015.

Dietrich se acercó instintivamente a su creación, no podía evitar sentirse tan orgulloso de sí mismo ante el logro de Ellie; estaba tan cerca del jaque mate. La rubia no pudo evitar sentir su corazón dar un vuelco ante la cercanía de su progenitor, su amor parecía ser casi una droga para ella.

A veces se preguntaba si su padre era consciente de lo retorcida que se había vuelto su vínculo, a veces sentía que se cansaba de dar sin recibir, pero al sentir su amor por más migajas que fueran volvía a caer. Tenía el control de su mente.

El archiduque acarició la mejilla de su hija mientras la felicitaba por su logro, Ellie sentía que hablaba con el diablo siempre que él se le acercaba porque por más que quisiera. No podía ponerle un alto.

Nuevamente, estaban ahí, ambos envueltos en esta falsedad de amor; extasiados por estar tan cerca y a la vez tan lejos de obtener lo que realmente añoran. Los ojos de Ellie fueron hacia los de su padre los que se encontraban brillando más que nunca antes, una mirada llena de determinación mezclada con rencor.

“Puedes retirarte, has hecho un buen trabajo. Estoy orgulloso de ti”. Ellie sintió de manera inmediata las punzadas, el dolor que atraviesa su pecho no era normal; le resultaba placentero. Solamente se limitó a asentir e irse a su habitación.

...

En el balcón se encontraba nuevamente, admirando a su única amiga brillar intensamente mientras sus lágrimas salían por si solas de sus ojos azules. La luna se preguntaba porque Dios había abandonado a tan preciosa niña, una alma tan pura viviendo con un monstruo como Dietrich.

El aura de Ellie ya estaba manchada con un rojo similar al de lasangre junto con la marca que ya estaba desde su nacimiento, debido a la fuerza que poseía el contrato que había hecho su padre. Desde que había nacido ya estaba corrompida.

Cualquiera que pudiera observar el aura de Ellie se daría cuenta del hedor a sangre qué provenía de esta, encantando a las bestias de un corazón cruel. Porque la rubia era una encantadora de monstruos, la cura de la locura se encontraba en su sangre, puesto que ella era la misma reencarnación de una diosa que fue desterrada a la tierra debido a que se volvió una loca por la sangre e intentó atentar por la vida de Zeus.

Ellie mientras observaba la luna tocó una vez más su muslo derecho como le era costumbre, enterrando sus uñas hasta hacerlo sangrar. Sabía que la marca no desaparecía y no sería libre, lo intentó la primera vez que fue Daechit cuando apenas era una niña sin entender el significado, ahora que lo entendía no podía evitar sentir asco por ella misma y su cruel destino; se encontraba a sí misma miserable.

La marca todavía no estaba completada, el poder que le había sido otorgado no lo había logrado liberar por completo y Ellie era consiente de esto; el día que su poder liberado por completo será cuando inicie la guerra, sus emociones serían un completo caos y será el primer día en que sería completamente sincera consigo misma, aceptando al fin su destino. Había sido preparada desde pequeña para ese día, por eso debía ir una vez por mes a Daechit para complementar su entrenamiento.

Ellie se sonrió a sí misma, era tan miserable que nisiquiera se podía consolar a ella misma; se daba pena. Solamente podía limitarse a esperar, esperar el día que marcaría su vida y cambiaría por completo su perspectiva respecto todo.

...... ...

“¿Qué te pareció la hija del archiduque?”. Le preguntó el emperador a su segundo hijo, quien ya esperaba esta pregunta. Esta vez no le podría responder con sinceridad a su padre porque él no quería que Ellie le fuera entregada, él quería obtenerla por sí mismo.

Richard había notado el aura de Ellie, lo oscura y maligna que era pero también había logrado percatarse de algo, de un color celestial escondido; casi inexistente. Se preguntaba a sí mismo si la rubia tuvo que pasar por algo similar a lo que él ha vivido.

Esto le hizo creer a Richard que sus destinos estaban entrelazados y por eso habían coincidido, estaban destinados a enamorarse. Más alejado de la realidad no podría estar porque Ellie solo podía amar a una persona y esa es su padre, si Richard interfiere entre los planes del archiduque ella lo mataría sin dudar.