capitulo 9

Cómo algunas ocasiones Esteban llegó al cuarto de Alma, al verla a punto salir le dice con una ancha sonrisa

- Tengo buenas noticias -

- A sí?, no me digas que llegó alguien más preguntando por mí? -

- No, hemos sido llamados, ya hay respuesta de la Directora -

Alma se queda con la boca abierta, sintió su estómago en la garganta, al verla Esteban se preocupa

- Alma? - ella levanta la mano, Esteban mantiene silencio

- Ya está, vamos - toma a Esteban de la ropa y lo jala saliendo del cuarto, no es la primera vez que hace eso y la verdad le divierte mucho a su guía

Llegaron al lugar y de nuevo ya los esperaban, recorrieron el mismo camino, entraron a la oficina y tomaron asiento

- Bienvenidos - dijo Margaret con su habitual calma, Alma quería gritarle que fuera el grano, solo apretó las manos que reposaban en sus piernas, Esteban se dio cuenta de eso, palmeo suave su mano izquierda, haciendo que ella se relajara un poco - ya tenemos la respuesta - despacio sacó unas hojas del cajón, cada segundo parecían horas para la desesperada Alma - el representante del infierno aprobó la visita para dos personas, serán recibidos mañana - Alma saca aire que no sabía estaba reteniendo, su rostro se suavizó aliviando también a Margaret, sentía que le saltaría encima en cualquier momento - es obvio que tú irás Alma, pero necesitas ser acompañada por alguien responsable, una visita al infierno no es cualquier cosa, así que ya elegimos quien irá contigo -

- Cómo? - pregunta confundida - como que ustedes deciden quien irá conmigo? -

- Tranquila - le dice de forma suave Esteban - escúchala -

- Uno de los ángeles más preparados te acompañará, es un gran guerrero y estoy segura de que sabrá defenderte de cualquier inconveniente -

- Y sabrá cómo desenvolverse en ese lugar? - el comentario de Esteban hace que las dos mujeres le presten atención - tú lo dijiste, una visita al infierno no es cualquier cosa, no están entrando en un campo de batalla, es un lugar de tortura y engaños, un guerrero sabrá defenderse de cualquier ataque físico, pero podrá contra toda la tentación que verá allá? - Alma está con la boca abierta, ¿cómo es que sabe todo eso?

- Y tu recomendación es?... pregunta Margaret

- Que yo le acompañe - responde firmemente

La cara de la directora es un poema, está realmente impresionada, jamás pensó que el amable y apacible Esteban se esté ofreciendo para ir al infierno

- Estás seguro?, realmente te crees capacitado para defender a Alma de cualquier cosa en ese lugar? -

- Lo Estoy - respondió de nuevo con gran determinación

- Qué piensas Alma? - le pregunto Margaret, ella seguía con la boca abierta, también estaba impresionada viendo a Esteban, su amigable guía era mucho más de lo que ella pensaba

- Que es perfecto - dijo de forma seria - no imagino a alguien más a mi lado en ese lugar, Esteban tiene toda mi confianza - la directora asiente, Esteban sonríe, Alma está de nuevo con el corazón a mil. Después de escribir algunas cosas, Margaret vuelve a mirarlos, fueron segundos de silencio incómodo, después ella sonríe de forma intimidante

- Felicidades, serán los primeros residentes del cielo en visitar el infierno, su estadía será por un periodo máximo de un año - les entrega un par de hojas - estás son las reglas que deberán seguir, si se incumple alguna serán devueltos enseguida, a menos que se decida que ahora pertenecen a ese lugar -

- Quien decidirá eso? - pregunta Alma aún asombrada

- Antes de regresar se hará una evaluación, ambas partes lo veremos - la directora los miró desafiante - será algo justo, si su comportamiento es bueno no habrá problema en ser de nuevo admitidos, alguna otra duda? - ambos se quedan en silencio - bien, mañana temprano los espero aquí -

Margaret cerró la carpeta y con eso se dio finalizada la reunión. Alma y Esteban salieron del edificio, mientras caminaban sin rumbo por el campo, ella miraba el suelo pensativa, miró a Esteban y preguntó

- Como sabes lo del infierno? -

- Recuerdas que se comentó que alguien llegó de allá y logro quedarse? - Alma asiente - bien, cuando supe que se haría la solicitud para ser recibidos allá lo busqué, durante este año he estado platicando mucho con él, me ha contado sobre ese lugar y dado muchos consejos -

- Ya paso otro año? - Esteban asiente - y es un lugar como lo platican, así como las pinturas, lleno de fuego y torturas? -

- Más o menos, es verdad que es un lugar donde tú alma no tiene descanso y pasa por torturas, atacan tus miedos y peores temores, además de que es obvio que intentarán tentarnos todo el tiempo para caer en pecado - Alma baja el rostro

- Estás seguro de acompañarme?, aún puedes cambiar de opinión -

- Aún piensas en ir? -

- Claro -

- Entonces yo te acompaño, si tú estás segura yo también -

- Gracias Esteban, por todo - le dedica una gran sonrisa, casi de inmediato su rostro cambia - y puedo conocer a ese hombre del que hablas? -

- Por supuesto, ya tenía en mente visitarlo para contarle que iremos -

- Entonces vamos ahora - Alma vuelve a sujetar a Esteban de su ropa y camina jalando, de repente se queda quieta, voltea a verlo y apenada le dice - hacia dónde? -

Él le toma la mano que lo sujetaba y empieza a caminar ahora jalando a ella, Alma se da cuenta de que esa acción no es agradable cuando lo realizan contigo

En el área de habitaciones caminaron hasta el fondo, nunca había tomado en cuenta el verdadero tamaño de ese espacio, era enorme, camino tanto como jamás lo había hecho en su vida en la tierra, o el cielo

- Gracias a Dios aquí no sentimos dolor - decía Alma mientras seguía caminando - no puedo creer que aún no lleguemos - decía casi en un grito y levantando las manos - Esteban sonriendo responde

- Exageras, pero ya estamos aquí -

Pararon frente a una puerta de madera, era grande, casi el doble de las demás habitaciones, expedía un ligero olor a bosque, era tan reconfortante que Alma cerró los ojos y aspiró hondo, dejo salir lentamente el aire y esbozó un aligera sonrisa

- Bienvenidos - una voz gruesa, sumamente varonil y al mismo tiempo tranquila se coló por los oídos de Alma, increíblemente le dio una sensación de emoción ver al dueño de tan perfecta voz. Abrió lento los ojos, tenía la cabeza ligeramente levantada, estaba segura de a quien vería sería un gigante "debe medir dos metros por lo menos", estaba casi segura, pero como siempre, las cosas jamás son como se imaginan

Descendió su cabeza al no ver a nadie, poco a poco buscó con la mirada algo, alguien, hasta que se detuvo a la altura de su pecho, una persona pequeña, no más de 1.20 de altura, regordete de tez blanca, unos ojos color miel con una cara redonda dónde sobresalía unas mejillas rosadas que le daban un aire de ternura

- Pero que tierno - dijo con simpatía, el comentario no cayó tan bien a quien los recibía, aún así con una linda sonrisa comentó

- Esteban, que quieren aquí - ...

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