LA ESPOSA LEGÍTIMA

El impacto de la escena fue inmediato. La voz de Alessia aún resonaba en el salón cuando, sin previo aviso, Zahraea se acercó con paso firme y le propinó una cachetada que retumbó en el aire, dejando un silencio absoluto entre los invitados.

Los ojos de Alessia se abrieron con sorpresa, y su rostro giró violentamente hacia un lado. Un leve jadeo colectivo recorrió la sala, seguido de murmullos de incredulidad. Nadie, absolutamente nadie, esperaba una reacción así de Zahraea, la esposa siempre distante y elegante.

Kairos, por su parte, no movió un músculo. Se limitó a observar la escena con la misma expresión fría y calculadora que había mantenido desde el inicio.

Zahraea enderezó su postura con porte impecable, y con una sonrisa imperturbable, miró a Alessia de arriba abajo, como si estuviera evaluando un objeto de poca importancia. Luego, con una voz suave pero afilada como una navaja, dijo:

— Zahraea: ¿Cómo se atreve una mujer de apariencia normal y clase ordinaria a aferrarse a un hombre casado en un evento de esta categoría?

El veneno en sus palabras fue letal.

Alessia, aún con la mejilla enrojecida, miró a Zahraea con lágrimas en los ojos. Su respiración era errática, y su indignación se mezclaba con humillación pura. Nunca había sido tratada así en público, nunca había sentido tanta vergüenza.

— Alessia: Kairos… —susurró, volviendo la mirada hacia él, esperando que hiciera algo, que la defendiera, pero Kairos no dijo nada. Ni siquiera la miró.

En cambio, dio un paso al lado de Zahraea, posicionándose de una forma que hablaba por sí sola: él no estaba del lado de Alessia.

Zahraea lo notó, y eso solo hizo que su sonrisa se ampliara. Su instinto le decía que Kairos no había actuado por lealtad hacia ella, sino porque estaba jugando su propio juego. Pero no le importaba. En ese momento, tenía la ventaja.

Los invitados seguían en shock. Los murmullos aumentaban y la seguridad del evento ya se había movilizado, listos para intervenir si la situación lo requería.

—Señorita, tiene que retirarse —uno de los guardias habló con voz firme.

Alessia, sintiendo que estaba perdiendo el control, se aferró una vez más a la manga del traje de Kairos.

— Alessia: ¡Dime algo! —le exigió con desesperación—. ¡No me ignores!

Kairos, con una paciencia inquietante, bajó la mirada hacia donde ella lo sujetaba. Luego, con un leve movimiento, se soltó de su agarre con facilidad.

— Kairos: Apartenlan —fue su única respuesta.

Alessia se quedó sin aire. Ese no era el Kairos que ella conocía.

— Alessia: No… No puedes hacerme esto…

Los guardias la tomaron por los brazos, y aunque forcejeó, no pudo evitar que la arrastraran dos metros de distancia de él. Su último grito quedó flotando en la sala

— Alessia: ¡Me amaste, Kairos! ¡Me amaste más que a nadie!

Zahraea, disfrutando cada segundo, tomó su copa de champagne y la levantó con elegancia y ordenó que sacaran a Alessia del lugar , cuando Zahraea vio que la sacaron como a un ladrón le dice a los invitados con una sonrisa de triunfo.

— Zahraea: Disculpen el escándalo —dijo a los invitados con la confianza de una reina—. Espero que ahora podamos continuar con la velada, y con eso, la música volvió a sonar.

El ambiente del salón recuperaba poco a poco su ritmo. La música volvía a sonar, los invitados intentaban retomar la conversación y las copas de champagne circulaban entre las manos enguantadas de la alta sociedad. Sin embargo, todos seguían lanzando miradas furtivas hacia Zahraea y Kairos, la pareja que había protagonizado el momento más escandaloso de la noche.

Zahraea, satisfecha con su actuación, llevó su copa de champagne a los labios y bebió un sorbo con la gracia de quien sabe que ha salido victoriosa. Pero su victoria duró poco.

Sintió un leve roce en su mano derecha, la misma que había usado para abofetear a Alessia. Bajó la mirada y vio cómo Kairos la sostenía entre las suyas con una suavidad inesperada.

Antes de que pudiera reaccionar, Kairos llevó su mano hasta sus labios y depositó un beso en el dorso de esta.

El gesto fue lento, deliberado, calculado. El silencio volvió a instalarse en el salón. Todos vieron el beso. Zahraea sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero no de placer, sino de pura furia contenida.

— Zahraea: ¿Qué demonios crees que estás haciendo? —susurró entre dientes, sin apartar la sonrisa de su rostro para no dar espectáculo.

Kairos, aún sosteniendo su mano, la miró con esa expresión enigmática que tanto la irritaba —Solo reconozco a mi esposa legítima —respondió con calma—. Después de todo, lo dejaste muy claro hace un momento.

Zahraea quiso soltar su mano, pero Kairos no la dejó. Apretó apenas un poco más, lo suficiente para hacerle entender que él también jugaba su propio juego.

—No juegues conmigo, Kairos —su tono era bajo, pero cargado de advertencia.

Él se inclinó apenas hacia ella, como si fuera a susurrarle algo íntimo. Pero en lugar de palabras, Zahraea sintió su pulgar acariciar levemente su piel, justo donde la había besado.

"El muy desgraciado esta disfrutando acosarme, ¡no me toques!, ¡no me toques!, siento que voy a morir de ira. Tendre que desinfectar mi mano"

Los invitados comenzaron a aplaudir, interpretando la escena como un acto romántico de reconciliación entre esposos. Zahraea sintió su enojo alcanzar un nuevo nivel.

Kairos acababa de convertir su victoria en su contra. Había tomado su jugada y la había usado para fortalecer su imagen como el esposo perfecto.

Con una sonrisa gélida, Zahraea finalmente se soltó de su agarre y, sin decir más, bebió el resto de su champagne de un solo trago antes de dejar la copa en la bandeja de un mesero cercano.

Si Kairos quería jugar, entonces ella también jugaría. Pero él no iba a ganar tan fácil.

Zahraea dejó la copa con tanta elegancia como frialdad antes de volverse hacia Kairos, con una sonrisa imperturbable en los labios. Si él pensaba que podía darle la vuelta al juego tan fácilmente, estaba subestimándola.

— Zahraea: Si estás tan entusiasmado en actuar como un esposo ejemplar, podrías empezar por atender a tus invitados en lugar de hacer espectáculos innecesarios —dijo, su tono dulce pero con un filo peligroso.

Kairos la miró con diversión. Sabía que estaba molesta, que su orgullo había sido herido al ver cómo él había transformado su intento de humillación en su propia ventaja.

— Kairos: Por supuesto, mi amor —respondió con exagerada dulzura, inclinando la cabeza como si estuviera ante una reina.

Zahraea sintió la presión de las miradas sobre ellos mientras le recorría una descarga eléctrica en su columna , tuvo que obligarse a disimular mirando a los ojos de Kairos con tranquilidad.

"Mi amor, ¿acaso este quiere hacerme vomitar los días anteriores que comí"

— Zahraea: Disfruta la velada, esposo —le susurró con desdén antes de darle la espalda.

Pero justo cuando daba el primer paso para alejarse, Kairos tomó su muñeca con suavidad, aunque con firmeza.

— Kairos: No tan rápido —murmuró cerca de su oído—. Si vamos a dar un espectáculo, al menos hagámoslo bien.

Antes de que Zahraea pudiera responder, él la guió hasta el centro del salón, donde la música volvía a sonar. Un vals.

Las miradas de todos los presentes volvieron a posarse en ellos. No tenían opción. Debían bailar.

Zahraea lo fulminó con la mirada, pero se dejó guiar. Sabía que no podía rehusarse sin levantar sospechas y hablo en su mente,

"Eres un maldito y repugnante ser"

Mientras él posaba una mano en su cintura.Kairos sonrió, disfrutando de su frustración.

Kairos pensó para si mismo —Y tú eres la mujer más fascinante que he conocido y no valore.

Zahraea fingió una sonrisa para las cámaras. Si este era el juego que él quería jugar, entonces ella haría que se arrepintiera.

¿Podrá salirse con la suya Zahraea mientras puedo escuchar todos sus pensamientos? — Pensó Kairos con una sonrisa invisible de satisfacción para su esposa.

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Comments

Jaqueline Leiva

Jaqueline Leiva

autora colocale un admirador y eterno enamorado a ella para k no se k de con ese ser despreciable de marido

2025-03-19

1

Carolina Cardoza

Carolina Cardoza

que llore lágrimas de sangre 😢 que no se lo ponga fácil y que aparezcan un admirador para zahara

2025-03-19

3

Elilu 🇲🇽

Elilu 🇲🇽

Te va a costar Kairós pero para Zaraea es un reto personal que le des el divorcio.

2025-03-18

2

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