...|| Desmond Morris ||...
Me quedé mirando a Rachel, mientras mi mente estaba en un torbellino de pensamientos confusos. Su decisión de no arrodillarse y pedir perdón me dejó desconcertado. ¿Cómo podía mostrarse tan obstinada y convencida de su inocencia? Una oleada de frustración y rabia me invadió, pero había algo en su valentía que me impresionaba.
Su convicción me dejó sin palabras, como si lo que decía anulara todo mi argumento interno. Estaba atrapado entre la responsabilidad de mantener el orden en la tribu y las dudas sobre si realmente era culpable. Un sinfín de preguntas inquietantes me asaltaban: ¿Y si estaba cometiendo un error? ¿Y si ella era inocente y la estaban acusando injustamente? Estas reflexiones chocaban con mi sentido del deber.
—Dado que no me dejas opción, Rachel Gruden Montemayor, yo, Desmond Morris Sildenafil, te rechazo como mi luna, poniendo fin a cualquier relación que hayamos compartido.
Rachel vaciló, como si mis palabras la golpearan de repente. La miré detenidamente; su rostro reflejaba una tristeza profunda, y sus ojos parecían esperar a un noble caballero que la rescatara de su angustia.
—¿Estás seguro de lo que has decidido, Desmond? —preguntó, evitando mirarme a los ojos—. ¿Es realmente lo que deseas?
—Me repugnas, Rachel. No podría gobernar a la tribu con alguien como tú a mi lado. Ya has pasado por tu noveno cumpleaños y no has invocado a tu loba interior ni una vez. Dudo que alguna vez lo hagas.
—Así que solo se trata de eso —susurró, cubriéndose el rostro con las manos—. Entendido. Yo, Rachel Gruden Montemayor, acepto tu rechazo. A partir de ahora, quedo desvinculada de ti.
¿Qué demonios está pasando? ¿Cómo podía aceptar mi rechazo tan despreocupadamente? Me parecía imposible aceptar que alguien como ella, que siempre me había profesado su amor, pudiera dejarme ir de esa manera. ¡No podía aceptarlo!, ¿Cómo no luchaba por lo que siente?
Estaba a punto de dejarla ir, pero mi lobo interior, herido por su arrogancia, clamaba por liberarse. En vez de alegría, una tormenta de emociones me invadía.
—¿Cómo te atreves a hablarme así? —le grité—. ¿Sabes cuántas lobas han perdido la cabeza por querer ser mi compañera? ¿Te crees tan valiosa que puedes despreciar lo que ofrezco? ¡Estás loca por cuestionar lo que muchos darían todo por tener!
Rachel permaneció en silencio, inmóvil como una estatua. Sus ojos, llenos de dolor y desafío, lanzaban un reto silencioso. En mi interior, el lobo se agitaba con furia, deseando dominarla y obligarla a enfrentar las consecuencias de su osadía. Era una lucha interna entre mi instinto básico y la parte de mí que sabía que debía contenerme.
—¡Guardias! —grité. En ese momento, cinco lobos entraron a la recámara, sus ojos brillando con intensidad. —Destruyan la ropa de esta insolente y enciérrenla en el calabozo, mientras reflexiona sobre sus actos. Y si alguien se atreve a ayudarla, ¡córtenle la cabeza! —ordené con voz firme. La atmósfera se llenó de tensión ante mi anuncio, y los lobos se prepararon para cumplir mis órdenes.
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Updated 80 Episodes
Comments
Maria Pasarini
💔😥
2025-02-09
0
Irma Ruelas
❤️🥰🌹🌹❤️
2025-01-28
0