CAPÍTULO 3

...NARRADOR...

En otro sitio, de la misma ciudad. Un hombre furioso se encontraba en su oficina, revisando unos documentos que eran muy beneficiario para su empresa, si el contrato se llegara a firmar, sin embargo, no se podía concentrar en el contrato que estaba leyendo.

Lo saca de sus pensamientos su secretaria que acaba de golpear la puerta de la oficina.

...-Pasa.- le dijo...

...-Señor Rossi, ha llegado hace un momento un sobre para usted.- Callo, antes de decir quien mando aquel sobre.- Él sobre viene de parte de la Señora Victoria Campos de Rossi, creí que el sobre debía llegar a sus manos de inmediato.- Frida se acercó al escritorio de su jefe, y dejando encima de este el sobre....

Daniel se le quedó mirando.- Ha hecho bien, señorita Frida, puede retirarse.- Saco la vista de su secretaria para ver el sobre que se encontraba justo al frente de él.

Frida no contestó nada, solo asintió con la cabeza para girarse y salir de la oficina.

Dudaba si debía o no abrir aquel sobre. Tardo alrededor de media hora en decidirse en abrirlo, saco la carta que escribió Victoria y los papeles de Divorcio de este. Al ver los papeles de divorcio, una ola de odio e ira lo invadieron por dentro, dejo los papeles arriba del escritorio de nuevo y agarro la carta que estaba escrita de puño y letra de la mujer que asesino a su madre. Se puso a leer las palabras que estaban plasmadas en esta y al terminar, arrugo aquel papel y lo arrojo convertido en una bolita a la papelera.

-No, Victoria, no creas que te vas a divorciar de mí tan fácilmente, eso nunca sucederá. No puedo perder lo que es mío y si tengo que estar toda mi vida atada a ti lo estaré. Y de paso te haré pagar la muerte de mi madre yo mismo con mis propias manos.- Del enojo que lo invadía comenzó a tirar todas las cosas de su oficina, dejándola hecha un completo desastre.

La secretaria que se encontraba, en ese momento sentado en su escritorio, escuchaba como su jefe estaba arrojando las cosas de su oficina, y se preguntaba ¿Por qué estaba tan enojado? ¿Qué había enviado la mujer para hacer que su jefe se pusiera así?, ella sabía que Victoria Campos era la esposa de su jefe.

Frida se debatía en sí, debía entrar he intentar calmar a su jefe o llamar a la señorita Julieta que era la novia de su jefe para que lo calmara. Así como ella sabía que su jefe estaba casado, también sabia de la existencia de su novia, como a la vez ella era su amante.

Adentro de la oficina, el hombre aún seguía tirando cosa, ya no era solo lo del escritorio, sino todo lo que encontraba en su camino. Daniel, alguna vez le dijo a Victoria que la amaba con locura y le llevo la contraria a su madre para casarse con ella. En aquel entonces se negó a casarse con Julieta, la mujer elegida por su madre, y tampoco le importaba que esa mujer fuera la hija de uno de los hombres más poderoso del país. Él tenía sus propios planes.

Nadie sabía cuáles eran sus planes.

-Madre, prometo vengarme de esa mujer malvada.- Comenzó a llorar en silencio.

Un rato más tarde, se secó las últimas lágrimas y llamo a su secretaria para que limpiara el desastre que dejo. Las horas pasaron y el momento de volver a casa llego, pero, no tenía ganas de estar en su casa solo. Tenía ganas de ir a un bar a beber y olvidarse de todo por un momento.

Llamo a su amigo.

-Brandon ¿Estás ocupado?

-No, ¿Qué sucede?

-Entonces encontrémonos en el bar de siempre.

-Te espero allí.- colgó la llamada.

Salió de la empresa, y se dirigió hacia el bar donde se encontraría con su amigo y de paso se emborracharía.

Al llegar al bar se encontró con que su amigo no llego aún, dijo que lo esperaría allí, y aún no llego. Se quedó esperando afuera del lugar, saco un atado de cigarrillo del bolsillo de su saco y saco uno de este, y lo volvió a colocar en su bolsillo mientras, colocaba el cigarrillo en su boca.

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