Capítulo 19.

Elizabeth sentia los pasos de los caballos acercarse a ella cada vez más. Estaban tan cerca que ella podia sentir sus voces.

Estaba tan distraida que no pudo notar que se le acababa el camino.Antes de ser atrapada por los guardias el caballo de Elizabeth intento frenar pero no pudo y ambos calleron por un acantilado.

Elizabeth en la caida se separo del caballo y cayo solo unos tres metros mientras que el caballo cayo al acantilado.Ella habia quedado en un orilla y estaba sujeta de unas rocas las manos le temblaban por la fuerza que ponía en no caer.

Los guardias al ver el caballo caer pensaron que Elizabeth también habia caido.

Ella se sostenia con todas sus fuerzas de aquella rocas.Los brazos de ella no eran como los de las demas damas,aunque Elizabeth no tenia musculos ella si poseia una gran fuerza ya que siempre tuvo que cargar cosas pesadas en la mina y trabajar duro.Con todas sus fuerzas hizo lo posible para subir,hasta que al final lo logro.

-Estoy viva...

Sus manos temblaban por el susto. Un poco más y habría muerto. Todo sería en vano si ella moría.

Al subir se paro por unos minutos y se quedo admirando aquel lugar donde estaba.Ella podia sentir el calor del sol en su cara.Su pelo que estaba suelto y le caia por la espalda se elevaba con las rafagas de viento.Sus pies descalso sentian en suelo rocoso.Y sus ojos apreciaban aquel hermoso paisaje y la luz que el sol desprendía. Sus uñas sangraban ya que habia agarrado con tanta fuerza que hasta se las corto.

Tanto tiempo encerrada en el cuál solo podia apreciar los rayos de sol que entraban por un agujero de la celda.No habia claridad ninguna en aquel lugar todo era oscuridad y se perdia la nocion del tiempo.Pero ahora finalmente era libre y recien podia notarlo.

Cuando Elizabeth termino de apreciar su libertad se dio cuenta de que no podia ir a ningun lado.Habia quedado atascada entre el acantilado y una pared gigante de rocas que estaba detras de ella.Era tan empinado que le parecio imposible la idea de trepar.Y no habia camino ni para su derecha ni para la izquierda. En ese momento penso:

Espero que Lucían tenga mas suerte que yo.

Los guardias se habian ido y Lucían seguia buscando a Elizabeth pero no la encontraba por ningun lado ni su cuerpo ni el del caballo.Entonces se lleno la cabeza de esperanza pensando que quizás habia podido llegar algún pueblo. Él sabía que esa era una cosa muy poco probable pero no podia ni siquiera pensar en la posibilidad de que ella capaz hubiera muerto.Asi que se empeño en salir del bosque e ir hacia el pueblo más cercano a buscarla.