The Kingdom Of Sectrets

The Kingdom Of Sectrets

Capitulo 1

La avaricia de las personas terminó en una fatídica guerra algunos lograron ocultarse gracias a una persona que poseía mucho poder y dinero, en la soledad y desesperados, despojados de todo hogar se aferraron a las promesas de tal hombre, formaron un reino que contaba con seis pueblos divididos estratégicamente entre sí a unas dos horas de distancia . Lo nombraron su rey a pesar de contar con solo veinte años, lentamente todo comenzó a tomar rumbo, se edificaron los pueblos así como habitaron, veinte años ya habían pasado desde la guerra y el rey ya contaba con una esposa y dos hijos. El rey poseía solo una regla, las parejas casadas no debían tener más de dos hijos, afirmaba que con un control poblacional las cosas mejorarían, se utilizó la moneda de intercambio por mucho tiempo hasta que las familias pudieron establecerse y mantenerse por sí mismas. Si alguien rompía la única regla que imponía el rey era obligado a dar a su hijo al castillo para servir en él, lo despojaban de todo apellido y no podían establecer ningún tipo de contacto con él .El rey tenía una mano derecha, una persona en la que confiaba muchísimo, quien se casó y tuvo dos hijos. Todo el orden que había puesto el rey parecía funcionar perfectamente hasta que un día falleció, la muerte dejó en shock a todos los pueblos y hubo días de mucho silencio. La reina tomó el lugar del rey, ya que solo faltaba unos pocos meses para que su hijo mayor adquiriera la edad requerida para reinar, pero necesitaba una esposa. El hijo del rey tenía una novia en el pueblo de Slimy, la reina no aprobaba esa relación y un día dieron la noticia de que él desapareció. Hubo una gran revuelta sobre quien lideraría los pueblos hasta que la reina impuso que ella seguiría en el trono hasta que su otro hijo cumpliera la edad requerida en dos años, casi no se sabía nada de él. Muchas cosas cambiaron en manos de la reina, según la gente de los pueblos no era muy confiable. Mi padre fue la mano derecha del rey durante mucho tiempo, se casó con mi madre a los veinticuatro años y tuvieron dos hijos, Ethan mi hermano mayor y yo. Él falleció cuando yo tenía cuatro años en un accidente de auto, el rey quedó devastado y nos ayudó muchísimo. Mi madre entró en una depresión y mi hermano comenzó a dedicarse a la cafetería que nuestro padre había fundado, se hizo cargo de nosotras y cuido de mi madre a pesar de su corta edad, siempre se ocupó de que no me faltara nada, pero no era una persona afectiva, si cruzaba diez palabras conmigo en la semana lo consideraría un récord. Mi madre ni siquiera hablaba, parecía estar ausente la mayor parte del tiempo y casi no recordaba cómo era el sonido de su voz así que me pasaba la mayor parte del tiempo en la casa de mi mejor amiga, su familia me hacía sentir como si fuera mi casa y su madre trato de darme todo el amor y consejos que mi madre no podía brindarme. No la culpaba, sabía que era una enfermedad difícil de sobrellevar y que no lo hacía intencionalmente, pero el sentimiento de sentirme sola todo el tiempo no se iba por más de que la familia de Agnes me hiciera sentir como parte de ellos. Lo poco que recuerdo de mi padre son recuerdos borrosos, no me acuerdo de su risa o el sonido de su voz, Ethan tenía siete años cuando falleció nuestro padre y por lo que me contaba la madre de Agnes eran muy unidos, sentía que guardaba cierto resentimiento hacia mi madre, pero igualmente siempre se ocupó de que no le faltara nada. En cuanto a mí si bien no tenía un entorno familiar soñado me sentía feliz con la vida que llevaba, una vez que termine la preparatoria me dedique a trabajar en la cafetería, la madre de Agnes siempre nos contaba las historia antes de que comenzara la guerra, ambos padres estaban cursando sus primeros años en la universidad. Aquello parecía tan incierto para nosotros, no podíamos comprender el tipo de vida antes de la guerra, lo veíamos como algo imposible de soñar. La abuela de Agnes era doctora en el hospital que se encontraba en la residencia. En el centro de nuestra ciudad se encontraba el castillo donde vivía el rey, un hospital a una cierta distancia y un lugar donde hacíamos las compras semanales de ropa y víveres. Los pueblos se encontraban distribuidos a dos horas de distancia de este centro. La abuela de Agnes que trabaja en el hospital nos contaba que en su tiempo antes de la guerra, asistió a la universidad para estudiar medicina. Era una de las mejores, teníamos otro doctor que se encontraba en ese tiempo todavía estudiando y la abuela de Agnes le termino de enseñar lo que debía saber, así el rey descubrió que necesitaría gente para enseñar lo esencial para nuestra subsistencia. Así la abuela de Agnes entreno a más personas para practicar medicina, y hoy en día el primer doctor que entreno dirige el hospital y le enseña a Agnes para ser doctora. Agnes me pidió que fuera con ella, hicimos planes y todo, pero finalmente no pude dejar a mi madre y hermano solos, terminé tomando clases de cocina con mi vecina y me dedique completamente a la cafetería, en la que ahora servimos todo tipo de comidas. Nuestro pueblo solo contaba con un bar y un restaurante de lujo a la que mucha gente no podía asistir, así que generalmente la gente solía acudir a nosotros por nuestros bajos precios y con alguno que otro ofrecíamos intercambio, Ethan se disgustaba conmigo cada vez que lo hacía, pero sé que a escondidas le daba comida a los niños que a veces no podían llegar a comprarse una galleta. El padre de Agnes siempre nos contaba que el rey hizo todo lo posible para evitar la desigualdad entre los habitantes por eso en el principio se usó la moneda de intercambio, pero todo esto cambió cuando la reina tomó el poder, la desigualdad se hizo cada vez más grande y tan solo en un año se notaba cada vez más. La gente esta cada vez más desilusionada y algunos cada vez más inquietos, la reina organizaba ferias y regalaba cosas a la gente para mantenerlos contento, sin embargo, mucha gente comenzaba a impacientarse sobre el estilo de vida y si habría algo más allá de donde vivíamos, una regla que impuso el rey más allá de su única regla fue que las personas podíamos visitar los otros pueblos, pero si llegábamos a visitar algo más allá de los 600 kilómetros no seriamos nuevamente recibidos en la sociedad, tendríamos que conformarnos con vivir en el bosque. Según mi hermano, mi padre se opuso completamente a esta regla, fundamentando que debía haber alguien más allá de nosotros y que debíamos buscar la manera de volver a formar la vida como antes de la guerra, la reina se opuso a esto y el rey para calmar las cosas termino decretando esta nueva norma. Luego de que el rey falleciera varias personas desesperanzadas dejaron los pueblos, afirmando que tendría una buena vida antes que caer en manos de la reina, sin el rey ya no había nadie que equilibrara las cosas mucho más después de que su hijo de veinte años escapara justo antes de acceder al trono. Algunas personas decidieron aguantar hasta que su otro hijo suplantara a su madre, pero fueron dos años de desesperanza para algunos y de casi vivir en la miseria para otros. Al ser un pueblo chico nos conocíamos entre todos y tratábamos siempre de ayudarnos, pero estábamos atados de pies y manos, con mi hermano hacíamos funcionar bien la cafetería, pero era lo suficiente para mantenernos, ya que con la muerte de rey también comenzaron a cobrar un impuesto a cada persona que tuviera un negocio, las ganancias iban ahora un 40% para el reino y el resto para nosotros. Las únicas personas que tenían un sueldo decente eran las que trabajan en la zona del castillo, les daban casas para vivir gratis solo por servir a la realeza y las personas del pueblo de Sandy eran las mas adineradas.

―Deberías agregar horas extras al club de lectura ―me suelta Agnes una vez que ingresa por la puerta de la cocina, habíamos estado hasta altas horas de la noche hablando y dijo que pasaría a verme antes de volver a la zona residencial.

―No tengo más tiempo de leer libros ―le digo apuntando con el batidor limpio antes de empezar a batir una crema de limón.

―Puedes mentirle a tu hermano Beth, no a mí que sé muy bien la cantidad de maquillaje que tienes puesto para taparte las ojeras por quedarte leyendo hasta la madrugada.

―Totalmente culpable ―respondo riéndome porque me conocía demasiado bien.

―¿no puedes quedarte un rato más?

―No, tengo que volver pronto. Además, quiero volver a ver a mi sexy superior.

―No puedo creer que sigas insistiendo con él, creo que fue muy claro y te dijo casi diez veces que era tu supervisor y no podía pasar nada entre ustedes.

―No me doy por vencida tan fácil. Por cierto, no sabes la noticia que tengo, me entere hace un rato, pero no quería llamarte. Mi padre me contó que la reina le cederá el trono a su hijo menor ―exclama con dramatismo.― Pronto habrá una coronación real.

―Pensaba que seria en seis meses, cuando el príncipe cumpliera los veintiún años, no era así la regla. ¿Habrá sucedido algo?

―No tiene elección, se la sede a su hijo ahora o un pariente cercano tomará su lugar.

―Bueno es media arpía la reina, tal vez mejoren un poco las cosas por aquí ―digo acomodando las cosas que termine de usar en el lavaplatos.

―Sí, supongo que podemos soñar. Habrá un baile real.

―¿Eso existe? ―pregunto intrigada, ya que nunca había presenciado un baile real. Agnes me contó que eso existía en la vida antes, teníamos bailes en la preparatoria, pero según ella esto era más formal.

―El príncipe necesita casarse antes de acceder al trono, así que la fiesta es solo una excusa para qué la reina elija con quien se va a casar.

―Suena aburrido, de todos modos no lo realizaron con el príncipe Henry así que no te hagas ilusiones de que sucederá.

―El príncipe Henry se opuso a efectuar el baile porque ya tenía una novia, pero como la reina se opuso a esa unión y el príncipe desapareció antes de que organizaran los preparativos, pero esta vez el príncipe Max no tiene posibilidades de rechazar el trono.

―Supongo que las cosas no pueden empeorar más de lo que ya lo hizo la reina.

―Podría ser mucho peor, debería volver antes de que salga el trasporte.

Me despedí de Agnes un poco triste porque no la volvería a ver por unas cuantas semanas, además de hacer prácticas en el hospital por vivir en la residencia tenía que ayudar con los preparativos del baile. Decidí quedarme hasta tarde preparando cosas para la mañana y trate de ordenar y limpiar toda la cafetería, Ethan me había dejado sola hace horas, diez minutos después de cerrar desapareció por la puerta. Leí casi cinco capítulos de la novela que me había traído Agnes ayer y perdí la noción del tiempo, cuando volví a mi casa la calle estaba sumida en un silencio y oscuridad. Entre sin hacer ruido para no despertar a Ethan, normalmente no era de hacerme problemas por los horarios en los que regresaba a casa, trataba de no molestar demasiado a mi madre, Ethan nunca me lo dijo directamente, pero sé que pensaba que la depresión de mi madre era en parte mi culpa, mi madre ya estaba depresiva antes de que falleciera mi padre, pero por lo menos lo intentaba por nosotros, cuando falleció mi padre no salió más de su habitación y rara vez la veía caminar por la casa. Una vez que estaba lista para dormir, programe mi despertador un poco más tarde de lo normal, ya que la mayoría de las cosas que debía preparar temprano en la cafetería ya las había realizado. Cuando salí del baño Ethan estaba tras la puerta esperando que terminara.

―Me quede preparando todas las cosas para mañana ―le digo una vez que salgo y comienzo a caminar hacia mi habitación.

―Elizabeth, tenemos que hablar mañana ―me dice preocupado y comienzo a inquietarme, Ethan no muestra nunca sentimientos―. Hablaremos en la cafetería mañana.

―Allí estaré, buenas noches, Ethan ―le digo y vuelvo hacia mi habitación.

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