Caminos Silenciosos (SasuNaru - Gaanaru)
Una noche inesperada
El vapor del ramen llenaba el aire en el pequeño restaurante de Ichiraku. Naruto estaba sentado frente a Shikamaru, quien, como siempre, parecía más relajado que cualquier otro ninja del mundo.
Shikamaru
Mira, Naruto, te lo estoy diciendo por tu bien.
Dijo Shikamaru, jugando distraídamente con sus palillos.
Shikamaru
No te lances a Sasuke. Si lo haces, y no está listo, podrías arruinar lo que sea que hay entre ustedes ahora.
Naruto
Pero, ¿cómo sabré si siente algo por mí si no le digo nada?
Shikamaru
Observa. Sé paciente. Sasuke no es alguien que diga las cosas directamente. Él es más… complicado.
Naruto resopló, cruzando los brazos.
Naruto
¡Tú lo haces sonar como si fuera una misión de rango S!
Shikamaru
Jajaja. En cierto modo, lo es. Solo… dale tiempo.
Naruto no respondió, pero sus ojos brillaban con determinación.
Después de terminar de comer, ambos se despidieron y Naruto se dirigió a su apartamento. El aire de la noche era fresco, y las calles de Konoha estaban casi desiertas. Caminaba distraído, pensando en las palabras de Shikamaru, cuando una figura conocida apareció frente a él.
Preguntó Naruto, sorprendido.
El pelirrojo estaba allí, con su inseparable calabaza de arena a la espalda, y una expresión tranquila.
Gaara
Naruto. Estaba paseando por la aldea antes de regresar a la posada.
Naruto sonrió ampliamente.
Naruto
¡Qué casualidad! Justo iba camino a casa. ¿Quieres venir conmigo? Ya es tarde y no tiene sentido que regreses a la posada solo.
Los ojos de Gaara se abrieron un poco más de lo habitual. Su corazón comenzó a latir con fuerza, pero se esforzó por mantener su expresión serena.
Gaara
No quiero incomodarte.
Naruto agitó la mano, restándole importancia.
Naruto
¡¿Incomodarme?! No digas tonterías. Eres mi amigo, Gaara. Vamos, te preparo un té o algo.
El silencio de Gaara se prolongó, lo que hizo que Naruto alzara una ceja.
Naruto
¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan callado?
Gaara bajó la mirada un momento, intentando controlar la tormenta que se formaba en su interior.
Gaara
Está bien. Solo por esta noche.
Naruto sonrió y, sin pensarlo, tomó la mano de Gaara para tirar de él hacia su casa.
El contacto hizo que el corazón de Gaara se acelerara aún más. Intentó retirarse suavemente, pero Naruto no pareció notarlo y siguió hablándole como si nada.
Naruto
Tengo que confesarte que la misión de mañana va a ser un poco complicada.
Naruto
Sasuke estará en mi escuadrón, y ya sabes cómo es…
Gaara tragó saliva, sintiendo una punzada al escuchar el nombre de Sasuke.
Gaara
¿Eso te pone nervioso?
Naruto lo miró por encima del hombro, todavía con su sonrisa característica.
Naruto
Nervioso? Bueno, un poco, supongo. Es que Sasuke es… diferente.
Al llegar al apartamento de Naruto, este abrió la puerta y encendió las luces.
Naruto
Bienvenido a mi hogar! No es gran cosa, pero al menos tengo una cama cómoda y ramen instantáneo de sobra. Jajajaja
Gaara miró alrededor, analizando cada detalle del lugar, mientras su corazón seguía latiendo a toda velocidad. Naruto se giró hacia él, inclinando la cabeza.
Naruto
¿Qué pasa? ¿Estás bien?
Gaara
Sí. Solo no estoy acostumbrado a… esto.
Naruto lo miró curioso, sin darse cuenta de lo cerca que estaba.
Murmuró Gaara, desviando la mirada.
Naruto
Bah! No es gran cosa. Relájate, ¿sí? Voy a buscar algo para beber.
Mientras Naruto desaparecía en la cocina, Gaara se sentó en el futón, sintiendo que su nerviosismo crecía.
Gaara
*¿Por qué accedí a esto? ¿Por qué me resulta tan difícil estar cerca de él?*
Cuando Naruto regresó, le tendió una taza de té y se sentó a su lado, despreocupado.
Naruto
Sabes, Gaara? A veces me sorprende lo mucho que has cambiado. Antes eras todo silencio y amenazas, pero ahora… ahora somos amigos.
Gaara lo miró, sintiendo un calor diferente al habitual en su pecho.
Gaara
Tú me diste esa oportunidad. Nadie más lo habría hecho.
Naruto
Jajaja. Claro que sí! Porque eres alguien genial, Gaara.
El silencio cayó entre ambos por unos instantes, pero no era incómodo. Gaara observó cómo Naruto se acomodaba en el futón, cerrando los ojos por un momento.
Naruto
Puedes quedarte con mi cama. Yo dormiré aquí.
Dijo Naruto, bostezando. Mientras que Gaara negó con la cabeza.
Gaara
No puedo aceptar eso. El futón está bien para mí.
Naruto
Ni hablar! Insisto.
Naruto se levantó y tomó a Gaara de la mano nuevamente, guiándolo hacia el pequeño dormitorio. Gaara sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al sentir el toque cálido de Naruto una vez más.
Naruto
Descansa, Gaara. Mañana será un día largo.
Gaara asintió lentamente, mirando cómo Naruto regresaba al futón sin más preocupaciones. Una sonrisa casi imperceptible apareció en su rostro mientras se recostaba en la cama, intentando calmar las emociones que Naruto había despertado en él.
Gaara
*Naruto… si supieras lo que siento por ti.*
Comments