Capítulo 2.

Elizabeth estaba tirada en el suelo,miro con nostalgia los caballos de sus padres alejarse,hasta que se perdieron de su vista.

Ella estaba tirada a un lado del guardia el cual habia muerto aplastado por el caballo cuando este perdio el control.

-¡Papá,mamá no me dejen.Me eh quedado atras vuelvan por mi por favor...!- Grito Elizabeth mientras lloraba desconsoladamente.

Empezo a mirar a su alrededor, estaba completamente sola.Sentia ruido de muchos pasos apresurandose hacia ella,pero estaba demasiado lastimada para levantarse y se desmayo.

Al despertar Elizabeth estaba en un lugar que nunca habia visto antes, entre cuatro paredes en una pequeña sala.Aún estaba media somnolienta pero logro escuchar a los hombres que hablaban en la sala de al lado:

-Tengo que admitir que la niña es hermosa,pero eso no saca el hecho de que es una niña aún.-Dijo el dueño del burdel.

-No pedimos mucho dinero,y seguro atraera cientos de clientes...-Insistio el ladrón.

-Bien bien,te dare solo 50 monedas de plata por la niña.-Accedio el hombre.

Elizabeth al escuchar eso se asusto,no entendía para que la queria aquel hombre,pero no se pensaba quedar ah averiguarlo.

A duras penas se levanto del suelo y salio al pasillo.Aún se sentia mariada y cayo al suelo,se volvio a parar y empezo a caminar agarrada de la pared.

Derrepente escuchó a unas personas gritar,al parecer ya se habia percatado de que habia huido.

Empezo a correr agitada y aun estaba mareada ,choco con varias personas mientras corria por el pasillo las cuales estaban medio vestidas y salian de sus cuartos.Todo eso la habia asustado y solo seguia corriendo llorando esperando encontrar la salida.Ella esperaba con muchas ansias que su padre la fuera a rescatar pero al parecer él no llegaría.

Ella no podia creer aún que su padre y madre a quienes amaba tanto la hubieran dejado atrás solo para asegurar su propia vida,mientras que ella solo había quedado a su suerte. Un rencor hacia ellos crecía en el corazón de Elizabeth a medida que recordaba como la dejaron.Y las esperanzas se desvanecían al no poder encontrar la salida.

Ella seguia corriendo y a medida que avanzaba escuchaba sonidos obscenos salir de los cuartos que estaban en el pasillo. Ella no entendía del todo que provocaba que las mujeres gritaran así.Ella tapo sus oídos con ambas manos mientras corria. Y solo deseaba con todas sus fuerzas que su padre hubiera vuelto por ella y la sacara de ese lugar. Pero eso no parecía que fuera a suceder. Desesperación, miedo, todos esos sentimientos recorrían su pequeño cuerpo.

Al final del pasillo vio una puerta que salia a la calle,ella sintió una felicidad inexplicable y aunque estaba cansada de correr siguió corriendo desenfrenada. Esa puerta era una esperanza para ella y también deseo que sus padres estuvieran fuera buscándola. Justo cuando estaba a punto de salir por la puerta la paro un guardia que al parecer cuidaba la entrada.