Dos historias, un largo camino...

(Mar)

—Bueno ya estamos en la Capital, si he venido varias veces, pero jamás con la intención de quedarme.—Me dice la pelinegra.

—¿Y ahora que vamos a hacer, Anzi?.—Le digo y ella se sonríe.

—¿Anzi?

—Si, es de Esper...ANZI...ta, jajaja, suena lindo y es corto, yo me llamo Marysol y me dicen Mar y Sol jajaja.

—Si me gusta Anzi, y no sé lo que haremos Mar, pero algo debemos hacer, lo primero es buscar un lugar donde podamos pasar la noche.

Yo traía la dirección de una persona, que me iba a recomendar en un trabajo de sirvienta, pero no te voy a dejar sola, por alguna razón, nos juntamos y así vamos a seguir, además, me preocupas estás pálida y sudorosa, tus manos no dejan de temblar, te mueves demaciado y tienes los labios muy resecos.—Me dice.

—Nunca, nadie se ha preocupado por mí.—Le digo y ella, me mira atenta y me regala una muy dulce sonrisa.

—Parece que estamos solas en el mundo, ¿Dime como te metiste a las drogas?—Yo bajo mi cabeza, y sin poder evitarlo, mis lágrimas empiezan a salir, como río abundante.

—Te contaré la historia de mi vida...

Papá se fue a Estados Unidos cuando yo tenia tres años, al principio nos llamaba, pero con el tiempo desapareció, no sé si esta vivo o muerto, pero asi empezo toda mi tragedia...

...Empiezo a contarle toda la historia de mi vida, sin omitir ningún detalle, y realmente, no sé por qué lo hago, si la conocí hace unas horas, pero aparte que me inspira confianza, necesito desahogarme y que entienda por qué mi cuerpo tiene estos episodios de descontrol total.

Cuando termino de contarle, Anzi está llorando y aquí donde estamos, me da el abrazo que jamás nadie me ha dado.

Ese abrazo, no solo fue a mi cuerpo, fue un abrazo a mi alma, mi alma vacía.

—Mar, mi niña, no puedo ni siquiera imaginar lo que has sufrido.

Sabes, no entiendo como puede haber Madres, como la tuya y la mía.

Mi Madre, desde que tengo memoria, jamás me dio una muestra de cariño, ella es una fanática religiosa, se la pasa en la iglesia orando cantando y ayudando a los demas, pero jamas ayudo a sus hijos, asi fue desde mi niñez y todo estaba bien, pues me acostumbre a su comportamiento.

Hasta que a los 13 años, empecé a ser rebelde, ella decía que el espíritu de rebelión había entrado en mí, me llamaba Jezabelica, jajajajaja...

¿Y sabes por qué?...

Porque, ya no me puse los vestidos que ella mandaba hacer para mí, eran horrendos, largos hasta el tobillo, el escote hasta el cuello, mangas hasta los codos y una especie de vuelo que al plancharlos sudabas por horas; jajajaja aparte de eso quería que anduviera un pañal blanco en la cabeza, decía que eso era una señal que yo tenia una autoridad sobre mí.

Yo hasta los 13 años tenía que andar así.

En la escuela, se burlaban de mí, porque mí uniforme me llagaba casi al tobillo, ya te imaginaras lo ridícula que me vestí siempre.

Cuando cumplí 13 una señora de la misma congregación de mamá, pero con menos fanatismo, me dijo si quería trabajar con ella, en un su tienda, así que por las tardes después de la escuela me iba al trabajo.

La señora tenía un hijo de 16 años se llamaba Rolando, él estudiaba música, guitarra, violín, y canto; eso me llamó mucho la atencion hacia Él, nos hicimos muy amigos y luego amigos con derechos, él aparte de que me enseñó a tocar la guitarra y el violín, me hizo el amor por primera vez, yo era una niña, pero yo decidí hacerlo y me encantó.

Me siguió enseñando y aprovechábamos para tocarnos y darnos placer mutuo, hasta que la mamá de él nos descubrió, teniendo sexo oral.

Si, lo sé está muy mal, yo solo tenía 14 años, Rolando tenía 16 los dos éramos menores, estábamos experimentando, yo fui su primera vez y él fue la mía.

Sé que eso estaba mal, pero no para que me golpearan de esa forma, además jamás me aconsejaron o me instruyeron, sobre el sexo.

En mi casa mencionar esa palabra, te hacia ganarte el infierno.

La Madre de Rolando, le dijo a mi madre y ella me dio una exagerada paliza, dejandome casi muerta, estuvo a punto de quemarme la boca con carbon encendido, pero se detuvo por que mi hermano mayor le dijo que si lo hacia, El mismo iría a la policia y la denunciaría, ese dia mi Madre corrio a mi hermano José, de casa.

Luego me encerró, por una semana entera en un cuarto, sin ventanas, donde solo había un sanitario, durante ese tiempo no me dio comida, me dijo que debía ayunar para que Dios me perdonara por haber perdido mi virtud, me dijo que yo, ya no tendría derecho de casarme porque nadie me iba a querer deshonrada.

Durante 7 días, a las 6 pm me llevaba un vaso de agua y un pan simple, y nada más.

Según ella, me mantuvo en ayuno, para recibir el perdón de Dios.

Después de 7 días, me saco del cuarto, casi muerta de hambre, me dio comida, pero no me dejo ir más a la escuela y no me dejaba salir a ningún lugar.

Mi Padre jamás intervino, en el maltrato que ella me daba, tambien el me golpeaba dejándome desangrada y con moretones, hasta que un día, mi hermano José, de nuevo me fue a rescatar, Él ya habia conseguido trabajo y rentaba un pequeño cuarto, y me llevó a vivir con Él.

Mi Madre intento retenerme, pero José le dijo que si lo hacia, llevaría a la policia, cada foto que yo le había mandado a su celular, de cada vez que me golpeaban y me dejaban sin comer.

Allí termino mi pesadilla, del maltrato de mis padres, Mi José era muy bueno conmigo, ya viviendo con mi hermano empecé a estudiar de nuevo, y el vio que me gustaba la música, me compro una guitarra y un violín, para que yo siguiera practicando, después me metío a la escuela de música donde estudiaba Rolando y aunque nunca más volvimos a hacer el amor, Rolando, se convirtió en mi mejor amigo.

Él y mi hermano, me decían que tenía un futuro prometedor en la música, el tiempo pasó, yo terminé mis estudios de bachillerato y también empecé a estudiar en la universidad, para profesora y logré que me dieran trabajo como maestra de música, en un colegio, pero allí terminaron todos mis sueños, de ser una gran intérprete musical.

Conocí a Saúl, era profesor de literatura, me enamoré y me casé a los 19 años.

El ya no me dejo trabajar, mucho menos seguir estudiando y desaroyándome en mi carrera musical, aunque era mi sueño, me resigne a que nunca se haría realidad.

Al principio, todo marchó bien en mi matrimonio, pero con el tiempo todo se volvió monótono, después del primer aborto espontáneo, empezaron las peleas y el desinterés.

Luego el segundo aborto y fue aún más complicado.

El decía que era mi culpa, mis padres cuando estuvieron presentes, solo era para juzgar, criticar y acusar; decían que era castigo de Dios.

Pero Dios no es así, El es bueno, perdonador, misericordioso y compasivo.

Y algún día entenderemos, por qué suceden cosas malas.

Así viví todo este tiempo, hasta ayer, cuando encontré a Saúl con otra mujer en mi casa.

Te preguntarás, por qué no me fui para donde mi hermano José, y es porque mi hermano ya no está, él murió hace 3 años, y era la única persona que realmente me quería, así que Tu y Yo, tenemos varias cosas en común, una de ellas es que estamos solas.

Sabes, si mi primer bebé hubiera nacido, tuviera exactamente tu edad y yo fuera la mujer más feliz del planeta.

Y quizá te parezca absurdo, pero como te dije, las cosas suceden por alguna razón.

Así que, si estamos huyendo de nuestro pasado, hagamos que valga la pena, no sé cómo le haremos, pero estamos juntas en esto y lograremos salir adelante, nos espera un largo camino, pero llegaremos a donde queremos.—Anzi termina de hablar y yo estoy recostada en su hombro con algunas lágrimas en mis ojos, oyendo a la mujer que decidió darme su compañía y su amistad, aun sin conocerme.

Si, a pesar de todo, existe gente con mucha bondad en el corazón y con pureza en su alma... Y Anzi es una de ellas...

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