...Narra Victoria...
¿Cómo explicar todos los sentimientos y emociones que en estos días me han inundado? Si realmente lo tuviera que explicar, diría no puedo porque son muchos y están tan dentro de mí que no podría explicarlo.
No fueron los mejores días, ni mucho menos lo que esperaba. ¿Y qué esperaba? No sé, simplemente esto no era.
Mañana se cumple una semana de estar de vuelta, de respirar de nuevo ese maravilloso aire de libertad. Pero no todo es maravilloso, estoy en la calle, pero se siente como si estuviera aún encerrada.
Desde el momento en el que volví al barrio y mis vecinos notaron mi presencia, las salidas han sido horribles, sus acciones, sus murmullos cuando paso y sus miradas son juzgándome me siento en una nueva prisión.
Yo sabía que iban a hablar, pero me creía más fuerte. Debo admitir que me equivoque, escuchar los murmullos a mi espalda son como puñaladas en mi alma. “¿De verdad es inocente? ¿Cómo la dejaron libre?” Y muchas cosas más y dolorosas.
Mi querido Lolo, era un pequeño de 10 años cuando entré a prisión, y a pesar de que yo ya no vivía en casa, y nos veíamos con poca frecuencia, él me ha defendido una y otra vez desde que volví. Yo tendría que ser la que lo defendiera, le llevo 10 años, debería ser la que está preocupada por su bienestar y no al revés, o no a su edad de adolescencia.
Lolo es el que intenta que vuelva a integrame en esta sociedad, más de una vez en esta semana me ha hecho salir de casa. A pesar de estar en la adolescencia una etapa difícil para todos, él se comporta como un verdadero adulto, soporta escuchar lo que nuestros vecinos y conocidos hablan de nuestra familia.
Yo salía con él para recuperar ese tiempo perdido, ese tiempo que nos fue robado por personas maliciosas que no pueden vivir sin provocar daño.
Hoy vinimos al parque que está cerca de casa, ya está anocheciendo, el paisaje de ver como el sol va cayendo en el horizonte es increíble, deberíamos volver ya a casa.
—Lolo es hora de volver — le dije me levanté del banco en donde nos encontrábamos sentados charlando y tomando mates.
—Tienes razón, papá nos debe estar esperando para cenar. — Lolo parándose mira una vez más el lago que teníamos enfrente y comienza a caminar hacia la casa.
Cuando llegamos, como dijo lolo papá estaba esperándonos. Se encontraba colocando la mesa para la cena. Desde la puerta del comedor me quedé observando, mi hermano entró al comedor y saludó.
¿Quieren saber algo? Extrañaba esto, cuanto tiempo añore este momento. Papá como siempre nos mandó a lavarnos las manos como si fuéramos aún unos niños. Y para él supongo que seguimos siendo ese par de niños, que hacían travesuras.
Volvimos a la mesa y como en toda esta semana cenamos en familia, solo faltaba dos personas más en esta mesa para que la familia estuviera completa. Mi hermano mayor, el cual se fue de casa al cumplir la mayoría de edad, y mi madre era la otra persona que faltaba aquí, ella falleció mientras yo estaba encerrada. Un maldito cáncer le arrebató la vida.
Desearía haberme despedido de ella, haberla abrazado fuerte y que sintiera cuanto la amaba, pero no pude, no me dejaron estar cerca de ella. Y mentiría si dijera que no la necesito en este momento conmigo.
Hace días, fui a su tumba y allí fue donde tomé una de las decisiones más importantes de mi vida, creo. Debía contárselo a mi familia hoy, y también quiero revelar otro secreto que he guardado.
—Papá, Lolo deseo contarle algo. — ambos pusieron la mirada en mí— Hace unos días como saben fui a la tumba de mamá, hacía ya días que venía pensando una idea y tomé la decisión de irme. — el silencio se hizo en el comedor— Quiero vivir una vida tranquila, salir a la calle sin ser juzgada, sin escuchar los murmullos de la gente preguntándose si soy inocente realmente. — suspire— también la decisión fue tomada porque quiero contarle uno de mis más grandes secretos. Pocos días después de entrar en la cárcel, me enteré de que estaba embarazada, y tuve dos gemelos. — vi sorpresa en su mirada—Mis niños hoy tienen cuatro años y no pudieron tener una mamá presente como lo hubiera deseado, se encuentran en otro país a cargo de la única persona que podía confiar que se haría cargo de ellos y los cuidaría como propios. Quiero un futuro distinto para ellos y que no lo señalen en la calle por ser mis hijos. — ¿Cómo pude esconder este secreto de ellos? Fácil, no me dejaron recibir muchas visitas, en los primeros años.
La cara sorpresa e incredulidad de mi padre y hermano era para una fotografía y no era para menos con semejante bomba. Creo que están pensando que me he vuelto loca. Y podría ser verdad, pero, también es verdad que tengo dos hijos de cuatro años, el primer año le pedí a mis padres que dejen de ir a visitarme porque sabía lo que estaban sufriendo y como mi madre luchaba contra su cáncer, mientras su única hija estaba encerrada. Aparte de que solo eran cortos períodos y una vez al mes lo que me dejaban verlos.
Cuando mamá falleció papá comenzó a ir a visitarme de nuevo, pero eran muy pocas veces la que lo dejaban verme.
—No sé exactamente qué decir. — hablo por fin mi padre— Hija soy feliz, tengo dos nietos, pero, al mismo tiempo triste porque no lo he conocido. Y sé que estás creyendo que pensamos que esta loca, sin embargo, no sé qué lo que dices es verdad, algo dentro de mí sabía que algo estabas ocultando. — la tranquilidad con la que habla mi padre se hacía sentir— Y acepto tu decisión, debes ir por eso dos pequeños y darle esa madre que se merecen los niños y ese amor de su madre que se le fue negado por un largo tiempo, puede que te hayas perdido muchos momentos de ellos, pero, ve no pierda más momentos. —Se levantó y me abrazó— Ve por tu felicidad pequeña.
—Gracias por entenderme, papá— dije entre lágrimas— Pero, antes que me vaya a encontrar con mis pequeños debo pedirle el divorcio a Daniel, sé que me odia. Deseo darle la libertad de este matrimonio que único bueno que trajo fueron los gemelos, todo el resto fue sufrimiento y dolor— me calle— No le diré de los niños, al menos no ahora. Sé que suelo egoísta, y quiero ser egoísta por ahora.
Entendí el dolor de mi esposo cuando perdió a su madre, lo que no puedo entender es porque no dudo ni por un segundo de mi inocencia. Aún dolía que no hubiera creído en mí y ni se permitiera dudar de mi inocencia, capaz cuando ese dolor deje de existir en mí le diga que tenemos dos niños.
—Hija, no te sientas angustiada por tu decisión, eran muy jóvenes cuando se casaron, y aun no estando de acuerdo, vi en el que te amaba realmente y tú a él. Me hubiera gustado que esperaran un poco más, y tú terminara tu carrera universitaria, pero las cosas sucedieron de este modo y ahora debes seguir caminando hacia adelante, sin voltear. Si no está lista para decirle de ellos, entonces espera a estarlo. — ¿Será que alguna vez esté lista?
Sin embargo, escuchar esas palabras de mi padre me ponían feliz, no decepcione a mi padre. Era hora de pedir el divorcio, y que ambos podamos ser felices, y comencemos de nuevo, pero separados uno del otro.
Me tomó un par de días decidir cómo debía pedirle el divorcio al hombre que una vez ames como a nadie, lo pensé mucho y decidí hacerlo por medio de una carta.
Tome una hoja en blanco y una lapicera azul para comenzar a escribir.
...Para: Daniel Rossi...
^^^15 de septiembre^^^
Querido Daniel, seguro que estás sorprendido por recibir esta carta, te estoy escribiendo por un motivo, sé que podría llamarte o simplemente ir a verte. Pero me pareció mejor elección escribirte, el motivo por el cual lo estoy haciendo es para que firme los papeles de divorcio, y terminemos esta relación que los une de una vez y por toda, no sirve de nada seguir alargando más tiempo esto, también te voy a decir que siento mucho lo que paso con tu madre, capaz nunca nos llevamos bien, pero tampoco quería que ella tuviera aquel final, espero que algún día den con el verdadero culpable y pague por el crimen que ha cometido. Ya dicho todo me despido y en el sobre junto con la carta encontrarás los papeles de divorcio, no quiero nada, simplemente quiero darte tu libertad en esta relación y yo obtener también mi libertad para seguir mi vida.
^^^Te deseo lo mejor… Hasta siempre.^^^
...***Victoria Campos***...
Terminé de escribir la carta con un nudo en la garganta muchas emociones se removieron, tome los papeles de divorcio y los coloque junto a la carta en un sobre marrón, y lo cerré. Salí de casa con rumbo a llevar el sobre para que sea entregado lo más pronto posible.
Necesitaba poder cerrar este capítulo de mi vida por fin.
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Comments
Elvira Fretes
guauu no me esperaba que tuviera hijos, lo raro es que tú marido no haya pedido el divorcio, esto está muy interesante
2023-11-19
5
MariaLuisa Nava
Se está poniendo interesante, por el secreto que acaba de revelar, sus hijos!!
2023-08-11
0
Paty Guzman Ceja
disculpa escritora pero tu novela es muy parecida a una que se llama por amar a ciegas...
2023-06-25
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