capitulo 4

CAPITULO 4. VERDADES.

Narra Timote Vladimovith

Todo empezó hace unos meses, cuando mi abuelo falleció y dejó tras de sí una cláusula bastante extravagante: si en el transcurso de un año no me caso y no traigo un hijo al mundo, el cargo de CEO de las empresas quedará fuera de mi alcance, ya que él poseía el 50% de las acciones. Desde ese día, mis padres han estado presionándome para que me casara. Siempre había pensado que las mujeres no eran lo mío… hasta que te conocí. Esa jornada, después de una fuerte discusión con ellos a solo un mes de mi boda, salí de casa lleno de frustración y, de alguna manera, terminé en ese puente. Y allí estabas tú, deslumbrante, con una belleza que me sorprendió y una esencia tan única que jamás había encontrado. Hablar contigo fue liberador; me cautivó tu forma de ser. Después de dejarte en tu hotel, tomé una decisión inesperada: quería que fueras tú quien llevara el título de mi esposa. Perdóname, sé que puedo parecer egoísta, pero la verdad es que no quiero perderte. Si no eres tú, simplemente no imagino a nadie más en tu lugar. Te ruego que me concedas un año para mostrarte todo lo que mi corazón guarda por ti; después de eso, serás libre como el viento. Respecto al tema del hijo, me gustaría explorar opciones juntos. Si no te sientes seguro, solo te pido que me des una oportunidad.

-       Eres consciente de que mi vida se despliega en otro rincón del mundo, y no es algo que pueda transformar de la noche a la mañana.

-       Entiendo, Valeri, y lamento ponerte en esta situación, pedí que te investigaran y tengo presente que eres madre de una niña.

-       ¡No puedo creerlo! Esto es el colmo. ¿Dónde están mis cosas? Quiero deshacerme de esto ya. ¡Necesito salir de aquí, por favor! ¿En qué lío me he metido?

-       Por favor, tómate un respiro y permíteme aclararte algo: no fue mi intención ofenderte. Simplemente tenía curiosidad por conocerte mejor, y por eso te lo estoy compartiendo. Además, nunca me mencionaste que tenías una hija.

-       Estás loco, apenas estamos empezando a conocernos. No suelo hablar de mi hija con cualquier persona.

-       Comprendo lo que sientes, pero no me abandones tan pronto. Estoy dispuesto a darte el espacio que requieres, pero te pido, por favor, que me brindes una oportunidad.

La autora relata con un estilo cautivador.

Valeri se despojó de su vestido nupcial y decidió dar un paseo. Mientras recorría la sala de su apartamento, se topó con una dama de porte exquisito que no pudo evitar examinarla de pies a cabeza. Se aproxima hacia ella, dejando escapar una sonrisa sincera que irradia ternura.

-       ¡Hola! Aunque aún no hemos tenido la oportunidad de conocernos, quiero presentarme: soy tu suegra. Me llena de alegría poder conocerte y me encantaría que me acompañaras a disfrutar de un café en la cocina. ¡Espero que te animes! No es culpa suya lo que me ocurre; las circunstancias son las que son. Sin duda, estoy convencido de que, en cierto modo, empujé a mi hijo hacia el altar. Sin embargo, nunca hubiera imaginado que el camino para lograrlo sería tan inesperado. Te ofrezco mis disculpas; ya me he enterado de lo que ocurrió. ¿Te parece si charlamos un momento?

Valeri decidió seguir los pasos de la señora, como una sombra curiosa tras su andar.

-       Siéntate cómodamente y disfruta de este café, como te gusta.

-       Con un par de cucharadas de azúcar, por favor.

-       Valeri, mi hijo es un alma singular que nunca ha seguido el camino habitual. Desde pequeño, su inclinación hacia la soledad nos llevó a cuestionar su orientación sexual, ya que nunca vimos a ninguna chica a su lado. Con el tiempo, descubrimos que una joven de la universidad lo había engañado por dinero, lo que dejó una marca profunda en su corazón. Desde aquel episodio, se ha refugiado en su trabajo, construyendo muros alrededor de sí mismo y evitando el contacto con el sexo opuesto. Mi esposo y yo nos hemos propuesto ayudarle a encontrar un nuevo rumbo a través de un matrimonio arreglado que le asegure la estabilidad de la empresa familiar. Y, según nos explicó nuestro abogado, si así lo desea, podría adoptar a un hijo sin necesidad de mantener una relación con la mujer que elijamos para él. Pero la sorpresa que me lleve está mañana fue muy buena, al saber que estaba enamorado, no fue fácil hacer hablar a mi hijo, pero hay donde estás sentada me confesó que te quería y que no sabía cómo en una semana llegó a sentir tanto por una mujer que acaba de conocer. No te pido que lo perdones es más si quieres te ayudo hacerlo sufrir un poco, es mi hijo, pero así no se hacen las cosas, te reitero cuentas con mi ayuda.

-       Gracias por sus palabras señora.

-       Deja la formalidad dime Nataly, ahora somos familia hija.

-       Disculpa Nataly, pero entiende esto no es fácil, yo tengo una vida y si no lo sabes tengo una hija de 10 años, no puedo llamar a casa y decirle hija te vienes conmigo a vivir a un país que ni siquiera sabes el idioma.

-       Lo entiendo hija, es difícil, pero solo intenta y si necesitas ayuda solo llámame.

Ellas siguieron conversando un buen rato en la cocina como si fueran las mejores amigas, Timoteo las encontró entre risas y le sorprendió al encontrar a Valeri con su mamá y más al verlas reír.

-  Valeri no te fuiste, dijo este entrando a la cocina.

-  No tonto o acaso no la vez acá, disculpa hija este a veces se comporta como tonto, dijo su madre.

-Tranquila suegra ya estoy acostumbrada.

- Hija ya me tengo que ir\, pero ya sabes te espero el fin de semana en mi casa.

- Bueno yo le aviso\, gracias por todo.

- De nada hija ya somos familia.

La mamá de Timote se va de la casa y los deja solos. Timote se acerca e intenta abrazarla.

-       No me toques, por favor. Toma asiento, tengo algo importante que contarte.

-       Claro, estoy aquí y listo para prestar atención.

-       Primero, mi plan es volver a Colombia para resolver ciertos asuntos. En segundo lugar, si decido quedarme a tu lado durante un año, necesitaría que me permitas viajar al menos una vez al mes; supongo que, dado que tienes un avión privado, eso no debería ser un inconveniente. Y, por último, estoy dispuesta a colaborar con lo del matrimonio, pero lo de tener un hijo es un tema más complicado, como dice el refrán: "el tiempo lo dirá".

-       Valeri, tengo una propuesta que podría interesarte: puedo conectarte con alguien que se encargue de gestionar tu empresa en Colombia, así podrías evitar esos viajes mensuales y concentrarte en lo que realmente importa.

-       ¡Te lo pondré fácil! - Este viaje no se trata de la empresa; si lo ignoras, recuerda que mi hija está allí y no tengo intención de traerla de regreso, al menos no hasta que tenga la certeza de que esto realmente avanza. Eres consciente de que todo esto está mal. Ahora, necesito hacer una llamada y voy al hotel a recoger mis cosas.

-       No te inquietes por eso; tus pertenencias ya están en la habitación. Este es tu hogar, así que siéntete libre de usar lo que necesites.

-       ¡Perfecto, muchas gracias!

Llamada

-       ¡Hola, cariño! ¿Cómo te encuentras, mi tesoro?

-       ¡Hola! ¿Y cómo está tu mamá? Aquí estoy, sumergida en mis tareas. ¡Adivina qué! Tengo que hacer una maqueta del sistema solar, pero mi tía no es precisamente una experta en manualidades, así que me ha tocado enfrentarme a este reto en solitario.

-       ¡Jajaja, me lo imagino! Pero tienes que ser paciente, no olvidas que aún no es madre.

-       ¿Podrías pasármela, por favor?

-       Por supuesto, mamá. Te envío un beso lleno de cariño.

-       ¡Te quiero muchísimo! También guardo en mi corazón un profundo cariño por ti, mi amor.

-       ¡Hola! ¿Cómo te encuentras? ¿Qué tal va tu aventura en Turquía?

-       ¡Ay, amiga! Si supieras lo que ocurrió... Para empezar, te diré que no estoy en Turquía; sigo en Alemania.

-       ¡No me digas que terminaste con ese galán del que tanto me hablaste!

-       Prepárate, porque lo que tengo que contarte es tan asombroso que te dejará sin palabras. ¡Toma asiento!

-       Ya estoy cómodamente instalada, así que ve al grano y no te hagas de rogar.

-       Anoche me case con el alemán.

-       ¿Cómo es posible, mujer?

-       ¡Así es! A partir de hoy, me he convertido en la señora de Vladimovith. ¡Estoy casada!

-       No puedo creerlo, ¿esto es una broma? Valeri, jamás imaginé que pudieras idear algo tan descabellado. Te consideraba más sensata.

-       Ese es el dilema: no era plenamente consciente de lo que sucedía cuando ocurrió. Él me sometió a una sustancia para lograr su propósito de casarse conmigo.

-       Es completamente insólito. No puedo quedarme de brazos cruzados, así que estoy reservando un vuelo ahora mismo. ¡Ese individuo no se saldrá con la suya! ¿Cómo puede hacer algo tan atroz? Prometo que voy a hacerle pagar por lo que ha hecho.

-       No te preocupes, mañana estaré allí. Permíteme hacerte un breve resumen de todo.

-       Vamos, suéltalo de una vez; me vas a dar un susto de muerte. ¡Esto se siente como una novela apasionante que tanto disfrutas leer!

-       Te prometo que sí, visualiza esto: Timote es un magnate adinerado, y al más puro estilo de las historias más emocionantes, para alcanzar el éxito completo, debe casarse y convertirse en padre en un año. Y, como si se tratara de un giro inesperado en la trama, adivina quién se quedó con el Baloto.

-       ¡No puedo creer lo, Valeri! ¡Madre mía, ahora eres millonaria y además estás unida a ese bombón! ¡Tienes una suerte increíble! Vaya, parece que nos encontramos ante una situación delicada con tu hija. ¿Cómo abordarás este tema tan complicado?

-       Aquí está la esencia de mi decisión: voy a ofrecer mi apoyo a Timote durante un año. Si en ese lapso no veo esperanzas de que esto funcione, empacaré mis cosas y volveré a mi país. Sin embargo, no esperes que lo ponga en bandeja de plata, porque el dinero no es mi problema. Mi prioridad es mi hija; es mi mundo y no la involucraré en esta situación hasta estar convencida de que él es un buen hombre y que ella lo aceptará.

-       Tienes razón, amiga. Hay una gran diferencia entre la pasión del instante y lo que implica compartir la vida diaria. Y tengo que decirte, ¡a veces te elevas al nivel de insoportable! Jajaja, pobre de él, ni idea de lo que le espera.

-       ¡Ajajaja, qué graciosa! No te preocupes, yo me encargo de todo. Solo necesito que me eches una mano con la empresa y con tu sobrina. Tengo en mente hacer un viaje mensual y me encantaría que ustedes también se unan. La buena noticia es que tenemos un avión privado a nuestra disposición, así que los desplazamientos no serán un dolor de cabeza. Lo que realmente me tiene inquieta es ese individuo. Ya sabes que haría lo que fuera por obstaculizarme y no firmaría el permiso por nada del mundo.

-       Sí, ese tipo es un verdadero desafío. No comprendo cómo, siendo abogada, no has logrado eliminar sus derechos. Al fin y al cabo, solo actúa como padre cuando le da la gana o le resulta conveniente.

-       Tú ya sabes que todo lo hago por ella. Además, nunca he dependido de eso, pero me encargaré de esos asuntos cuando regrese.

-       Claro, amiga, te envío toda la buena vibra del universo y que disfrutes al máximo de ese hombre que, por lo que me cuentas, promete ser espectacular. No olvides darme el chisme de cómo estuvo la noche, ¡quiero saberlo todo!

-       Jajaja, ¡no puedes evitar ser tú mismo! Y si realmente es un auténtico semental.

-        ¡Me da un ataque de risa!  Ahora comprendo por qué decidiste no acabar con él al enterarte de su traición; te tiene atada a sus caprichos, ¡qué juego tan extraño! Jajaja, pero bien sabes que ya no hay retorno, mija, ¡te hemos perdido para siempre!

-       No hables tonterías, nos veremos pasado mañana. Dale un montón de abrazos y besos a mi muñeca.

-       ¡Hasta pronto, amiga! Cuídate mucho y que la vida te sonría. chao.

Cuando Valeri termino la llamada suspiro mirando el techo.

-       Dios en que me he metido.

cuando se dio la vuelta hay estaba el parado en la puerta de la habitación sin camisa y mirándola como un lobo a su presa.

-       Que haces hay, no te enseñaron que no se deben escuchar las conversaciones ajenas, que tanto escuchaste.

-       Además de que soy un semental, nada importante.

-       Estúpido, no te creas tanto y sal de aquí no quiero verte, voy a dormir.

-       Otra vez, si has dormido todo el día, además no has comido, la cena está lista.

-       Bueno pide que me suban la comida mientras me baño, además tú no me dejaste dormir anoche.

-       Puedo hacerlo de nuevo si quieres.

-       Ni lo sueñes, fuera de aquí no pienso dormir contigo.

-       Así, estás segura de eso.

Valeri trago saliva al verlo con esa mirada tan profunda que le erizaba toda la piel, pensaba dios este hombre tiene tanto poder en mí, esto será más difícil de lo que creí. Él se acercó a ella, la toma de la cintura, se fundieron en un beso, ella al principio se resistió, pero fue sediento, él lograba sacar algo en ella que ni ella misma conocía, una pasión desenfrenada.

-       Valeri de Vladimovith eres mi perdición, que me has hecho que desde anoche solo pienso en las mil formas de hacerte mía, por dios mujer que me estás volviendo loco.

-       Lo mismo digo, que me hiciste.

-       Sabes Valeri, sé que es protón decirlo, pero te amo como nunca pensé hacerlo, te amo tanto que no sé qué haría si me dejas, te amo con tanta intensidad que sin pensarlo daría mi vida por ti mujer. Lo digo sin mido te amo y no me importa lo que pase. Te amo Valeri Carrasco de Vladimovith.

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