capítulo 4

Enzo estaba sentado en su despacho, bebiendo un vaso de whisky acompañado de Dante.

—Luciano no debió ir así, que tal que esa mujer les haga algo. — Dante se puso de pié y caminó hasta el ventanal, llevó el vaso de whisky a sus labios — Mm, te dije que mi padre tiene una empresa de seguridad integral y con ella una de investigación. — se giró un poco viendo a Enzo.

—Quizás lo tenga en cuenta, esta mujer debe pagar por el daño que causó.

En la cocina Vallolet le decía a Gloria que prepare unos bocadillos para Dante y Enzo.

— Gloria esto esta perfecto lleva al señor en su despacho.

—Sí, como usted mande señora.

Vallolet rodó los ojos— ¡Gloria!

La mujer sonrió —Vallolet.

Sonrió y se fue de la cocina, Vallolet no quería que le llamase señora, ella prefiere que le llamen por el nombre.

—Señora que hago con estas verduras.

Vallolet le dio un codazo en forma de juego—Emma, no soy tan grande siento que es un peso muy grande, te conté que vamos hacer un evento, vamos a lanzar nuevo café.

Emma puso las verduras en la sartén y comenzó a moverlo—Es una noticia muy buena ¿no?

Vallolet sonrió — Yo estoy contenta será en dos meses.

Emma asintió — Yo voy a lanzar nuevas líneas de lencería y te traje uno para que estrenes con Enzo.

—jajaja mírame estoy super gorda.

La verdad era que Vallolet tenía un enorme vientre —Yo creo que es fascinante hacer el amor estando embarazada.

Vallolet sonrió — Mm, ¿y porque no te quedas embarazada?

Emma frunció el ceño — No puedo, tengo tratamiento y fue muy complicado con los gemelos, volver a empezar ya es mucho.

—Mm, bueno nosotros después de Fabiola nos cuidamos pero yo olvidé tomar mis pastillas y aquí está el resultado, además este embarazo es más complicado que los otros.

Esa noche ellos compartieron juntos y después se fueron a casa, Vallolet soñaba que Mel llegaba corriendo con sangre en su rostro, ella despertó sudando.

—¿Amor que está pasando?

Vallolet comenzó a sentir presión en su pecho y ya eran como las 7 de la mañana ella se levantó. — Solo fue una pesadilla mi amor.

Vallolet llamó muchas veces a Mel y no hubo respuesta. — Mel responde.

Enzo abrazo a Vallolet —Tranquila mi amor.

Ella negó rápidamente —Tengo un mal presentimiento.

Horas antes…

A las cinco de la mañana Mel y Luciano estaban saliendo de aquel pueblo.— José, gracias por acompañarnos.

Luciano estaba sentado en el asiento trasero con el pequeño Stefano a su lado en una silla de seguridad para niños.

—Vallolet tendrá que cuidarse, sabes que esta mujer será una maldita.

Luciano asintió — muchas veces quise creer que Ludovika no era mala pero me equivoque.

José quería bajar a la estación de servicio que estaba a unos 600 metros, pero al pisar el freno no respondía. — ¡Señor Luciano el freno no responde!

Luciano se enderezó y miró hacia adelante y atrás, solo unas luces detrás de ellos en medio de la nada—¡José vuelve a pisar!

—¡No responde señor!

Mel atemorizada comenzó a llorar, de pronto comenzaron a sentir unos golpes y los estaba sacando de la carretera.

—¡Luciano mi amor!

Mel gritó desesperada—¡!Señor ese auto nos quiere sacar de la carretera!

Gritó José perdiendo el control del automóvil, giró varias vueltas por el aire, Luciano y Mel abrazaron a Stefano que al sentir los golpes comenzó a llorar y gritar.

Luciano-Mel —Te amamos.

Esas fueron sus últimas palabras al caer por el precipicio, Armand temblaba pero bajo lo más rápido que pudo, lo primero que hizo fue sacar al niño, las pruebas que implican a Ludovika, era algo que él tenía para hundir aquella mujer.

—Vamos señor tiene que vivir se lo ruego— él vio que todo estaba por estallar en cualquier momento, después fue a ver por José pero estaba muerto,llevó al pequeño y lo dejó un poco más retirado.Él no tuvo valor de regresar por Luciano y Mel, los dejó afuera del automóvil y salió de allí corriendo ni dos minutos y todo explotó.

A las 8 de la mañana había muchos autos estacionados viendo el humo que salía de aquel precipicio,los bomberos venían con un niño en brazos, y dos adultos en camillas.

Luciano abría y cerraba sus ojos —¿Mi esposa y mi hijo?

—Señor están a salvo, solo el conductor murió en el vehículo.

Luciano cerró sus ojos,—Llame a una persona por favor. Este número su nombre es Isaac ××××34.

El hombre asintió— Muy bien.

—Isaac has lo que te pedí…

Fueron las últimas palabras de Luciano, entró en coma tanto él como Mel tenían muchas quemaduras.

●Doctor necesito que usted dé por muerto a los señores James.

●Esto va contra las reglas.

●Soy el copropietario del hospital y usted me debe explicaciones a mí, haga lo que le digo.

Isaac colgó la llamada y recordó aquella charla en el despacho con Mel y Luciano.

Luciano —Isaac debe ser el copropietario del hospital, entonces moveremos hilos desde adentro.

Mel—considerando que algo nos pasa, te harás cargo de llevarnos a Suiza.

Isaac — Ustedes están planeando su propia muerte, esto es ilegal.

Luciano-Mel —¡No! Solo es para tener suficiente información sobre Ludovika.

Ambos hablaron al mismo tiempo.

Isaac — Siempre seré su fiel mano derecha, confíe ciegamente en mí, no les fallare.

Mel— Ludovika lo primero que hará será llevarse a Stefano, tú estarás pendiente de todo, estos papeles dicen que Stefano James quedará delante de la empresa a sus 20 años, y que aquel adulto responsable recibirá una cuota mensual para los gastos del niño, así sea alimentación y educación.

Luciano —Tendrás que ser valiente, Ludovika intentará sacarte ,por eso firmamos una cláusula donde solo tú tienes el poder para dejar a Stefano como Ceo de la industria.

Isaac sacudió su cabeza, era hora de jugar y ver quienes son fieles a los James.

Media hora más tarde Mel y Luciano fueron trasladados a Suiza y el pequeño Stefano James se quedó allí en el hospital.

La noticia no tardó en llegar, Vallolet estaba frente al tv, las noticias sobre un fatal accidente.

—¡No! ¡No! Gritó Vallolet mientras sus lágrimas caían ligeramente.

Enzo bajó las escaleras,era día domingo a las 10:30 horas. — Amor ¿que pasa?

Vallolet miró el tv: “Fatal accidente, se llevó tres vidas” único sobreviviente Stefano James hijo del Ceo Luciano James con su esposa Melina Suares de James, nuestra condolencias a la familia.

Enzo abrazo a Vallolet — Lo siento…

Sus palabras fueron acompañadas de algunas lágrimas, minutos después llegaron Emma y Dante.

—Maldita Ludovika, se los llevó…

Decía Vallolet, la pérdida de su mejor amiga le dolió el alma, Emma la abrazo fuerte — Ella está viva en nuestros corazones.

Emma hablaba con un nudo en su garganta. Dante y Enzo se dieron un abrazo y se sentaron en el sillón con las mujeres, no podían hablar, todos ellos estaban tristes y destrozados.

Montserrat llegó a la casa de Ludovika —¿tu mamá?— preguntó ella con lágrimas en sus ojos.

Ludovika se sirvió whisky y se sentó —Ahora vienes a mi casa, te crié y cuide para que fueras fuerte y no una mujer débil, mira cómo estás? Lloras por ese bastardo.

Montserrat — ¿bastardo? Era hijo de mi padre con el amor de su vida, en todo caso yo soy la bastarda gracias a ti que hiciste cosas sucias.

PLASH… un estruendoso ruido causó la bofetada que Ludovika le propinó a su hija.

—¡Cállate!

Montserrat levantó su mirada llena de dolor,se cubrió su rostro con una mano,donde estaba ardiendo por el golpe— Callarme es lo que hice siempre, tu eres capaz de todo por tener poder, mírate ni siquiera mi abuelo te dejo algo, prefiero dejárselo todo a su hijo que en paz descanse, seguro fuiste quien mato a tu hermano por unos miserable dólares.

Ludovika estaba por golpear a Montserrat— Usted no se atreva a golpear a mi esposa.

Ignacio llegó a tiempo y agarró el brazo de Ludovika —Terminaste cayendo tan bajo ,mira un esposo que no tiene ni donde caerse muerto.

Ignacio sonrió y abrazó a Montserrat —No solo de pan vivirá el hombre.

Salió con Montserrat y se subieron al auto, ella lloró hasta llegar a la casa de Vallolet —Buenas tardes.

Gloria—¿En qué puedo ayudarle?

Vallolet escuchó la voz de Montserrat —Gloria hazla pasar.

Montserrat abrazo a Vallolet — No, esta más…(lágrimas)... mi hermano se fue, Mel nos dejaron.

Vallolet lloraba con Montserrat y después entró Ignacio, Enzo tan pronto lo vio—¿Ignacio?

—¿Enzo Giovanni?

Ignacio saludo a Enzo y los demás —Dante él es del FBI, hace unos años fue de gran ayuda.

—Un gusto Dante Durand.

—Ignacio Gutierrez.

—¿Así que sos el esposo de Montserrat?

Murmuraba Enzo y este asintió.

Vallolet con Emma se sentaron en la mesa del comedor — Montserrat quiero que te tranquilices Isaac ta está en camino, ¿que te paso en tu rostro? ¡Gloria trae hielo por favor!

Montserrat —Fue mi madre la enfrente…(con lágrimas y avergonzada)... Ella es un monstruo.

Esa tarde ellos pasaron la tarde todos juntos hablando de cómo seguía todo.

Isaac — Ustedes están planeando buscar al responsable, vean bien lo que van hacer. Ludovika fue al hospital, se presentó como abuela y llevó a Stefano a un hospital en Nueva York.

Emma —¿Tan pronto?

Dante—Estoy seguro que fue ella quién planeó esto.

Montserrat con lágrimas —No quiero saber lo que ella hará con mi sobrino.

Isaac — Envenenarlo…

Ignacio —ojalá que no.

Vallolet frunció el ceño — Esa mujer es capaz de cualquier cosa.

Mis queridos lectores espero estén disfrutando un abrazo desde, Buenos Aires Argentina

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