yo seré tu faro en esta travesía.
- ¡Buenas noches! Agradezco mucho tu cumplido, pero no olvides que tenías la promesa de llevarme a ver el muro de Berlín. ¡Vamos! Estoy ansioso por comprobar si brilla tanto de noche como aseguran esos videos que he visto en internet.
- Claro, tengo el lugar perfecto en mente. Solo permíteme llevar a cabo mi labor y verás lo que puedo lograr.
Al llegar a un tramo del muro que ha logrado sobrevivir al paso del tiempo, me siento atraído por su belleza, un lugar que me gusta explorar. Ella, cautivada por su esplendor, se sumerge en un mar de risas y captura ese instante con fotografías. Su sonrisa, brillante y sincera, ilumina el entorno; es, sin duda, la más deslumbrante que he visto. Puede que suene un poco cursi, pero es imposible no reconocer que esta mujer es simplemente perfecta.
- ¡Vamos, no me mires así con esa expresión de tonto! Jajaja.
- Eres un destello de belleza que ilumina mi mundo, y me atrapas con cada rasgo tuyo.
- ¡Ja, claro! ¿De verdad crees que a alguien como yo le puedes atraer?
- Por supuesto que sí, Valeri. Desde el instante en que nuestras miradas se cruzaron en aquel puente, quedé absolutamente fascinado por ti. No puedo ocultarlo: me atraes de una manera indescriptible. Sé que puede parecer repentino y que quizás pienses que estoy un poco loco, pero no puedo evitarlo: me gustas, y lo digo con el corazón en la mano.
- No estoy tan segura de eso, sinceramente, un tipo como tú no podría estar interesado en alguien como yo.
- ¿Y por qué no? Cuando mencionas "una mujer como yo", ¿a qué te refieres? Eres realmente hermosa e increíblemente inteligente.
- En primer lugar, no encajo en el molde de la mujer que suelen preferir hombres como tú. Soy curvilínea, tengo un lenguaje directo y definitivamente no me considero la belleza que tú mencionas.
- No lo veo así, porque para mí eres increíblemente hermosa. Tal vez tengas un par de improperios, pero eso no le quita tu encanto, ¡para nada! Además, en lo que respecta a tus curvas, debo confesar que me encantan. Apenas llevamos un par de horas conociéndonos, así que creo que tenemos toda una semana por delante para explorar si realmente somos el uno para el otro. ¿Qué te parece si empezamos por ser amigos y luego tú decides qué rumbo toma nuestra conexión?
- Vale, has logrado sumar un punto al llevarme a este encantador lugar, realmente es precioso. Sin embargo, el frío ya comienza a calar y mi estómago está pidiendo a gritos algo de alimento. ¿Qué te parece si me invitas a cenar y luego vuelvo al hotel? La verdad es que me siento algo cansada.
- Como usted desee, señorita. No olvide que estoy aquí para guiarla (le ofrece una sonrisa).
¿Qué le apetece para comer? No estoy muy seguro, pero ¿qué tal si buscamos un puesto de comida callejera? Me apetece probar algo auténtico, un platillo típico de aquí que no se pueda degustar en ningún otro rincón del mundo.
- ¿De verdad te apetece comer al aire libre? Podríamos probar un restaurante que seguro te encantará. Yo, personalmente, no soy muy fan de la comida callejera.
- Anhelo saborear los mismos platillos que disfrutan los habitantes de este lugar, sin buscar manjares exóticos o peculiaridades con nombres que se escapan de mi pronunciación.
- ¿Qué te parece si exploramos una calle repleta de restaurantes que conozco? Ahí podrás escoger el que más te apetezca.
- De acuerdo, tú saliste vencedor esta vez. Tan solo deseo que la comida esté a la altura de nuestras expectativas.
- ¡Prepárate, te va a fascinar!
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 44 Episodes
Comments
Eleonor Baker
Ahí indicativo de lugar, hay es del verbo haber, por ejemplo Hay 2 bolsos rojos, en dónde? ahí en la repisa
2024-04-25
3
Eleonor Baker
Típico
2024-04-25
0
Eleonor Baker
¿El muro de Berlín, hermoso?🤔 ok habrá sido que tiene una iluminación espectacular, unas nuevas pinturas.. Yo recuerdo solo era de bloques de cemento...
2024-04-25
1