No sé porque me quede helado, al verla sonreír a la cámara con ese vestido azul que resaltaban sus curvas y su hermosa sonrisa hicieron que me quedara contemplándola, no podía negar que era una mujer muy hermosa, su piel blanca hacia que deslumbrará mas con ese vestido , pero ni bien me miró esa sonrisa se opacó y todos voltearon a ver que era lo que le había cambiado de humor: yo.
-Señor Liam es un gusto tenerlo con nosotros-me dijo acercándose una de las trabajadoras.
-Terminemos con esto no tengo mucho tiempo- le dije mientras pasaba de largo con mis manos en los bolsillos.
-Por aquí por favor, le hemos traído uno de los mejores trajes confeccionados por los mejores diseñadores.
La seguí y me mostró variedades de trajes que combinaban con el color del vestido de Luzmila. Después de vestirme me dirigí a donde se encontraban, pero no la vi por ninguna parte.
- ¿Dónde está Luzmila\, Cleef? - le pregunté a Cleef que estaba a mi lado\, él y dos personas más siempre paraban conmigo\, no me dejaban por mi seguridad y solo lo hacían cuando se los ordenaba.
-Se ha retirado a los servicios señor.
Justo en estos momentos tenia que retrasar la sesión, estaba con el tiempo medido.
Luego de media hora la vi aparecer y me acerqué a ella, cuanto más me acercaba más podía afirmar lo guapa que era.
- ¿A dónde has ido? -le pregunté mientras la llevaba a otro lugar para estar a solas.
-Déjame en paz, solo fui a los servicios.
- ¿Tanto te ha tomado?
-No me he ido Liam, solo me he demorado-me dijo molesta y se fue a donde todos estaban reunidos.
Me quede parado sin decir nada, era la primera vez que me llamaba por mi nombre, de mala manera, pero lo había hecho.
Me acerqué lo más rápido que pude a donde se encontraban para terminar con las fotos.
Agarré por la cintura a Luzmila, pero ella se incomodó y se movió un poco para alejarse, pero no se lo permití.
-Quédate quieta, sabes que tenemos que aparentar ser una pareja amorosa- le dije susurrando al oído, con ese aviso se quedó quieta y empezó a mirar a la cámara.
En todo el proceso estuvo yendo todo bien, ella se sentía muy incómoda cuando le decían que sea un poco mas cariñosa a mi lado, también me lo dijeron a mí, pero con solo mirarlos de una manera seria no insistieron más.
-Señorita Luzmila ahora quiero que se ponga de costado y vea al joven Liam y usted solo sostenga su cintura con su mano derecha y mírela, que se refleje el amor que se tienen.
Me sorprendió cuando lo hizo y encima me sonrió con esa hermosa sonrisa que me dejaba embelesado, sabía que era una sonrisa fingida, pero al menos hacia el esfuerzo.
Notaba que quería acabar lo más rápido con esto así que la apoyé.
Después nos tomaron una cuando estábamos frente a frente, ella dando la espalda a la cámara
con una inclinación pequeña para que solo se vea su perfil y yo tocando su espalda descubierta y dirigiendo mi mirada a la cámara, su piel era suave y no pude evitar mirar su espalda, no sé si llegaron a tomar una foto cuando hacia eso, pero no me importaba y disimuladamente la miré, estaba muy nerviosa con mi toque hasta tenía la piel de gallina, felizmente no era alta y así podía verla con toda normalidad.
- ¿Terminaron?- me preguntó\, despertándome de lo que estaba haciendo.
Alcé mi mirada para ver si ya habían tomado las fotos, pero parecía que ellos eran los que nos estaban esperando para que termináramos.
-Sí- le respondí y al instante ella se alejó de mí.
-Eso es todo-nos dijo el camarógrafo.
Con solo escuchar las palabras del camarógrafo, Luzmila se alejó con una de las trabajadoras para que se cambie y yo hice lo mismo. Luego de unos minutos me dirigí a mi coche para esperarla, también para ver unos documentos del nuevo supermercado que abriré.
Media hora después observé cuando salía de la tienda con Cristian, le había dado ordenes a Cristian que de ahora en adelante estará al pendiente de lo que se le ofrezca a Luzmila.
Salí del coche para darle el encuentro.
-Sube te llevaré a tu casa- le comenté.
-No será necesario, chico me llevará.
- ¿Chico?\, ¿tan rápido agarraste confianza? - sabía que le decían así por ser el más joven\, pero jamás pensé que se desenvolviera tan rápido con él.
-A veces con solo mirar a la persona puedes darte cuenta si puedes confiar o no.
-Señorita Luzmila será mejor que vaya con el joven Liam- al menos él no se daba la confianza de llamarla solo por su nombre, los hombres que siempre han trabajado para la empresa han sido entrenados para ser respetuosos y no pasarse de la mano con sus jefes.
-Sube-le ordené.
Se subió al coche sin reclamar y agradecí por eso.
- ¿Ya sabes a quienes invitarás? - le pregunté
-Mi mamá se esta encargando de eso- me respondió cansada, habíamos tenido un día largo, seguro que aún no almorzaba quería llevarla a un restaurante, pero justo cuando lo iba hacer sonó su teléfono.
-Dime-respondió-estoy dirigiéndome a mi casa, ¿por?, si claro estoy libre, te veo en unos minutos.
- ¿Saldrás? -le pregunté después de que colgó.
-Si.
Fueron sus únicas palabras, no podía ser más habladora.
En una hora y media ya estábamos en la puerta de su casa y antes de que bajara, la detuve.
-Este sábado que viene tendrás que venir conmigo a conocer a mi madre, enviaré a algunos profesores de ética días antes para que sepas que hacer.
Solo se rio de forma sarcástica y asintió saliendo del auto.
Ya había tenido una charla con mi mamá sobre la boda, se sorprendió tanto ella como mi hermana, bueno no era por demás su reacción, mi madre no me dijo nada al respecto, ella sabia porque lo hacia y solo se echó a llorar.
Hace unos días
-Madre deja de llorar-la calmé
- ¿Cómo quieres que me ponga?\, tú tío te empuja a esto y yo como tu madre no puedo hacer nada.
-Esta bien mamá, tarde o temprano iba a suceder, además no me lo vas a negar que has estado buscándome pareja.
Solo me miro callada, ella sabia que lo iba a saber tarde o temprano, ella sabía que tenia un hijo muy hábil e inteligente.
-Tú, mocoso-me dijo jalándome las orejas.
- ¿Y cómo la conociste? - me dijo mi hermana- porque hasta ahora no hemos sabido que hayas tenido una novia.
-No quería decirles nada ya que de seguro me iban a forzar a ponerle un anillo.
-Entonces si se casan por amor-me dijo mi mamá secándose las lágrimas.
No me gustaba mentirles, pero si les digo la verdad serian capaz de llevarme a palos hasta su casa para disculparme con ella y ahí sí todo mi plan se vendría abajo.
Aunque no nos amábamos, al menos haría lo posible para llevarnos bien.
-Claro que si madre.
- ¿Y dónde realizaran la boda? ¿Aquí? - me preguntó mi hermana.
-Sí, nos casaremos aquí por el civil, después nos regresaremos, mis asuntos aquí ya están casi terminados así que después de la boda nos iremos de aquí.
-Como digas hijo mío.
-Solo quiero una petición madre-le supliqué
-Dime
- ¿Me ayudarías a invitar a nuestros familiares?
-Ni lo menciones, empezaré desde mañana, ¿también a tu tío José?
-Claro que no-comentó mi hermana.
-Mayra, tiene que ir, se vería mal si no lo invitáramos y nos traería problemas con los inversionistas.
-Que rabia, todos sabemos que es un trepador- espetó mi hermana.
-Pero eso sí, sólo te ayudaré si me la presentas, tráela a almorzar un día, ya te lo he dejado pasar por no habérmela presentado antes.
-Esta bien madre, te la presentaré.
Eso es lo que había pasado, de seguro cuando se las presente tendrán millones de preguntas por lo cual ya deberíamos estar preparados.
Me estacioné a un lado de la casa para que no puedan verme, quería saber con quien iba a salir y luego de unos minutos salió de su casa encontrándose con la misma chica que había visto en la universidad.
-Señor, ¿la seguimos?
-No, Cristian irá con ellas
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