CONTRA EL JUICIO DE LOS INMORTALES
Lazos que se tensan
La luz del amanecer se filtraba por las cortinas de la pequeña cabaña. Adrián despertó temprano, algo poco común para él, pero su mente no había descansado en toda la noche. Había algo en Mateo que lo descolocaba, que lo hacía cuestionarse cosas que nunca antes había considerado
Mientras tanto, Mateo ya estaba despierto, afuera de la cabaña, preparando su equipo para salir a revisar las defensas de la ciudad. Adrián lo observó por la ventana, notando la concentración en su rostro. Había una seriedad en Mateo que lo hacía parecer más fuerte de lo que realmente era, y Adrián se sintió intrigado
Decidido a no quedarse de brazos cruzados, Adrián salió para acompañarlo
Adrián (D.D)
¿Planeas patrullar todo el día? *preguntó, con una sonrisa despreocupada*
Mateo (G)
¿Tienes algo mejor que hacer?
Adrián (D.D)
Quizás no. ¿Te molesta si voy contigo?
Mateo suspiró, pero asintió
Mateo (G)
Haz lo que quieras, pero no te interpongas
El día transcurrió entre caminatas largas, conversaciones cortas y momentos de silencio incómodo. Adrián trataba de acercarse a Mateo, pero sentía que el humano levantaba un muro cada vez que intentaba algo personal. Sin embargo, no estaba dispuesto a rendirse
En un momento, mientras revisaban una de las barricadas más alejadas de la ciudad, Mateo tropezó con una roca y estuvo a punto de caer. Adrián reaccionó rápidamente, sujetándolo del brazo para evitar que se lastimara
Adrián (D.D)
¿Estás bien? *preguntó preocupado*
Mateo se soltó de su agarre de inmediato, sonrojándose ligeramente
Mateo (G)
Estoy bien. No necesitas preocuparte por mí
Adrián frunció el ceño, sintiéndose frustrado
Adrián (D.D)
¿Por qué siempre haces eso?
Mateo lo miró, confundido
Adrián (D.D)
Empujar a todos lejos. Actúas como si no necesitaras a nadie, pero sé que no es cierto
Mateo lo fulminó con la mirada
Mateo (G)
No tienes idea de lo que estás diciendo
Adrián dio un paso hacia él, sin bajar la mirada
Adrián (D.D)
Sé más de lo que crees. No eres el único que ha tenido que cargar con cosas difíciles
El silencio que siguió fue tenso. Mateo apretó los puños, luchando por contener su enojo, pero también algo más profundo: la sensación de que Adrián estaba viendo a través de él de una manera que nadie más lo había hecho
Mateo (G)
Eso no es tu problema *murmuró finalmente, dándole la espalda*
Adrián suspiró, pero decidió no presionarlo más. Sin embargo, su determinación de llegar al corazón de Mateo no hizo más que fortalecerse
Más tarde, al regresar a la cabaña, el ambiente seguía siendo tenso. Adrián intentó romper el hielo preparando algo de comer, aunque su experiencia en la cocina dejaba mucho que desear. Mateo lo observaba desde la mesa, tratando de no sonreír al ver los intentos torpes de Adrián con los utensilios
Mateo (G)
¿Qué estás haciendo? *preguntó finalmente*
Adrián (D.D)
Demostrando que soy bueno en algo más que pelear *respondió Adrián, con una sonrisa traviesa*
Mateo negó con la cabeza, pero por primera vez en el día, se permitió soltar una leve risa
Mateo (G)
Si quemas la cabaña, tendrás que reconstruirla tú mismo
La broma ligera pareció aliviar parte de la tensión, y poco a poco, la conversación volvió a fluir. Adrián seguía sintiendo que había mucho que Mateo no le estaba contando, pero por ahora, se conformaba con disfrutar del momento
Cuando la noche cayó y ambos se preparaban para descansar, Adrián se detuvo antes de entrar en su habitación
Adrián (D.D)
Gracias por dejarme quedarme aquí, *dijo, mirando a Mateo con sinceridad*
Mateo se encogió de hombros
Mateo (G)
No lo hago por ti. Lo hago porque aún necesitas aprender a no quemar una cabaña
Adrián rió suavemente, pero antes de entrar, añadió:
Adrián (D.D)
Quizás no lo sepas, pero realmente aprecio lo que haces por esta ciudad. Y por mí
Mateo lo miró sorprendido, sin saber qué responder. Para cuando quiso decir algo, Adrián ya había cerrado la puerta
Esa noche, Mateo se quedó despierto más tiempo del habitual, pensando en el misterioso hombre que había llegado a su vida y que, de alguna manera, estaba logrando atravesar los muros que había construido alrededor de su corazón
Ambos sabían que algo estaba cambiando, aunque ninguno estaba listo para admitirlo
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