Kristen miró al hombre que se posicionó delante de ellos.
—Padre. —Uri se levantó y no se atrevió a ver directamente al archiduque.
—Oh, ¿Ahora no sois más un dúo? —El archiduque observó fijamente a Kristen.
—Padre, es ella mi nueva amistad, Kristen Russen. —El archiduque se sorprendió al escuchar el nombre de Kristen.
—Kristen… no parece mal nombre. —Kristen se paró, miró sin miedo alguno al archiduque y habla.
—Es un gusto conocerlo archiduque Aldrich.
—Ciertamente te pareces a Kristian, tienes una buena mirada. —Kristen se quedó helada al escuchar el nombre de su padre. —Uri es hora de regresar.
El archiduque salió primero, Uri se despidió de Pers y Kristen y luego se fue.
Un momento después, Kristian se acercó también a Kristen. Le ordenó buscar a Ruth, quién al parecer había dejado el salón, para ir a otro lado.
Cuando Kristen fue a buscarla, caminó por todo el patio y se detuvo al escuchar sonidos morbosos provenientes del jardín —sitio donde hace poco jugaba con Uri y Pers—.
Kristen se acercó sin hacer ruido y lo que vio le provocó náuseas y sintió vómito subir por su tráquea. Dejó salir todo y ensució el suelo asfaltado.
El hombre sobre Ruth levantó la vista con enojo —Ruth no pudo notar la presencia de Kristen, sus ojos se notaban perdidos—. El hombre se despegó de Ruth un poco, saliendo de ella en el proceso y Kristen miró el cuerpo del hombre desnudo en la parte inferior, con vergüenza volteó a otra dirección mientras sentía una sensación extraña.
—Joven, esa mujer es mi hermana y el líder ha mandado a llamarla. Por favor vístase. —Kristen le pidió al hombre pero, lo escuchó acercarse a ella. Así que, giró su rostro para ver los movimientos del hombre.
—También eres una Russen, además eres muy bella. —El olor del alcohol golpeó directamente a Kristen y sintió más náuseas. Sintiéndose intimidada Kristen dio un paso atrás, pero, el hombre se acercó más. —Pasemos el rato, Ruth no parece poder seguir.
«¿A qué se refiere?» Kristen comenzó a sentir miedo e intentó alejarse, sin embargo, el hombre sostuvo su mano y la atrajo hacia el.
Kristen tiró una patada, pero, no pareció provocar daño a ese hombre y en respuesta recibió una bofetada en su cara.
—Mira niña, quédate tranquila o te mato. No me importa hacerlo aunque no respires. —El hombre amenazó a Kristen y ella se quedó congelada en ese momento.
Kristen se dio cuenta de que esto no era una práctica de combate, ella no llevaba ningún arma consigo y el hombre tenía un fuerte agarre, todo su cuerpo estaba bajo el dominio de ese demonio.
Kristen tuvo escalofríos al sentir como la boca del hombre pasaba por su cuello, el miedo la paralizó, ya no quería defenderse. Kristen vio como su ropa era desgarrada y sintió como su cuerpo era manoseado por un extraño, un demonio. Y cuando ese hombre llegó a esa zona, también iba a hacerla suya, sin embargo; la cabeza del hombre cayó sobre ella, mientras la sangre le bañaba.
Kristen levantó la vista para ver quien había sido su salvador y su rostro fue de sorpresa al ver a Kristian Russen, su padre. Kristian se quitó su chaqueta y envolvió el cuerpo de Kristen con ella.
Kristen no quería aferrarse a ese hombre ,pero, a quién más, sino a él. Abrazó el cuerpo de su padre y comenzó a llorar a mares, se estaba conteniendo, tal vez intentando parecer fuerte. Pero ella era tan vulnerable en ese momento.
Kristian observó el cuerpo de Ruth llenó de líquido espeso en el rostro y con el cuerpo ruborizado. Sintió asco. Cargó en sus brazos a Kristen y abandonó el jardín.
Cuando salieron Isabela los vio y se acercó a ellos con prisa.
—¿Y Ruth?
—Atrás, ve, búscala.
Kristen quién se quedó dormida de tanto llorar, no supo como llegó a su habitación. Luego de despertar se enteró que el duque Gades y los Russen estaban en un enfrentamiento ahora, ya que, Kristian Russen había cortado la cabeza del heredero, Thomas Gades.
Kristen permaneció en su habitación un par de semanas, con miedo de salir al exterior. Pasó varios días con pesadillas y dormía pocas horas, recordar ese suceso le seguía produciendo náuseas. Preferiría mil veces volver a la habitación de confinamiento que ser manoseada de tal forma. «Me siento sucia», pensó.
Anne intentaba subirle el ánimo a kristen con todo, pero, sin éxito alguno. Anne sintió gran tristeza, ya que, su señorita estaba sufriendo bastante. ¿Qué debía hacer?, Anne no sabía cómo ayudar.
Kristen se levantó esa mañana con el ánimo por los suelos, y peor era la visita de ese momento. Kristen miró a Aine sentada con las piernas cruzadas mientras bebía el té —Anne lo preparó hace poco—.
—¿Tienes miedo de salir? —El silencio había sido mucho entre las dos, así que, Kristen suspiró después de escuchar la pregunta de Aine.
—No es tu asunto. —Aine rompió la taza. Los trozos se esparcieron sobre la mesa.
—Sigues siendo una irrespetuosa. Debieron de penetrarte, así aprenderías una lección. Oh, padre es tan bueno. —Kristen presionó los dientes cuando escuchó eso. ¿Penetrarme?, pensó Kristen con disgusto.
—¿Por qué me miras mal? —Aine embozó su característica sonrisa. —Todas pasamos por ello, es mejor que el hijo de un duque te lo haga, en vez de Naim, ¿No piensas lo mismo? —Kristen se quedó helada al escuchar eso. —No me mires con lástima. —Aine se levantó y salió molesta de la habitación.
«Todas», esa palabras hizo eco dentro de Kristen. «Tengo que matar, sino otros se aprovecharán de mi», Kristen no quería volver a pasar por una situación como esa otra vez, ella no quería ser tocada sin su permiso o que un extraño le dejará marcas por todo su torso, cuello y muslos.
Y aunque su padre era su salvador, Kristen seguía sintiendo odio por él y por todos los Russen en general. A Kristen no le importaba los que no tuvieron que ver con ella, Kristen eliminaría por completo a esas aberraciones, no era bueno dejar que se reproduzcan.
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Comments
Samantha Ivett Olvera Rodriguez
aver tanto entrenan asta les infringe dolor y se dejó someter Bien rápido ni se defendió está novela se me hizo interesante Pero ya está pasando el drama le pasa una tras otra
2024-09-14
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Anonymus
A ver yo y mi teorías conspirativas, siento que Isabela, se cenga de su marido a teaves de sus jijos, no digo que sean buenos , porque no hay con que hacernun caldo, pero alxparecer.son la encarnación del maldad, sus genes están podridos
2024-05-26
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