No lo arruines.

Al despertar, ella está dormida, es la primera vez que despierto antes que ella... Y parece un ángel. Creo que estoy obsesionado con verla.

- ¿Me veo tan mal mientras duermo? ~me sorprendo cuando habla aún con los ojos cerrados~

Los abre y me sonríe tiernamente. Solo eso me hace sonrojar. Me acerco a ella y aparto los mechones de cabello que cubre su hermoso rostro.

- ¿Puedo? ~le susurro~

- ¿Besarme?, claro.

Tomo sus labios con una delicadeza que rápidamente va subiendo de intensidad, aparto un poco las sábanas y me subo ahorcadas sobre ella para tomarla de nuevo, pero me detiene.

- Tengo que regresar a casa ~la miro fijamente y asiento~

Me separo y ella se pierde en el cuarto de baño. Aprovecho para llamar a Ava y ver que quiere ahora.

- ¿Por qué no me contestas anoche? ~es lo primero que dice~

- Ya estaba dormido, ¿qué pasa?

- Creí que me habías perdonado, pero sigues igual de frío conmigo ~ruedo los ojos~ Quiero que pases el fin de semana conmigo.

- ¿Perdón?

- ¿Qué pasa?, ¿tienes planes? Hasta donde yo sé, no estás viendo a nadie, ¿o sí? ~me quedo mirando hacía el baño~

- No... Pero mi hermana está aquí y tengo planes con ella.

- De acuerdo, pero... Tienes que sacar un espacio para mí. Benedict, quiero que todo sea como antes entre nosotros. ¿Cuántas veces tengo que insistir? ~se queja y yo frunzo el ceño~

- ¿Qué todo sea como antes? ¿Te refieres a cuando te besabas a ese imbecil mientras estábamos juntos o cómo ahora que te lo cogiste mientras te esperaba como un idiota? ~le digo molesto~

- ¡Por favor!, estoy cansada. Ya te dije que lo sentía y ya no tengo ninguna comunicación con Michael, ¿qué más tengo que hacer para que lo olvides? ¡Joder, que me estoy desesperando!

>> No me contestas las llamadas ni los mensajes, me evitas y ahora ya ni siquiera quieres verme. Estoy arrepentida, lo siento, Benedict. ¿Cuánto más te lo tengo que repetir? ~me quedo en silencio unos segundos~

- Está bien, voy... A buscar el espacio para que nos veamos ~la oigo suspirar~

- Está bien ~dice y cuelgo rápido al ver salir a mi bella profesora~

- ¿Todo bien? ~pregunta y yo asiento~

- Todo bien.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Jazmín.

Puedo escucharlo desde aquí y sé perfectamente que habla con esa mocosa. Anoche cuando vi que lo llamaba, me entró algo raro, pero no dije nada.

Después de todo, no es mi novio y no puedo actuar como esas adolescentes celosas, es justo lo que le pedí a él que no hiciera.

Pero ahora... Escucharlo hablar con ella me molesta, ¿por qué?, no lo sé.

Salí y me hice la que no sabía nada, en el fondo lo hice para ver si le nacía contarme lo que pasa con esa chiquilla, pero no, no dijo nada.

¡Qué me está pasando!, ¡¿por qué estoy interesada en eso?!

Al llegar a casa, me encuentro con mi hermana bajando las escaleras con su equipaje, por su cara puedo decir que está molesta.

- ¿Ya te vas?

- ¿Qué no es obvio? ~me responde de mala gana~

- Te llevo... ~me interrumpe de golpe~

- No te preocupes, tomaré un taxi ~la detengo y la abrazo~

- No quiero que te vayas enojada conmigo ~susurro y luego de unos segundos, ella me abraza también~

- Tampoco quiero irme así ~nos quedamos abrazadas un rato más~ Volveré en un mes, pórtate bien.

- De acuerdo, cuídate ~digo con una sonrisa~

***

Las clases han terminado y yo estoy en mi oficina buscando el trabajo que les dejaré a mis chicos de francés, cuando el timbre de mi celular me hace tomarlo.

- ¿Sí?

- Hola, preciosa, ¿estás en casa? ~es Jürgen~

- No, aún estoy en la universidad, pero ya salgo. ¿Qué era?

- Hace unos minutos hablé con cabeza de zanahoria ~se refiere a mi hermana~ Y pues...

- Jürgen, estoy bien, no es la primera vez que Charlotte se va y me quedo sola, no te preocupes ~ruedo los ojos~

- Pero quiero hacerte compañía ~insiste~ A demás, estuve bastante tiempo afuera, sin vernos.

- Está bien, te espero en casa ~suspiro~

- Bien, llego a eso de las siete u ocho ~asiento y cuelgo~

Parece que tendré compañía. Al salir de la universidad, me topo nuevamente con la imagen de Benedict y Ava. A ella ni siquiera le toca en esta zona, pero está aquí.

¡Lo está abrazando! Oh Dios mío, como se miran... ¿Volvieron? Siento un desazón extraño, suspiro y él voltea su rostro aterrizando su mirada en mí.

Con mi característica mirada de "no me interesa" y "me da igual", me dirijo a mi auto. Puedo sentir que me mira, pero no estoy para estas pendejadas, él puede hacer lo que quiera con quien quiera. No me importa.

Ignorándolos por completo, me subo al auto y arranco después de ponerme el cinturón de seguridad.

Al llegar a casa, me tiro a la cama y me quedo ahí hasta caer en el quinto sueño. Al despertar noto que son las seis de la tarde y que ni siquiera me quite los zapatos.

Me levanto, me estiro y procedo a quitarme todo lo que traigo puesto para darme una ducha. Justo cuando salgo, mi celular timbra anunciando el mensaje de Jüergen avisando que está en la puerta.

Así con la toalla envuelta y el pelo goteando, bajo para abrirle. Me encuentro con su perfecta sonrisa, y unas cajas de comida que alza a mi vista, sonrío y me hago a un lado para darle paso.

- Me cambiaré rápido, no tardo ~subo las escaleras corriendo~

Me pongo una pijama y luego de pasarme el secador por el pelo, lo veo entrar. Se quita todo y se va a la ducha.

Siempre hace eso, según él "para que vea lo que me estoy perdiendo".

Río y niego levantándome para tomar su ropa del suelo, dejarla sobre la cama y buscar sábanas, almohadas, hasta bajar y dejar todo sobre el sillón.

Después de que bajar listo, nos ponemos a organizar todo lo que trajo. ¡Comida tailandesa, sí!

El sillón es plegable así que tiendo las sábanas, tiro las almohadas y ahora sí, ¡qué empiece lo bueno!

Mientras vemos la serie y comemos, puedo notar que en varias ocasiones, su vista está puesta en mí y no en la pantalla frente a nosotros.

- ¿Entonces nunca nos darás la oportunidad? ~habla de pronto~

- No quiero volver a tener está conversación, Jüergen, ya lo hemos hablado ~digo sin mirarlo~

- Es que no puedo aceptarlo ~le pone pausa y yo ruedo los ojos~ Te conozco más que cualquiera de los hombres con los que has estado. ¿Por qué no puedo ser yo?

- Precisamente porque me conoces demasiado, Jürgen. No quiero volver a hablar de esto, ¿por qué no lo entiendes?

>> Te amo, pero no de esa forma. Lo único que puedo llegar a sentir por ti es un amor fraternal, eres como mi hermano mayor ~vuelvo a decir lo mismo que llevo diciéndole todos estos años~

- Pero no lo soy, no es así como yo te veo. No eres mi hermana, Jaz. Desde el primer momento en que te conocí, me enamoré de ti, lo sabes ~acaricia mi mejilla~

- También sabes que lo intente y no funcionó. No voy a estar contigo por agradecimiento, Jur.~me acurruco contra él y vuelvo a darle play~

- No quiero que estés conmigo por agradecimiento ~dice en un susurro~

- Entonces no lo arruines... Porque esa es la única forma que estaríamos juntos.

- Eres tan cruel ~ambos reímos~

- Lo sé ~lo miro y le doy un beso en la punta de la nariz y luego en la mejilla~

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