capítulo 2

Ludovika estaba frente del ventanal, un hombre estaba sentado en una silla frente al escritorio, la mujer tenía la mirada llena de odió.

—Yo le pago lo suficiente, así que no me importa, solo haga su trabajo.

Armand se sentó con su rostro entre sus manos, era algo inevitable esa mujer estaba llena de resentimiento en contra de Luciano, Benjamín lo único que amaba, era ese hijo que fue oculto por miedo.

☆☆☆☆☆Autora narra la historia de Majo Rivera.

Luciano James ya tenía 15 años cuando Benjamín lo reconoció como su legítimo hijo, Ludovika lo detesto siempre, pensó que Majo Rivera la madre de Luciano se iba ocultar toda su vida, pero no fue así apenas ella enfermó, tenía que decirle la verdad a Benjamín.

La verdad fue que Ludovika era hija de uno de los socios de Benjamín, Majo era la secretaria de Benjamín y muy amada por él.

Major dejó una carta diciendo adiós, fue un dolor muy fuerte para Benjamín, en su momento Majo estaba en su apartamento y llegó Ludovika con su mirada fría y soberbia.

—Majo necesito que escribas una carta para Benjamín y te vayas lejos, porque te juro que te mataré a ti y ese engendro.

Majo se aferró a su vientre pensando en cómo esa mujer supo de la existencia de su bebé. — No comprendo, yo a usted no le debo nada,¿ porque me pide esto?

Ludovika le entregó lapicero y papel, su sonrisa era fría como un glaciar — Eres una mujer sin principios, no estás a la altura y Benjamín pronto debe casarse y seré yo quien se casé con él.

Majo apretó su puños y soltó un suspiró —Usted me amenaza y encima me dice lo que va hacer con el padre de mi hijo.

Ludovika se sentó y miró con soberbia—Haber andrajosa, que parte aún no comprendes, toma tus porquería y vete.

Majo caminó hasta la puerta y abrió —váyanse de mi casa señora.

En ese momento Ludovika fingió llorar—Estoy embarazada,Benjamín y yo estuvimos aquella noche del evento.

Majo sintió una punzada en su corazón y por más que ella quisiera llorar, no lo iba hacer delante de esa mujer sin escrúpulos, ahora tenía claro por qué no llegó Benjamín esa noche como habían quedado,Majo se paro frente a Ludovika.

—Claro que me voy a ir, nunca más volverá a verme.

Majo era una mujer sencilla, dulce pero no iba a permitir que se burlaran en su cara.

Ludovika salió con una sonrisa en sus labios y Majo cerró la puerta detrás de ella, cayó sobre sus rodillas y lloró desconsolada.

Al siguiente día Benjamín llego de viaje de negocios y fue directo al apartamento donde vivía Majo, pero lo único que halló fue una carta sobre la mesa.

Benjamín: Esta carta es para decirte que me voy, que sigas con tu vida, así como yo lo haré, dejarte esta carta no fue fácil, desde en día que entré por la puerta de tu oficina, me enamore de ti, porque eres maravilloso hombre, pero lastima que fallaste, tus mentiras son descubierta y yo ahora comprendo que solo era un objeto, o quizás una más de tu lista, no me arrepiento de amarte, porque yo aprendí que en esta vida uno no debe arrepentirse de lo bueno, y si algo malo te paso fue una lección de vida y aprendes que no todo es como uno quiere.

Mi amor, por ti estará guardado para siempre espero que tu seas feliz, cuídate mucho con amor Majo.

Benjamín tiró todo lo que había a su paso, lloro incontablemente, su corazón estaba destruido, para él Majo era su gran amor y las veces que él no llegó no fue porque estuviera con Ludovika, era porque él padre de Benjamín, el señor Renato James le hacía quedarse hasta lo último, Renato no quería a Majo, siempre estuvo encontra de esa relación entonces aparecía Dorian Sepelli padre de Ludovika y ellos planeaban todo y así Benjamín tenía que estar con ella hasta el final del evento.

Benjamín se encerró en su oficina después de buscar por varios días a Majo y no la encontraba, era como si le hubiera tragado la tierra, Benjamín tomaba hasta no poder más y un día llegó Ludovika a su apartamento.

—¿Qué quieres? Vete no regreses…

—Mira cómo estás, es un estado terrible, vamos debes darte una ducha…

Decía ella pero este se negó —No te necesito.

Ella lo miró asintiendo —Entonces bebamos.

Benjamín frunció el ceño ligeramente —Tú no bebes.

Ella sirvió Martini y dejó caer 10 gotas de un líquido que tenía en su bolsillo—Sí, bebo Martini,¿ mm quieres?

Benjamín lo bebió todo, comenzaron a hablar ella estaba aburrida de oír la historia de amor de Majo con él, este comenzó a sentir calor y se levantó sin darse cuenta fue quitándose toda las prendas que cubrían su cuerpo, llegó al baño y se metió bajo el agua fría, Ludovika aprovechó y se quitó todo y entró con él, lo abrazó suavemente por la espalda y este se dio vuelta quedando frente a frente con Ludovika, ella consiguió lo que quería esa noche ella se convirtió en mujer y este no la dejó hasta que fue de día, eran 14:30 horas cuando Renato entró al apartamento donde se encontró con ambos jóvenes dormido.

—¡Benjamín! El grito de su padre lo despertó.

—¿ Qué pasa papá?

Benjamín abrió sus ojos lentamente y vio el rostro de enojo de su padre, él se dio cuenta de su desnudez y miró a su lado y se encontraba Ludovika completamente dormida.

—¡Dios que hice! Benjamín miró a su padre y este solo dijo tres palabras.

—¡Te harás cargo!

Renato salió del apartamento y era obvio que fue un plan, ahora todo había acabado Ludovika y Benjamín peleaban constantemente y tres meses después ella apareció con que estaba embarazada de Montserrat, así fue como esta mala mujer amarró a Benjamín.

14 años después él recibió una carta y hizo un viaje, finalmente encontró a Majo, en una casa pequeña pero muy acogedora, ella estaba enferma y le contó todo a Benjamín porque se fue, ella se dio cuenta que Ludovika le mintió porque salió en televisión cuando ella dio a luz a Montserrat y había pasado dos meses de la fecha, según sus cuentas Ludovika habría quedando embarazada dos meses después que ella se fue dejando a Benjamín, Majo Rivera siempre hablo con amor a Luciano, le contaba lo amoroso que Benjamín fue con ella.

Luciano James amo a su padre hasta que lo conoció y era tal cual su madre le contaba, Benjamín mintió estar de viaje y estuvo un año con Majo y la hizo feliz, él disfruto cada segundo con su hijo y Majo.

Cuando ella falleció, Benjamín otra vez tuvo que luchar con esa tristeza, pero ahora tenía el fruto de su amor, cuando Benjamín regresó, se armó una guerra.

Luciano entró a ducharse y escuchó los gritos de Benjamín.

—¡Fuiste tan malvada que ni siquiera con Montserrat lograste que yo te ame!

—¡Tú eres un maldito, te odio Benjamín James!

Montserrat lloraba afuera de la habitación, Luciano salió y eso iba para largo, su hermana no hizo excepción y menos al escuchar lo malvada que Ludovika fue.

—Montserrat ven, vamos a tomar helado.

Ella lo miró con lágrimas en sus ojos—¿No me odias?—Preguntó ella con tristeza— No eres culpable, ven deja que ellos solucionen sus cosas.

Luciano llevó a su hermana a tomar helado, Ellos compartían mucho tiempo juntos, aunque Ludovika a veces intentaba separarlos Montserrat creía en su hermano.

Hasta la muerte de Benjamín este se cambió de habitación, aunque estaba casado con Ludovika, terminó sus días sin ella, eso incrementó el odio de Ludovika, despechada y sin amor, él único que ella amó fue a Benjamín pero del amor al odio hay un solo pasó y así fue que su vida terminó siendo una pesadilla.

Ludovika pensó que al morir Benjamín estaría delante de todo, pero se equivocó Benjamín habló con Montserrat y ella sonrió.

—Papá sé que eres justo, harás lo correcto no te preocupes por mí.

—Gracias hija, tú tendrás tus cuentas bancarias, lo único que te pido es que tu no vayas por el mismo camino que tu madre.

Montserrat abrazó a su padre y lloró desconsolada —Te prometo no seguir su ejemplo, y si yo descubro algo de ella haré lo correcto para que siempre estés orgulloso de mí.

Benjamín amaba a su hija,había un parecido muy importante con Luciano, así fue que Benjamín casi dejó sin nada a Ludovika.

Ludovika Sepelli, fue la que administró día a día gotas de veneno en la comida de Benjamín, era una mujer despiadada sin corazón y Montserrat conoció a su esposo siendo muy joven, pero cansada de tanto veneno ella se casó y se alejó de su madre.

Montserrat compartía con Luciano y Mel, pero siempre eran cautelosos por miedo a que Ludovika haga algo en contra de Montserrat.

☆☆☆☆☆☆

—Armand, ¿dígame cuántos años hace que lo saque de la cárcel?

El hombre apretó sus puños y cerró sus ojos con fuerza, tratar con Ludovika era tratar con el diablo. La mujer se paró frente a él, apoyando sus manos sobre el escritorio ella levantó una ceja y en sus labios apareció una sonrisa maliciosa.

—Se… Señora, usted me pidió tantas cosas chuecas, yo últimamente no duermo tranquilo.

El hombre tragó saliva — Creó que hay sedantes para ello,¿no?—Ella lo miró entrecerrando sus ojos—Usted está tratando de decirme ¿que no puede más?

—Simplemente mi señora, usted me está pidiendo que corte los frenos…

—¡Shiii, cállese! ¡Solo haga lo que le pedí y lárguese!

El hombre asintió y salió del despacho, eran las tres de la madrugada, la enfermedad que esta mujer tenía era impresionante, no dormía pensando cómo destruir a Luciano y Mel.

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