Quería salir de una vez de este coche, me sentía muy nerviosa al tenerlo a mi lado, me dio como electricidad cuando posaba sus manos en mi espalda descubierta, tenía que cerrar mis ojos para contener mi respiración entrecortada, me había tensado tanto que hasta se me ponía la piel de gallina, no sé como explicar lo que había sentido, pero de que mi reacción fue extraña, lo fue. Solo Jame me hacía sentir así pero esta vez fue diferente, solo ponía concentración en la forma en que me acariciaba hasta que le pregunté si ya habían terminado y cuando me dijo que sí me separé rápido para poder liberarme de esa sensación.
Cuando me dijo que suba a su auto quería reusarme de todas las maneras posibles, pero no quería darle problemas a chico, además me sentía cansada como para entrar a una disputa con Liam.
Él me hablaba como si nada, lo único que hice fue mirar por la ventana y responderle, con solo mirarlo a los ojos temía a ponerme como un tomate.
Recibí la llamada de Kate, quería que nos encontráramos para almorzar, acepté con mucho gusto ya que no había comido nada desde la mañana.
Luego de un par de horas me encontraba en casa. Me detuvo cuando estaba a punto de bajar solo para informarme que conoceré a su madre y que me enviará profesores de ética, que chistoso, ahora piensa cambiar mi forma de ser, ¿pensará que por no tener dinero lo dejaré en vergüenza?, las ganas de dejarlo en ridículo no me faltaban, pero si fallaba la presentación ante su madre todo se vendría abajo y estaría con mis padres en la calle por lo que solo asentí.
Me fui directo a mi habitación para cambiarme ya que el día estaba un poco nublado y además quería estar cómoda.
Kate vino hasta mi casa y nos fuimos a un cercano restaurante para hablar, pero no me esperaba que Chico iba a venir con nosotras, le había dicho que no era necesario que nos lleve al lugar y que podía irse, pero se negó a hacerlo así que nos llevó, no pude hablar con Liam sobre el tema del guardaespaldas con todo lo sucedido me olvidé.
- ¿Ahora contratas chofer Lu? - me dio Kate cuando ya estábamos dentro del auto- y con un auto lujoso como este.
-Lleguemos al restaurante y te lo contaré, Chico de esta esquina a la izquierda.
Me hizo caso y nos bajamos del coche y por supuesto Chico también, por lo menos se fue a una mesa lejana a la de nosotras.
-Ahora sí, desembucha todo lo que tienes-me encorraló Kate-pero primero lo primero, ¿Qué es eso de que te casas?
- ¿Cómo lo sabes? -le dije sorprendida.
- Tu mami me ha enviado una invitación esta mañana\, yo y mi madre nos quedamos estupefactas.
-Pensé que lo iba hacer más tarde, pero veo que no perdió el tiempo, hay cosas que no te puedo decir por fuerzas extremas.
No sabia ni por donde comenzar, en realidad no podía decirle nada, todo lo que quería contarle estaba prohibido y lo que podía pues en realidad era casi nada.
-El día que paso todo lo de Jame -continué- ese día había pasado como varios sucesos en mi casa y uno de ellos era la boda que se realizará en unas semanas.
- ¿Pero por qué?\, Tu ni siquiera lo conoces o lo amas de eso estoy segura.
-Eso es bastante claro que no, pero es algo que ya no puedo evitar hacerlo.
Kate me miraba confusa, mis palabras no le explicaba nada.
Vino el camarero para pedir nuestras órdenes y después de unos minutos ya estábamos comiendo.
Ahora estábamos tocando otros temas, como el de la universidad, aún no sabía cómo iba arreglarlo, si me iba a ir de mi casa después de casarme, ya no podría asistir a clases, así que solo me quedaba buscar trabajos de tiempo completo para ahorrar y luego retomar mis clases, era la única solución.
-No me vas a negar, que con el que te vas a casar es el que te obligó a subirte a su auto el día que salíamos de la universidad.
-Si es él-a ella no se le escapaba nada, la capa en unir las piezas faltantes y llegar a una conclusión de un problema era Kate.
Se quedó congelada y bajo la cuchara con comida que tenia en la mano, estaba salida fuera de si y no tenia la menor idea por qué.
- Estoy en shock\, te vas a casar con el chico más rico\, además de ser el más joven empresario de la familia Ferreira. En una clase la profesora nos habló de él\, es muy importante en varios países por la cadena de supermercados y hoteles que tiene.
No entendía ni una palabra, me había quedado igual que Kate, en shock, ¿Por qué una persona como él me elegiría a mi como esposa?, el tendría a millones de mujeres a sus pies por lo atractivo y rico que es, ¿Por qué obligarme a mí?, para él diez millones no son nada, en cambio para mi con diez millones pienso que me vuelvo rica, que increíble son las diferencias de una persona que no tiene riquezas y al tenerlas piensan que ya lo tienen todo y las que nacieron en cuna de oro solo buscan agrandar mas de lo que ya tienen.
-Solo tengo dos hipótesis- me dijo dando un bocado a su comida y despertar del shock.
- ¿Cuáles son? - le dije nerviosa\, sé que va acertar.
-Una es que te esta obligando y la otra es que te conseguiste un sugar daddy por venganza contra Jame, y las dos sabemos que la última es imposible ya que eres mala para coquetear.
-Hasta ahí Kate, ya no les des más vueltas, por favor-le supliqué
-Esta bien, ya me disté la respuesta después de todo.
-La del sugar daddy estuvo buena- me eché a reír.
- ¿Verdad de que sí?
Las dos reímos hasta ya no mas poder, me dolía mucho el estómago, iba a extrañar tanto pasar momentos como este, ella era la única con la que contaba y saber que no estará como antes a mi lado me ponía triste hasta lagrimas cayeron, al verme Kate así también se puso a llorar, porque sabía el porqué lloraba.
-Cómo me gustaría ayudarte, estoy estudiando para ser abogada y no puedo defender a mi mejor amiga-me dijo llorando-maldita sea, ¿Por qué estas cosas te tienen que suceder amiga?, ya no estamos en la época antigua para que te obliguen a casarte, pero, aunque no me lo digas sé que debe ser un peso mayor para ti para que lo aceptes.
-Créeme que ahora nadie puede ayudarme y si pudiera evitarlo lo haría.
-Lo sé amiga.
Nos calmamos y limpiamos nuestras lágrimas y salimos del restaurante junto con Chico, el nos seguía desde atrás.
- ¿Ahora como podré verte más seguido? -le dije a Kate mientras caminábamos.
- ¿Te irás?
-Sí, después de la boda-le dije triste, las lágrimas querían volver a salir, pero me contuve.
- ¿Sabes a dónde?
-Aún no lo sé.
-No importa donde estés Lu, buscaremos la manera de encontrarnos o llamarnos, tu eres una hermana para mí.
Con esas palabras no me contuve y empecé con la chilladera a mar de lágrimas y la abracé.
-Y tu para mí Kate.
En ese instante sentí un vacío tan inmenso, saber que no la veré como antes me hacía sentir decaída. Una vez habíamos hablado de como seria nuestra vida más adelante, habíamos acordado en construir nuestras casas en lugares cercanos, tan apegadas éramos que no queríamos separarnos y ahora me iré quien sabe a donde y lejos de mis padres y de mi mejor amiga.
Ya eran las diez de la noche, habíamos ido a pasear y pasar tiempo juntas que el tiempo se fue volando sin darnos cuenta, Chico estacionó primero en casa de Kate y me despedí de ella, le dije que ya no llorará más, que me iba a poner peor si lo seguía haciendo, me aseguró que iba a intentarlo.
Luego me llevó a mi casa.
-Gracias por llevarnos- le agradecí a Chico.
-Es un placer señorita Luzmila.
Y seguía con lo de señorita, creo que las cordialidades será difícil cambiarlas.
- ¿Me permite comentarle algo que vi señorita Luzmila?-me dijo.
-Si claro, no debes preguntármelo.
-Su amistad entre ustedes es de las que no hay y sé que, aunque estén lejos esa amistad y la conexión que tienen ambas jamás se acabará y cuando se vean será igual como la primera vez.
No me equivocaba con Chico, espero que más adelante nos llevemos bien y podamos entablar una buena amistad.
Cristian era muy observador a parte de ser un chico muy atractivo te daba esa seguridad y confianza en un instante, espero no equivocarme con él.
-Muchas gracias Chico, me ha calmado tus palabras-le dije sonriendo.
-La veo mañana señorita Luzmila, que descanse.
-Igualmente chico, descansa.
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Comments
Maria Leonor Figueroa Arroyo
me ha gustado ojalá no sea muy repetitiva
2021-09-02
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