El refugio

Chris le extendió la mano con la ropa y Bai con torpeza la tomó y, sin querer, la dejo caer al piso. Ambos se agacharon al mismo tiempo para recoger la ropa, chocando sus frentes, haciendo que cayeran sentados en el piso.

-Auch...- Se quejó Bai, sobando su frente.

-Lo siento, fue mi culpa.- Chris rio por la escena que acababa de pasar.

-También mía.- Bai rio también y miró al pelirrojo con una sonrisa, divertido con la situación, pero no se había dado cuenta de que su toalla se había soltado y apenas cubría su entrepierna, Chris en cambio sí se había dado cuenta.

-Blaire...- Dijo Chris tratando de no desviar su mirada hacia abajo.

-¿Ah?¿Qué pasa?- Preguntó Bai mientras tomaba y doblaba la ropa, aún sentado en el piso.

-Tú toalla...-

Bai notó a lo que se refería y a pesar de estar cubierto un poco, igualmente se cubrió con la ropa, estaba rojo de la vergüenza. Chris rio despacio y se inclinó hacia adelante, acercando su rostro al de Blaire, dejando un pequeño beso en sus labios como si estuviera haciendo una travesura. Bai se quedó perplejo por lo que acababa de pasar, no sabía qué decir o cómo reaccionar. Chris, sin temor a represalias, puso a Bai de espaldas contra él piso, poniéndose encima de este.

-¿Qué... qué haces?- Preguntó Bai confundido, sentía como si su corazón fuera a salirse de su pecho.

-¿No es obvio? Te estoy acorralando...- Dijo Chris con una media sonrisa, disfrutaba tener a Bai así, así que aún sin miedo, tomó las muñecas de este para ponerlas sobre su cabeza y sostenerlo así. -¿No quieres?-

-No he dicho eso, es sólo que...- Bai mordió su labio, nervioso, no quería decir que era su primera vez haciendo algo como eso.

-Tranquilo, no haré nada que no te guste.- Dijo Chris, seguro de sí mismo, y comenzó a besar los labios de Bai.

La situación rápidamente se había vuelto acalorada y Bai había cedido con facilidad a los encantos de Chris, quien le llenaba de besos el rostro y cuello, bajando cada vez más hasta su abdomen. Bai sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo, ni siquiera había notado lo duro que se había puesto con solo esos besos. Chris sintió la erección de Bai contra su cuerpo y no pudo hacer más que sonreír de satisfacción por tenerlo a su merced.

-Blaire... ¿puedo llevarte a la cama?- Preguntó Chris, más que nada para asegurarse de que todo estuviera bien.

-¿Qué? Ah... s...sí.- Bai jadeaba, se sentía en un estado donde sus sentidos parecían confundidos, pero cada caricia de Chris lo volvía extremadamente sensible.

Chris, conforme con esa respuesta, tomó en brazos a Bai como si de una princesa se tratara y lo llevó a la cama, dejándolo boca abajo contra esta, poniéndose encima de él. Bai estaba avergonzado, ahora tenía el trasero descubierto, peor, estaba completamente desnudo sobre la cama de alguien que no conocía hace mucho, en cambio Chris estaba demasiado excitado con la visa que tenía, quería tocar todo y hacer estremecer de placer a Blaire.

-Seré cuidadoso...- Dijo Chris para calmar a Bai, porque notaba lo tenso que este estaba.

-Sólo... sólo hazlo.- Dijo Blaire, aunque tenía miedo, también estaba ansioso, quería experimentar finalmente su primera vez, y si era con Chris, para él estaba bien, quería hacerlo.

Chris lubricó sus dedos para comenzar a dilatar a Bai, le sorprendió lo sensible, estrecho y caliente que era, la verdad eso le hacía desesperarse, quería entrar rápido en él, pero sabía que debía ser cuidadoso, era tan obvio que era la primera vez de él. Blaire comenzaba a desesperarse, aunque al principio dolió un poco, mientras más tiempo pasaba y más adentro iba, mejor se sentía y se preguntaba cómo se sentiría tener de verdad a Chris en su interior.

-Por favor... hazlo... Chris.- Suplicó Bai, para luego hundir su cabeza en la almohada de lo avergonzado que estaba.

Chris acató las ordenes, primero sacó sus dedos y después separó los glúteos de Bai, entrando con cuidado en él. A pesar de haberlo preparado, todavía se sentía increíblemente estrecho, causándole soltar un leve gruñido, a diferencia de Bai que ahogaba sus gemidos en la almohada. Chris comenzó lento, pero ni se dio cuenta que en su propia ansiedad ya había aumentado la velocidad de sus embestidas.

Los segundos pasaban, ambos comenzaban a su dar y Chris tomaba con fuerza la cintura de Bai, comenzaba a extrañar su rostro así que, sin avisarle, se detuvo un momento y lo dio vuelta como si no pesara nada, al hacer eso se dio cuenta de lo fácil que la piel de él se marcaba, parecía tan blanca como el papel y cada beso, chupón y agarre se notaba demasiado en su piel, esto le causaba placer y de cierta manera elevaba su ego, tenía a Bai sólo para él en ese momento, era él primero y único que lo había marcado así. Mientras analizaba el cuerpo de Bai, volvió a embestirlo y notó que este ya había acabado, así que ahora tenía su nueva misión de hacerle acabar por segunda vez.

Bai estaba tan avergonzado de haber acabado antes que Chris, no se imaginó que esté lo daría vuelta y lo descubriría, ahora lo estaba mirando directamente mientras era embestido con fuerza, pero a pesar de que su timidez lo hacía sentirse avergonzado, también sentía más placer en ver las expresiones de pelirrojo, parecía disfrutarlo y eso lo hacía sentir más tranquilo.

-Blaire... Blaire... ¿Puedo acabar dentro?- Preguntó Chris, volviendo sus movimientos más lentos.

-¿Qué? S... sí, sí puedes...- En el éxtasis del momento Bai accedió, claro que no sabpia que en un par de horas su estómago le haría arrepentirse.

Chris dio unas últimas estocadas con mucha más fuerza que todas las anteriores, llenando el interior de Bai, haciendo incluso que escurriera fuera sin siquiera haberlo sacado aún. Bai gimió alto, arqueando su cuerpo al sentir ese calor inundar su cuerpo, nuevamente había logrado acabar y ahora estaba agotado. Chris salió del interior del mayor y se recostó a su lado, tratando de recuperar el aire, ambos estaban cansados y recostados mirando la luz del techo.

-Siento que no para de salir...- Dijo Bai, tomando la almohada para cubrir su rostro.

-Lo siento, no pensé que saldría tanto.- Chris rio y apartó la almohada de Bai, para plantarle un beso en los labios, aunque de manera más delicada y tierna.

-Me tendré que bañar de nuevo...-

-Bañémonos juntos.-

Bai accedió con timidez y al final ambos terminaron juntos en la tina, listos para irse a dormir juntos.

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