Una Madre buena...

(Mar)

Llevamos mas de 2 horas, bajo la sombra de este hermoso arbol rosado.

Escuchar la historia de la pelinegra, me conmovió y me hizo entender, que no soy la única persona que ha sufrido en la vida, hay mucha gente, que estan pasando por situaciones sinilares a las nuestras; quizá en este momento, están sufriendo de abuso como a mí me pasó por años.

Quizá fui una cobarde, al no defenderme, quizá mí más grande excusa es que el maldito monstruo, es un asesino, que se convirtió en mí sombra, que también perseguía a todos los que se acercaban a mí, y por ser el jefe de la pandilla, hacia lo que quería, con toda la gente de nuestro alrededor.

Anzi sufrió de otra forma, pero igual fue fuerte.

Abuso sexual, abuso físico, abuso verbal, todo es igual de grave y Yo desearía que las personas que sufren abuso, de la manera que sea, sean valientes y denuncien, que hagan algo por ellas mismas, que no se paralisen como Yo lo hice, que luchen por salir, entre más rapido mejor... Ruego al cielo, que ninguna mujer u hombre que sufre abuso se acomode al sufrimiento, ruego para que no se adapten al dolor, sino que luchen por salir, lo antes posible.

Yo, aquí estoy sufriendo, las consecuencias de haberme quedado estática soportando el abuso por tanto tiempo.

—Mar, Mar, por favor Mar, dime como te puedo ayudar, que hago, estás temblando y sudando frío...—Anzi está muy preocupada por mí, ya que la falta de droga está haciendo que mi cuerpo colapse y los ataques de ansiedad están aumentando.

—No te preocupes, lo que le está pasando a mi cuerpo es por qué necesita una dosis, pero aunque mi cuerpo reaccione así, aunque mi cuerpo está desesperado por consumir, por primera vez en mucho tiempo tengo en mi mente una clara convicción, y es salir de esto, solo te pido que no me dejes sola, por favor.

Tengo miedo, tengo mucho miedo, yo sola no puedo...

—No te dejaré, mi niña ven aquí, trata de respirar profundo y dile a tu cuerpo que tú mandas, no el, vamos a salir de esto Mar, ya lo verás.—Me dice la pelinegra acariciando mi mejilla, como las madres lo hacen en las películas.

Después de varios minutos, saco mi celular y son las 4: 30 p.m.

—Anzi y que vamos a hacer, en menos de dos horas oscurecerá. —Le digo, ella suspira y me dice.

—Ven, levantémonos y vamos, busquemos un lugar un poco más seguro, donde podamos ocultarnos para dormir, ahora quizá no podremos comer nada, pero mañana, algo se nos ocurrirá.—Cuando ella me dice, yo recuerdo la provisión de comida que traigo en mi mochila.

—Anzi, yo traigo un poco de comida y alcanza para las dos.—Le digo sonriente.

—Gracias Mar.—me dice con una sonrisa.

Empezamos a caminar, en el camino vamos buscando el lugar donde podamos pasar la noche, pero no vemos nada que pueda ser nuestro refugio.

Caminamos por más de una hora, estamos agotadas y sedientas, pero por suerte llegamos a la plaza, que está en el centro de la capital ya la he oído mencionar, y la he visto en algunos reportajes, Plaza el Salvador del mundo.

Lindo nombre, me digo dentro de mí.

Y me quedo viendo la imagen, después veo al cielo, y en mi mente le digo a Dios.

La verdad, no sé, si fuiste Tú, o es una coincidencia de la vida, pero si fuiste Tú, gracias por mandar a Anzi.

Ella es la compañía que yo quería, ahora dime que hacer... porque queremos dormir tranquilas, eso es todo gracias que tengas buenas noches... ahhh no espérame, tengo algo más, ya quítame estas ganas que tengo de drogarme, si la verdad aunque no lo quisiera reconocer tengo tantas ganas de una dosis; Ayúdame por favor...—termino de hacer mi oración en mi mente y veo a Anzi está viéndome fija.

—Te quedaste muy distraída viendo el cielo.

—Si es hermoso ¿no crees?.

—¡Sí que lo es!. Mira sentemonos en esa silla de concreto, descansamos y si no encontráramos otro lugar, aquí podríamos pasar la noche.—Me dice la pelinegra.

Nos sentamos en la silla y yo me dispongo a sacar la comida, también saco el cofre de madera y le digo que me lo sostenga, luego tomo la bolsa de comida la pongo a la par mía y le digo.

—¿Quieres ver la carta y el anillo que Rodri me dejo?.

—Si quiero verlos, pero mejor en otro momento, hay mucha gente y puede ser peligroso, que saques tus cosas, debes cuidarlas son tu tesoro.—Con lo que me dice la pelinegra, me apresuró a guardar el cofre.

Le doy su Sándwich y una galleta, y abro la botella de agua, tomo un poco y luego le doy a ella.

Comimos y sentimos que el Sándwich de jamón y queso es un manjar, y el agua es una delicia.

Guardo la botella vacía, pues vamos a encontrar en donde llenarla, para tener agua, y empezamos a ver a nuestro alrededor.

Cuando de repente veo un joven tocando una armónica, y algunas personas rodeándolo.

Volteo a Anzi y le digo.

—Ya sé lo que haremos para conseguir dinero.—Mi voz uena entusiasmada.

—Venderemos la medallita que me dio Papá y con ese dinero compraremos una guitarra y un violín y me enseñas música, tu eres maestra y yo quiero aprender.—La pelinegra me mira y me abraza.

— Mar, eres fantástica y me parece muy buena idea; pero no venderás tu medalla, yo tengo algo menos valioso que vender; tal vez nos den lo suficiente para comprar nuestros boletos de autobús.

Mar, eres un genio, no se me había ocurrido vender algo. —Me dice la pelinegra con una amplia sonrisa.

Después nos recostamos en la grama bajo un árbol y nos quedamos conversando.

—Mar, tenemos que hacer turnos para dormir, pues debemos cuidarnos, y cuidar lo poco valioso que tenemos, así que duerme tu primero, y después tu cuidarás y yo dormiré.—La veo y le doy el más grande abrazo y le digo.

—Hubiera deseado tanto tener una madre como Tú.—La bella pelinegra, sonríe mientras limpia sus lágrimas, me da un beso en la frente y me dice ven duerme.

Yo no puedo hacer más que llorar, llorar de emoción, jamás mi Madre me dio un beso así, jamás me acaricio la espalda como lo está haciendo Anzi, jamás sentí una sensación como esta.

Es indescriptible, maravilloso, se siente paz, felicidad, así se deben sentir los hijos que tienen una Madre buena, que pueden abrazar y besar, esto que siento en este momento, lo deben sentir ellos cada que sus madres les dan un beso y les dicen buenas noches hijo o hija...

Por primera vez en mi vida, una mujer que conocí este mismo día, me está queriendo como si fuera mi madre, esta haciendo lo que Mamá jamas hizo por mí...

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