capítulo 1

Mel y Vallolet estaban en la cafetería, ambas eran amigas inseparables, ellas iban al kinder dejaban a los niños y salían a tomar su café, iban de compras, ellas siempre una o dos veces en la semana se juntaban pero ahora Emma Durand se unía a ellas.

Emma se conoció con Mel, viven muy cerca una de la otra, se hicieron grandes amigas y Mel es cliente exclusiva de sus línea de ropa.

—Hay Vallolet no sabes lo difícil que es compartir con esa bruja…

Vallolet sonrió.

— Ludovika es una mujer astuta cuídense, esa mujer es capaz de todo.

Mel se llevó la mano a sus labios — Mm, pero tendrá el valor para hacernos daño.

Emma Durand entraba sonriente— chicas perdón la tardanza, sigan por mi no se preocupen.

Se dieron un beso y Emma se sentó con ellas inmediatamente Mel entrecerró sus ojos.

—¿Te quedaste dormida? Mm, hiciste tus cochinadas, que se va ser con ese hombres que tienes amiga.

—!Melina! Gritó Vallolet avergonzada.

Emma sonrió espléndida y asintió Vallolet rodó los ojos.— Vallolet tranquila, desde que conocí a Mel, me siento cómoda.

— Hay Dios Mel hizo lo mismo conmigo, bueno chicas hoy nos toca ir al salón de belleza.

Emma sonrió— Hoy no podré ir, tengo una junta en media hora—está miró su reloj y les mostró a ellas—la próxima iré con ustedes, saben que amo mis aventuras con ustedes, son mis amigas, Eliana y Renzo hoy vinieron felices, siempre que se ven con sus hijos ellos disfrutan.

—Eso es verdad los mio están ansiosos para que llegue el lunes.

—Bueno Stefano siempre me habla de Fabiola, creo que mí hijo es su admirador.

Vallolet sonrió negando con la cabeza—Enzo muere, de verdad el es celoso de los tres pero Fabiola es su ojos.

Mel—Lo sé amiga pero no sabemos cuál será el destino de nuestro hijos en el futuro.

Emma—Mjum, puede que Renzo jajaja.

Ellas reían y charlaban tranquilamente, cuando dos hombres imponentes entraban por la puerta, Vallolet sonrió al ver a Enzo con Dante.

Enzo—Ni en broma, mi hija no está para ser sorteada

Emma,se quedó seria y Vallolet sonrió divertida.

Dante—Amor te dije, Enzo no quiere emparentar con nosotros.

Emma, amaba a Fabiola, era una niña que llamaba la atención con su mirada dulce y sus ojos preciosos —Eres malo Enzo.

Enzo se acercó a Vallolet y dejó un beso en sus labios era tierno pero intenso, todos quedaron viendo.

—!¡Ejem¡!— Mel aclaró la garganta—Ustedes deben ir a un hotel y sacarse esas ganas.

—Huracán, mejor no hables porque las escucho en las noches, y cuenta como te la están dando.

Dijo Enzo sonriendo y Mel rodó los ojos.

Mel —Shiii, cállate mira si escuchan, para eso son las noches para hacer el amor.

Dante negó con la cabeza— Sabes que Enzo yo creo que cuando no estamos, ellas tres nos sacan cuero.

Emma y Dante se saludaron con un beso tierno— Yo la dejé sin aire anoche.

Vallolet negó primero —No, para nada.

Emma sonrió en realidad ellas eran como una explosión de anécdotas y todo era de sus parejas— vaya que comen que adivinan.

Vallolet la fulminó con la mirada y Mel sonrió bajando su mirada—de verdad te pasas Emma.

Los día pasaron las tres mujeres volvieron a juntarse esta vez fueron a Llevant

Playa en Barcelona, España ellas eran independientes, pero sin dejar de lados a sus esposos.

Luciano y Enzo estaban más cercanos, una noche se encontraban Dante y Enzo bebiendo y no muy lejos de ellos estaba Luciano, este ya no quería diferencias con Enzo, así que se acercó saludó con cordialidad, Dante tenía una amistad con Luciano James de varios años.

—Buenas noches, Dante no sabía que conocías a Enzo.

Dante sonrió — ¿No te hable de él? Bueno si somos amigos.

Luciano se acercó a Enzo—¿ Podemos hablar Enzo?

Enzo apretaba su puño era muy difícil, pero por respeto a su amigo Dante asintió— Está bien James, hablemos.

Luciano asintió —Acompáñame, Dante nos disculpas, nosotros tenemos que arreglar algunas diferencias del pasado.

Enzo frunció el ceño — Algo que no es agradable, pero lo haré por huracán y su amistad con Vallolet.

Enzo replicó, no era de su agrado recordar que Vallolet fue secuestrada y violada por este hombre.

Una vez afuera, Luciano encendió un cigarrillo y Enzo se acercó con un poco de furia en su interior —¡Habla Luciano!

Luciano, era muy tranquilo y por pedido de su esposa él estaba dispuesto a aclarar todo— Se que me odias, también sé que tú tienes razón de hacerlo, pero juro por lo más sagrado que son mi esposa e hijo que yo había bebido y en ese momento no supe porque actúe…

Luciano James terminó en el piso antes de terminar la oración, Enzo estaba deseando hace mucho tiempo golpearlo y lo hizo, Luciano se levantó y limpió su labio.

—¿ Qué pasa Luciano, no te vas a defender?

Enzo se acercó y lo tomó de la camisa—¡Pegame, hazlo Enzo si es lo que necesitas para sentirte mejor! ¡ Maldición yo me odié por años! Fui un maldito miserable pero me drogaron, tiempo pasó para que un día Isaac el hombre que es mi mano derecha consiga pruebas de aquella maldita noche.

Enzo retrocede unos pasos y Luciano limpió sus lágrimas —Ella fue una víctima, esa mujer te ama y yo fui víctima de alguien más aún no logramos encontrar a la mujer responsable de esto.

Luciano estaba siendo sincero y aunque no daba con la culpable él tenía una ligera sospecha de que se tratase de Ludovika.

—Luciano muéstrame las pruebas solo así podré perdonarte.

Luciano metió su mano al bolsillo y sacó un ucb—Está aquí fecha y hora de aquella noche te pido perdón y espero que podamos tratar llevar una buena relación por Mel y Vallolet, ellas merecen ser felices.

Enzo le estrechó la mano — OK, que sea así y juntos busquemos el responsable y que pague por ello.

Luciano James y Enzo esa noche terminaron de hacer las paces con algunos tragos.

—Bueno chicos me alegra que aunque saliste golpeado hayan solucionado sus distancias, así podremos ir de viaje con las chicas a la casa de la playa.— Dante sonrió y se despidió de ellos.

Luciano gracias por esto prometo llamarte después de que hablemos con Vallolet — Dijo Enzo se puso de pie y salió del bar.

Luciano se fue a la villa, Mel no durmió esperando que regrese, apenas cruzó la puerta— ¡oh santo cielo! — Mel aclaró la garganta —¡Ejem! Pensé que iba a ser peor.

Ella abrazó a Luciano y dejó un beso delicado sobre sus labios —¿Se aclaró todo no? — Ella fue por hielo y se sentaron en el sofá.

—Eso creo mi amor, después de recibir el golpe bebimos juntos.

Mel sonrió viendo a los ojos de Luciano —te amo, mereces ser feliz y no sentir culpa, y ellos también merecen la verdad.

Luciano asintió —quisiera volver atrás te juro mi amor esto es muy triste, Enzo me prometió buscar al culpable.

Mis queridos lectores espero que les haya gustado este mini capítulo.

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