capítulo 19

Liam

Mande a vigilar al maldito este que tenía a Libia, bajo amenazas, estuve bebiendo un whisky, cruce mis piernas cuando Libia me ve viene en mi dirección, ella miró para todos lados.

—Liam ¿qué haces aquí?

Sonreí negando con mi cabeza, me puse de pié y susurré sobre sus labios. — Vine a ver a la que era mi novia y desapareció.

Ella tragó saliva audiblemente y se quiso alejar de mí, la sujetó viéndola fijamente ella bajó su mirada. — ¿ Qué pasa? Libia¿ acaso lo nuestro fue de una noche?

Sentí un fuerte dolor en mi costado, el maldito llegó y me golpeó con una silla, caí y Libia conmigo.— Maldito así eres tú.

Me puse de pié y este se vino encima. — ¿ Qué pasa? No sabes respetar lo que no te pertenece.

“Que se cree,maldito ella no es un objeto”

Pensé y arremetí contra él, está vez comencé a darle puños cerrado en su rostro, levante su cabeza y golpeé contra el piso, estaba tan enfurecido que no oía nada.

—¡Basta! Lo vas a matar…

Libia Gritó y yo me di cuenta que este ya no se iba a levantar, ella me abrazó por la espalda, yo vi como los hombre que me acompañaban vinieron y se lo llevaron.

La miré y ella me abrazó fuerte, se separó un poco y me llevó a la oficina yo me lave las manos, me quité la camisa.

Ella sonrió ruborizada, me limpio la sangre de mi rostro, la abracé y atraje pegando su cuerpo al mío. Uní nuestros labios, la extrañaba mucho, ella se separó y me mostró su vientre. — ¿Es mío?

Ella asintió con lágrimas. — Perdón por no decirte lo que estaba pasando, pero Fredi, es parte de los hombres que cobran cada noche tu seguridad entre comillas estos van de comercio en comercio, si no pagas ellos te amenazan con prender fuego.

Yo la abracé — Tú y ese hombre, am bueno ya sabes.

Ella cerró sus ojos. — No, él quería pero yo me negué y cuando mi vientre se noto yo temía por el bebé.

Sonreí abracé — Vamos, acompáñame quiero que comas y descanses.

Cerré el restobar, y llevé a Libia al apartamento, le preparé de comer y charlamos hasta que ella se quedó dormida.

Mi móvil sonó …

●Joven ya está en dónde ordenó

●pon seguridad en el resto bar

●Bueno joven algo más.

●No, solo que no iré hoy no la voy a dejar aquí.

●como diga joven.

Termine la llamada y me quitó la ropa, me recuesto al lado de Libia, ella me miró dormida, se acercó y se quedó sobre mí pecho.

En el hospital la angustia era eterna.

Enfermera—Señora Vallolet, su padre está muy bien solo le subió la presión arterial ya está controlado.

Vallolet sonrió con tristeza una noticia buena—Gracias.

Vallolet camino hasta la habitación de Eliot. — ¿Simon puedes quedarte en lo que llega Lizbeth y Tahiel?

—Sí mi señora, pero prometa que cuando va a regresar yo seré quién la lleve.

Vallolet sonrió — Mm está bien Simon, voy a ver a mi padre un momento.

—Hija cómo está todo.

Vallolet miró a su padre con los ojos entrecerrados.— Papá por favor, puedes cuidar más de ti, esta todo bien tranquilo si,solo pase uno segundos tengo que estar allá por cualquier información que nos den.

Eliot asintió — Yo estoy bien mi niña ve a ver por mi nieta.

Diana entró y con lágrimas abrazó a su abuelo.— No me vuelvas asustar de esta manera.

Eliot sonrió. — esta bien mi niña no volverá a pasar .

Como si uno pudiera decir no y ya, pero era una manera de tener tranquilidad.

—Mami vete con Fabi y yo me quedo aquí.

Vallolet asintió.—Muy bien, cualquier cosa me avisas.

Mel

Me acerque a mi hijo, no era el momento de decirle que yo era su madre aún no, pero peor será si regreso operada, lo lleve a una silla.

—Stefano …

—Mm,¿qué pasa Sasha? ¿Oh te llamo mamá o Mel?

Sentí que el tiempo se detuvo frente a mi, Stefano con esa mirada que no lograba descifrar. — ¿Qué?

Él se pasó la mano en su cabello y se puso de pié. — ¿Por qué me dejaste con ese monstruo?

Mis ojos se llenaron de lágrimas.— Yo…

Sentí como él me agarró ambos brazos y me atrajo a su pecho—¿Porque Mel?

Yo sentía cada palabra y si fui una cobarde.— Lo siento hijo.

Él me miró limpiando mis mejillas. — Juró que la haré pagar por todas las cicatrices que tengas.

Mis lágrimas comenzaron a caer con más frecuencia, él me abrazó. — Perdóname por favor, hijo fui una cobarde, después que murió tu padre,yo estuve cerca para verte y guiarte, todos los que te llevaban al colegio, tanto el chófer como los guardaespaldas, eran personas de nuestra confianza, te juro mi niño.— mis lágrimas y ese nudo en mi garganta. — Que tu padre fue mi amor, perderle me causó mucho dolor,ese día que te vi correr detrás de Fabiola yo decidí,vivir volver a caminar sobre la tierra, yo estaba muerta en vida.

—¡Mamá!

Él me abrazó y besó la frente era tan grande pero aun así era mi niño.— Stefano … escucha yo debo regresar a Suiza hacerme las cirugías, am Lesther el cirujano que esta con Fabiola es mi prometido.

Stefano se separó de mí y sonrió — ¿Eres feliz?

Me sorprende cada vez que me pregunta.— No lo sé, esto comenzó hace una semana, el me ama y desde hace más de 14 años, tú padre le pidió que me cuidara y la verdad Lesther fue un hombre maravilloso todos estos años, él solo se dedicaba a llevarte donde tu estabas y también sirvió para que Ludovika este loca.

Stefano me miró entreabriendo sus labios, se sentó y yo me senté a su lado el tomo mi mano.— ¿Por qué?

—Entre Vicent que envió a Adriana una de su chef, Lesther que es médico y tiene una mente extraordinaria, creó una gotas que no es detectada en sangre, esto lleva a que la persona aluciné.

—Mamá,¿te irás?

Mis ojos se llenaron de lágrimas y yo asentí y tomé su rostro entre mis manos. — ¿Estarás bien con Fabiola? ¿ Quieres que me quedé lo haré?

Él negó con la cabeza — Sabes que estoy grande, pero te necesito mucho…—Tragó saliva y limpió sus lágrimas ligeramente — Fabiola Giovanni es mi amor, esa mujer me tiene como un tonto, pero gracias a ella mi odió esta desapareciendo.

—Bueno espero que la cuides, porque no merece derramar una lágrima, pero la pregunta es ¿que quieres?

—Quiero verla sonreír, que me abracé y besé…

Sonreí negando con mi cabeza —Shiii hasta allí, no me digas más.

—No Ma, ella no es fácil por eso me gusta más.

Sonreí este mi pequeño era un tremendo.— OK, entonces esperala, además de que debes saber que soy la madrina de ella y también que Enzo la mezquina mucho, debes ganarte el cariño de ellos se los debe hijo, aunque no niego que me alegra que hayas recapacitar, piensa en lo feliz que sería tu padre.

—¿lo amaste mucho?

Mis lágrimas comenzaron a caer. — Más de lo que puedas imaginar, Luciano James se llevó una parte de mí cuando se fue, y si vuelvo hacer mi vida no es porque ya no lo ame o lo haya olvidado, todo lo contrario lo voy hacer, porque me dijo que yo sea feliz, si de verdad lo amaba ,era la única manera de mantenerlo vivo aquí.

Le señalé mi corazón y limpié mis lágrimas, él sonrió — Tú mereces hacer tu vida mamá.

—El amor duele hijo más cuando esa persona que amaste se va, es difícil yo estoy intentando y no niego Lesther es un hombre maravilloso, pero mi amor por él es diferente.

Stefano me sonriendo —Mi padre te conquisto y dejo huellas en tí, supongo que este hombre podra lidiar con ello, si te eligio así con tus cicatrices y ahora te va acompañar, significa que te ama, pero no es tu belleza exterior es tu alma, tu eres grandiosa.

—¿ Cómo puedes pensar así?

Él muro a donde estaban los demás. — Yo me enamore del alma de Fabiola, de esa seguridad y hermoso corazón, además de que ella sea preciosa mujer curvilínea, su luz es la que me hace perderme en sus ojos.

Caminamos juntos al ver que Lesther salió del quirófano.

— Bueno Fabiola está estable, debemos esperar 24 horas para ver cómo sigue el proceso, ya que sufrió muchísimo daños internos, hicimos todo, lo que estuvo a nuestro alcance, por ahora ella está inducida coma, pero es por precaución. Su pulmón izquierdo fue uno de los que fue más perjudicado, el brazo izquierdo también,pero tenga fe, todo estará bien.

Todos soltaron un suspiro.— Antes que todo ella está en cuidados intensivos pueden ir a descansar y volver para las 15 horas ya tendremos noticias.

Lesther me sonrió con dulzura y Stefano me empujó con suavidad de la espalda.— Amor es bueno verte.

Me dijo él y se acercó — Gracias, ven te voy a presentar a Stefano.

—Mucho gusto Stefano James.

Lesther estrechó si mano.— Gracias porque el gusto es mío.

Esa noche después de despedirnos de los demás fuimos a desayunar con Stefano y charlamos hasta que vi que sus ojos estaban enrojecidos y chiquito del cansancio, lo llevé a su apartamento y se quedó dormido, yo me fui con Lesther.

En la mañana Vallolet fue a ver a Enzo.

—Mi amor dime que mi hija va estar bien.

Vallolet abrazó fuerte a Enzo y le dio un beso—Sí, iré a verla ahora que me voy de aquí.

Enzo sonrió acariciando el rostro de ella entre lágrimas habló—Yo te amo tanto mi vida, gracias por venir a verme te extrañé mucho.

Vallolet sonrió — Yo también mi amor, muchísimo te extrañé. Te traje noticias Vicent dijo que lunes el juez dictará tu libertad y además van a limpiar expediente, Matthew ya está libre, me llamó esta mañana.

Enzo tomó la mano de Vallolet y llevó a sus labios — Mm, algo más ¿porqué no sabía que James es novio de Fabiola?

Vallolet sonrió — te estabas tardando con eso, bueno se aman mi amor yo no les prohibí, además Mel regreso.

Enzo entrecerró sus ojos —¿Es broma como que regresó?

Vallolet asintió — Sí, ella y Luciano se salvaron, pero Lu falleció hace 14 años por el cáncer de leucemia.

Enzo sonrió con tristeza —¿ Bueno y Huracán porque recién se apareció?

—Ella estaba cerca de Stefano y cuando el regreso aquí ella lo siguió y anoche recién se vieron y se quedaron charlando.

Enzo y Vallolet se quedaron charlando hasta la hora que terminaba la visita de ella.

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