No estaba muy segura de lo que estaba pasando conmigo, iba muy confiada en aquel auto hasta que una idea se me vino a la mente ¿Y si eran secuestradores? ¿Asesinos? Un temblor invadió cada rincón de mi cuerpo, eso era lo más lógico que se me pudo ocurrir, porque no es normal que después de un accidente el accidentado vaya a parar a la casa de un completo extraño solo para “pagar” el daño ¿o sí?, tantas cosas comenzaron a llegar a mi cabeza hasta el punto de que comenzó a doler, estaba segura de que tenía que bajar inmediatamente de ese auto. Pero no sabía cómo lo lograría, las puertas tenían seguro y si se lo quitaba lo más seguro es que volverían a ponerlo desde la parte delantera.
— ¿Saben? Ya me siento mejor, así que será mejor que yo baje aquí y hacemos como que nada paso. – dije tratando de no sonar muy nerviosa.
— Por supuesto que no, tú irás con nosotros, en estos momentos no necesitamos hacer un escándalo o que tú le digas a la prensa lo ocurrido provocando un drama.
— ¿A la prensa? ¿Qué tiene que ver la prensa con esto?
— ¿Cómo? – pregunto el señor mientras asomaba su cara hacia atrás para verme - ¿Acaso no sabes quién es Leo? – dijo con asombro.
— No… - conteste mientras miraba a joven de nombre Leonardo, aunque no logré identificarlo con alguien que haya visto.
— No lo puedo creer – dijo decepcionado. - ¡ah! Me olvidada, lo siento, no sé dónde quedaron mis modales, me llamo Klein y él es Leonardo, ¿Cuál es tú nombre? – me preguntó con una sonrisa, al parecer esta persona era totalmente opuesto con el malhumorado que llevábamos como piloto, no supe cómo reaccionar, la verdad no me daban la impresión de ser malas personas, de mi boca solo salían monosílabos, no sé qué impresión habrán tenido de mí, pero, no sabía qué decir ni cómo actuar. – No te preocupes, nosotros somos personas de fiar, tal vez cuando convivas un poco con nosotros te sentirás segura. – me sorprendí al escucharlo decir eso, parecía que había leído mi mente, yo solamente asentí con mi cabeza.
— Me llamo Lucy es un placer conocerlo señor.
— Olvida lo de señor, solo llámame Klein. Además no soy tan viejo como para que me digan así. – me ruboricé de la vergüenza.
— En ese caso, es un placer conocerte Klein.
— Lo mismo digo, Lucy, tienes un bello nombre.
— Gracias.
El resto del camino fue en total silencio, hurgué en mi mente el rostro de Leonardo ¿por qué debería conocerlo? No se parecía a ningún chico que haya conocido en la vida. El carro se detuvo, por la ventana solo pude ver una gran casa, era tres veces la mía, abrí la boca sin querer ¿esa era su casa?
— Llegamos – dijo el piloto mientras salía del auto y entraba a aquel lugar que parecía una mansión.
— Te ayudo a bajar. – decía Klein mientras extendía su mano en busca de la mía, una vez que estuve de pie me pasó las muletas y me ayudó a entrar.
El jardín era enorme, fácil se podría tener una fiesta con 100 invitados ahí, parecía un parque, tenía árboles, pasto, arbustos y algunas flores, se notaba que todo estaba muy bien cuidado. La casa era de dos pisos, blanca en el exterior con dos pilares en la entrada, grandes ventanales, tal vez el doble o más de mi estatura, pobre de quien los limpie; al entrar no pude evitar abrir la boca, la sala de estar era ¡enorme! Se podría tener una buena fiesta ahí dentro. Había varias puertas que no supe qué eran, lo que si pude notar es que aun lado de las escaleras estaba el comedor y al fondo una puerta, supongo que era la cocina.
— Lo siento, Lucy – dijo de pronto Klein, quien me sacó del asombro que sentía por aquel lugar.
— ¿Por qué?
— Tendremos que subir las escaleras. - decía mirando hacia arriba.
— Oh - Fue lo único que pude decir al ver las escaleras tan altas.
— ¿Quieres que te ayude?
— No gracias, yo… – estaba a punto de decir “yo puedo” pero me detuve ¿en qué pensaba? No podía quedarme en este lugar, con estas personas desconocidas – no creo que pueda quedarme.
— ¿Qué? – dijo con asombro - ¿por qué?
— Seamos sinceros, él no me quiere aquí, yo no quiero estar aquí, a todo esto ¿por qué debería quedarme? Somos desconocidos y no creo que esto sea buena idea, mi hermano no estaría de acuerdo y…
— Basta de quejas – dijo el dueño de aquel lugar desde arriba.
— No son quejas – repliqué – solo digo la verdad, debo buscar algún otro lugar, instalarme, prepararme para el inicio de clases y…
— ¿Con qué dinero? – preguntó Klein – recuerdo que en el hospital mencionaron que no tenías mucho – Leonardo bufó.
— ¿Quién viaja sin dinero? – se burló
— ¡Si tenía! No soy tonta ¿sabes? Solo que… ¡me lo robaron! ¿acaso fue mi culpa?
— Tal vez eso no, pero si tus padres te hubieran enseñado a mirar antes de cruzar esto no hubiera pasado y no tendríamos este lío – un nudo en la garganta apareció al escuchar que mencionaba a mis padres, ¡claro que me enseñaron! Quise decir, pero no pude, el dolor de no tenerlos en mi vida me dolía demasiado.
— ¡Basta! – nos regañó el mayor – no vale la pena pelear por algo que ya pasó – volteó con Leonardo y lo fulminó con la mirada, él solo levando las manos y se fue. – Ven Lucy, vamos a que te sientes un momento.
Me acompañó hasta el sofá y nos sentamos un momento, comenzó a disculparse por todo, desde el golpe con el auto, el hospital, la forma en que Leonardo me habla y el cómo sin preguntarme decidieron llevarme a esa casa.
— Es para protegerlo… - dijo de golpe.
— ¿Protegerlo? ¿a quién? ¿Leonardo? – pregunte confundida.
— Sí.
— ¿Por qué necesitaría protección?
— Verás – sonrió – la verdad, no sé cómo decirlo, porque a estas alturas es imposible que esto pase.
— ¿A qué te refieres?
— Bueno es que, debo protegerlo de la prensa.
— ¿La prensa? ¿qué? ¿acaso es un artista o algo así? – su sonrisa me indicó que yo estaba en lo correcto.
— Deja presentarme como es debido. – dijo poniéndose de pie – mi nombre es Klein, soy el manager de Leonardo canta autor pop del momento.
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Updated 147 Episodes
Comments
Erikaa Pacheco
🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰
2023-10-28
1
Olga Sanchez Guerrero
😉😉😉
2022-09-11
0
Laurita Zumaya
_¿La prensa? ¿qué?¿ acasa en un artista
2022-09-01
1