3. vagos recuerdos

Después de un largo día de trabajo Dariel se sentó en su silla de piel y sin poder evitarlo ese rostro que no podía sacar de su cabeza volvió tan pronto cerró sus ojos, un rostro pequeño de piel suave y mejillas ligeramente teñidas de un permanente color carmesí, ojos azules y brillantes como el cielo, pero tan profundos con el mar lleno de secretos, sí, pensaba en Liam, había buscado candidatos para la FIV y aunque le sobraban entre tantas postulaciones solo uno le llamó la atención aunque no sabía el porqué, a veces una imagen de un pequeño niño de cabello negro y ojos azules se parecía en sus sueños solo para darle 𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝐿𝑒𝑐ℎ𝑒, no recordaba de donde lo conocía, pero cuando despertaba su día era lleno de cosas buenas, suspiró después de escuchar la puerta abrirse y escuchó a su secretaria notificar que él di a laboral había terminado y está libre por lo que sin pensarlo acató una cita con el médico y se fue al lugar.

Al llegar a la clínica bajó y espero, no tenía mucha paciencia por lo que cuando se empezó a tardar se levantó e iba saliendo viendo su reloj cuando sintió algo pequeño y suave chocar contra él, lo vio pequeño y sus ojos a pesar de ser lindos le provocaban dolor de cabeza pues llegaban vagos recuerdos, rodó los ojos al sentir una punzada y caminó al consultorio en silencio, vio al doctor revisarlo y al terminar y salir lo vio, suspiró y pensó.

<<¿a dónde va?>> -pregunto en su cabeza antes de hablar.

Una vez en el auto se limitó a hacer unos pendientes digitales en su laptop, le sorprendió el hecho de que tan pronto subió al auto se durmió, durante el camino lo observo de vez en cuando, su rostro relajado casi angelical y sus labios rosados entre abiertos era lo que tanto acaparaba su atención, ¿será que está frustrado por no salir a divertirse?, tal vez, no lo sabía, pero el hecho de querer probar esos labios le estaba estresando, cuando se dio cuenta estaban aparcando.

Oye, despierta, bájate. - ordenó, pero no obtuvo respuesta alguna. Joder, ¿qué eres una piedra?, despierta. -hablo con un tono más fuerte que hizo que el contrario se reincorporara de inmediato y casi desorientado.

¡Ah!, si si ya desperté, desperté. -dijo Liam mientras miraba a todos lados. ¿Dónde estoy? - preguntó tan pronto su cerebro cargó pues no reconocía ese lugar.

En tu nuevo domicilio por el momento, ahora baja antes de que te saque. - amenazó antes de bajar así que Liam sin perder tiempo también lo hizo y lo siguió.

Pero- pero- mis cosas, no traje nada conmigo -dijo mientras casi corría tratando de estar a la par del más alto, sin saber que hacer pues no se había preparado.

Todo está aquí, no te preocupes -dijo Dariel mientras entraban a la cada que de ordinaria no tenía nada. -sígueme, te daré tu habitación, usa la casa como te plazca y hazme saber el día en que comience tu celo. - habló Dariel mientras miraba su teléfono y pasaba sus dedos por su cabello, maldiciendo en su pensamiento al ver "Madre" en la pantalla.

Liam se sorprendió por supuesto y por un momento tuvo temor de lo que estaba haciendo, pero recordar sus deudas le hizo suspirar y seguirlo sin decir palabra, entro a la habitación y todo estaba ahí, era una habitación enorme, una cama grande y su cabestrillo y lienzos, pinturas y pinceles estaban perfectamente acomodados por lo que sintió paz, se volteó y agradeció aunque no recibió más respuesta que la puerta siendo azotada con fuerza.

<< ¿hice algo mal? >> -se preguntó mentalmente antes de sacar la lengua. << por lo que veo eres un bestia>> -suspiro y se fue a la nueva cama pues estaba agotado,la revisión, el viaje y los malestares pre celo estaban que no le dejaban en paz.

Para cuando Liam abrió los ojos todo estaba oscuro y tenía hambre, se levantó y abrió la puerta para ver el pasillo vacío y en cima increíblemente largos, no sabía donde estaba la cocina así que salió sin rumbo solo siguiendo un ligero aroma de la comida, bajo las escaleras y estaba tan concentrado en llegar al lugar de donde provenía el aroma que no se percató de que alguien del otro lado de una puerta abierta estaba leyendo algo a lápiz de una lámpara de escritorio por lo que se asustó cuando lo escuchó hablar.

¿Qué quieres? -pregunto Dariel al verlo y se acercó al marco de la puerta apoyando su hombro en esta y metiendo sus manos en las bolsas de su pantalón.

Oh, bueno... tengo un poco de hambre -hablo con una voz tenue.

Camina, la cena ya está. -respondió para comenzar a caminar y pasar al lado de Liam quien a su vez de inmediato pensó que era un bruto pues sus palabras no tenían una miseria de gentileza.

lo siguió y casi abre su boca de la sorpresa pues nunca había visto una mesa tan grande para dos platos de comida.

Siéntate -ordeno de nuevo. Come,estás delgado.

Liam quiso golpearlo, pero solo suspiró y se sentó con algo de mala gana para empezar a comer sin importarle mucho pues no creía que también le diera órdenes hasta de como comer.

Tan pronto como te embaraces te daré el dinero -aseguro. así que come y bebe sin problemas no quiero verte, pareces un palillo andante.

Liam podia sentir su vena sobre salir de su frente peel solo sonrió falsamente y asintió, solo casi tragando la comida pues solo quería irse de ahí.

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Ivy

Ivy

¡No puedo dejar de pensar en los personajes, quiero más!

2024-04-23

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