10. señor gruñón.

Liam salió de esa oficina con el Jesús en la boca, puso su mano en su pecho y caminó por el pasillo con el corazón en la mano pues no sabía de donde le había salido el valor de pedir algo así, llegó a su habitación y cerró la puerta para deslizarse contra la puerta, no sabía si Dariel estaba enojado con él por eso, pero era algo que Liam quería, sus padres a pesar de no ser de clase alta si no de una familia humilde siempre eran felices, él nunca vio malos tratos, recordaba como su padre recogía flores silvestres para su madre y como su madre cocinaba su trigo favorito, recordaba como salían a cenar y bailar, era el matrimonio perfecto y si había problemas se dio cuenta de que nunca lo supo porque ellos cuidaban muy bien y entonces Liam recordó al bebé en su vientre y con un suspiro sintió lástima por él, con solo lo que ha visto pensó que sería el bebé menos amado por su padre, por su familia y por la sociedad, pasó su mano sobre su vientre.

Lo siento frijolillo - Liam quiso decirle que lo amaba, pero no quería encariñarse, no quería sufrir más pues también iba a perderlo.

Liam pensó en que después de los 10 meses jamás lo volvería a ver y aunque desde ya le rompía el corazón, se levantó y se acostó en la enorme cama para acurrucarse.

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Dariel termino su trabajo y se recostó en su silla, pensó en Liam tan pronto cerró sus ojos y soltó un suspiro, se levantó y salió para descansar, antes de su habitación vio la puerta de la habitación de Liam y la abrió, entró al verlo dormido y pensó:

<< ¿qué debería hacer? >>

Dariel hacia todo esto casi por llevarle la contraria a sus padres y lo alentaba el hecho de no confiar su corazón nunca más.

Mientras lo miraba Liam se movió y vio su vientre que lo hizo sonreír un poco y vio como estiró su mano buscando algo

Frío... -susurro Liam aún dormido

Dariel lo cobijo y acarició su mejilla a lo que Liam correspondió con una leve sonrisa, Dariel no supo que hacer y apartó su mano lista para irse, sin embargo, sintió como algo tomó la bastilla de su traje y lo miró

No te vayas hoy - susurró Liam aún dormido

Esto a Dariel más que conmoverse lo hizo enojar pues lo único que pensó fue en quien creía Liam que él era y a pesar de eso se quitó el saco y se recostó a su lado con el entrecejo fruncido, lo miró como se acomodaba en la cama, suspiró y aunque estaba cansado con dolor de espalda por el estar trabajando su aroma dulce lo relajaba, se iba quedando dormido cuando de repente una manotada y un peso más estaba sobre él, maldijo en silencio y abrió los ojos para ver al omega bastante como y abrazado a él como si de un peluche se tratara.

Tiene que ser una broma - suspiró y bajo una de sus manos, ya que las tenía por detrás de su cabeza y con ella lo rodeó para así sin darse cuenta dormirse bastante cómodo.

Aunque Dariel dormía solo siempre y no compartía su cama con nadie esta vez no se molestó en quedarse abrazando al chico.

Liam por su parte desde que era pequeño solía dormir con su madre y en sus sueños le había pedido que se quede y a pesar de que tenía malos hábitos al dormir nunca se imaginó que cuando abrió los ojos estaba siendo abrazado y no en los brazos de su madre como cuando era pequeño sino que en unos brazos fuertes y tonificados, apoyado en un pecho que subía y bajaba con tranquilidad y un rostro que aún durmiendo tenía él entre cejo fruncido, esto a Liam lo hizo sonreír un poco porque Dariel siempre estaba de malas y el hecho de verlo aun con el ceño fruncido mientras dormía se le hizo hasta tierno.

Volvió en sí y su confusión lo atacó, ¿qué hacía él ahí?, se fue quitando con cuidado los dedos ajenos de la cintura y cuando intentó escapar de sus brazos sintió como fue atraído nuevamente.

¿estás huyendo? -pregunto Dariel con una voz más ronca que de costumbre y esto a Liam no supo que le provocó

No, solo... Yo solo iba a... -pensó unos segundos y dijo lo primero que se le vino a la mente. A dar un paseo en el patio

Dariel miró su teléfono y rodó los ojos con algo de fastidio.

¿A las 3 de la mañana?, Duerme, me estas quitando minutos de sueño.

Liam estaba avergonzado y no tuvo de otra porque estaba atrapado en sus brazos aunque terminó durmiendo de nuevo.

Dariel se despertó por los rayos de sol y se levantó con un cuidado que nunca había tenido antes para cerrar las cortinas, lo vio dormir tan relajado así que salió para desayunar, ya que ayer ni siquiera habían cenado, bajó y la señora Ana no sabía donde esconderse.

Señor, perdoneme por lo de ayer, no sabía que estaba acompañado -hablo la señora después de servirle el desayuno

Está bien, de preferencia ahora debes de esperar que venga a cenar. -respondió Dariel mientras leía el periódico y veía como los rumores de su boda empezaban rápidamente.

Levantó la mirada cuando Liam entró al comedor.

Buenos días, ¿durmió bien joven Liam? -pregunto Ana

Y muy bien -respondió Dariel antes de darle un sorbo a su café

Liam por su parte sintió su cara arder y no era para menos pues estaban sonrojados y solo asintió para sentarse a comer.

Tengo el día libre,vístete, iremos por algunos preparativos para la boda -ordeno Dariel y Liam asintió con un poco de pena aún.

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