Los días pasaron rápidamente entre trabajo y estudios. Isabella se había adaptado bien al taller, aprendiendo más de lo que esperaba y sintiéndose cómoda en su nueva rutina. Camila, por su parte, intentaba ignorar la sensación de protección que crecía en su interior cada vez que la veía trabajar con tanto empeño.
Pero esa mañana, algo cambió.
Isabella se despertó sintiendo su cuerpo caliente, demasiado caliente. Su piel ardía y su respiración era pesada. Se removió en la cama, tratando de ignorar la sensación extraña que la envolvía.
Isabela (omega dominante)
¿Qué me pasa…?
(murmuró, pasando una mano por su frente.
Y entonces, lo sintió.)
(Su cuerpo liberaba feromonas sin control. Un aroma dulce y embriagador llenó la habitación.)
No… no ahora…
(susurró, sintiendo su lobo inquieto.)
Intentó calmarse, respirar hondo, pero su cuerpo no cooperaba.
Camila (Alfa dominante)
(En la otra habitación, Camila dormía plácidamente hasta que un aroma irresistible la golpeó como un vendaval. Abrió los ojos de golpe, su lobo rugiendo dentro de ella.)
¿Qué…?
(Se sentó en la cama con el pecho agitado, sintiendo un deseo ardiente recorrer su cuerpo. Reconocía ese aroma.)
Comments
Betty Saavedra Alvarado
Las feromonas de Isa están alborotadas Camí tendrá que ayudarla
2025-03-22
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