Caminos Silenciosos (SasuNaru - Gaanaru)
El Despertar de Gaara
El hospital de Konoha estaba en calma a esas horas de la noche. El pasillo olía a desinfectante y las luces tenues apenas iluminaban el camino. Naruto avanzó con pasos apresurados hasta llegar a la sala de espera, donde reconoció de inmediato a Temari sentada con los brazos cruzados y el ceño fruncido, como si llevara horas sin descansar.
Al notar su presencia, la kunoichi levantó la mirada.
Naruto
Temari! ¿Cómo está Gaara?
Temari suspiró y se pasó una mano por el cabello.
Temari
Sigue inconsciente. No ha mostrado señales de despertar en estos seis días.
Naruto apretó los puños, sintiendo una mezcla de frustración y culpa.
Temari lo observó por unos segundos, luego asintió con un leve suspiro.
Temari
Sí, entra. Pero no hagas demasiado ruido.
Naruto no esperó más y empujó la puerta suavemente, entrando a la habitación con cautela.
El cuarto estaba en penumbra, iluminado solo por la tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana. El sonido del monitor cardiaco resonaba en el silencio, marcando un ritmo estable pero lento.
Y ahí estaba Gaara, acostado en la cama con vendajes alrededor del torso y un rostro más pálido de lo normal.
Naruto sintió que algo le oprimía el pecho al verlo así.
Se acercó con cuidado, deteniéndose al lado de la cama. Su mirada recorrió el rostro sereno de Gaara, sus párpados cerrados, su respiración pausada.
No sabía por qué, pero su corazón comenzó a latir más rápido.
Naruto
*Por qué va tan rápido mi corazón?*
Naruto
*Sí, seguramente era eso.*
Pero también había algo más.
Algo que no lograba entender.
Se pasó una mano por la nuca, sintiéndose extrañamente inquieto.
Naruto
Tch… Gaara, ¿cuándo piensas despertar?
Murmuró, intentando aliviar la tensión con una sonrisa forzada.
Naruto
No es divertido hablar solo, ¿sabes?
En ese momento, algo cambió. El ritmo del monitor se alteró ligeramente. Naruto se congeló.
Gaara frunció levemente el ceño, su respiración se volvió un poco más agitada. Sus dedos se crisparon sobre la sábana y sus párpados temblaron antes de abrirse lentamente.
Naruto sintió como si su pecho se desbordara de alivio.
Exclamó naruto con una sonrisa radiante, sin poder contener la emoción.
Sin pensarlo dos veces, se abalanzó sobre él, rodeándolo con sus brazos con entusiasmo.
Gaara, aún medio inconsciente, sintió de repente un peso sobre él. Su mente aún estaba nublada, su visión borrosa, su cuerpo débil.
Murmuró con voz ronca, apenas procesando lo que sucedía.
Naruto lo abrazaba con fuerza, su calidez era lo primero que registró su cuerpo después de tantos días sumido en la inconsciencia.
Gaara parpadeó lentamente, tratando de enfocar la imagen que tenía frente a él.
Y entonces lo vio.
Naruto estaba justo encima de él, con los ojos brillando de emoción y una gran sonrisa en su rostro.
Su corazón se detuvo por un instante.
Y luego, empezó a latir con fuerza.
El calor subió a su rostro de inmediato, el rubor extendiéndose por sus mejillas.
Naruto
Gaara, por fin despertaste! ¡Nos tenías preocupados, dattebayo!
Gaara lo miró fijamente, sintiendo una extraña sensación recorrer su cuerpo.
Verlo tan cerca, con esa expresión de felicidad genuina, su calor todavía impregnado en su piel… era demasiado.
Naruto
Oye, ¿te sientes bien? ¿Te duele algo?
Gaara tragó saliva y desvió la mirada, tratando de calmar el ritmo acelerado de su corazón.
Naruto
Menos mal. Pensé que tendríamos que esperar más días para que despertaras.
Gaara volvió a mirarlo, sintiendo una punzada de emoción ante la preocupación en su voz.
Gaara
Cuánto… tiempo dormí?
Naruto
Y yo no pude venir antes porque estaba en misiones. Pero en cuanto terminé, vine corriendo.
Gaara sintió que su pecho se apretaba.
Naruto… había venido directamente a verlo.
No podía evitar sentirse feliz por ello.
Naruto le sonrió con sinceridad.
Naruto
No hay de qué, somos amigos.
Gaara desvió la mirada de nuevo, su corazón latiendo aún con fuerza.
Pero, en el fondo, deseaba que Naruto lo viera como algo más.
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