Volumen 3 capítulo 4: día de diversión en el parque.

Itsuki-kun se sentía un poco abrumado por la situación. Su relación con Yuki-san había mejorado notablemente después de su último trance, pero la incontinencia urinaria que acompañaba a sus regresiones lo estaba poniendo en una posición incómoda.

**Yuki:** Itsuki-kun, otra vez mojaste tu pañal, es la tercera vez en la última hora. -dijo Yuki-san con evidente frustración.

Itsuki se sintió avergonzado y culpable por su falta de control.

**Itsuki:** Perdón, no me di cuenta, Yuki-san, no era mi intención. -respondió Itsuki, con voz temblorosa.

Yuki-san asintió con seriedad y se alejó para buscar otro pañal. Itsuki suspiró, sintiéndose impotente ante su propia situación.

Después de que Yuki-san lo cambiara, el timbre de la puerta sonó, anunciando la llegada de un paquete. Itsuki fue a abrir y se encontró con un cartero entregando un paquete dirigido a la Familia Ryuu.

**Carterista:** Paquete para la Familia Ryuu. -dijo el cartero, entregando el paquete.

Itsuki tomó el paquete y se preguntó qué podría ser. Decidió consultar a Hina-san por mensaje para averiguarlo.

**Itsuki:** Hola mamá, llegó un paquete a la casa, ¿ordenaste algo? -escribió Itsuki en su teléfono.

La respuesta de Hina-san no tardó en llegar, y Itsuki la leyó junto a Yuki-san mientras abrían el paquete.

**Hina:** Sí, me di cuenta esta mañana de que ya te quedaban 4 pañales, así que tomé la oportunidad de comprar una nueva marca.

Itsuki-kun sintió curiosidad al ver el paquete y decidió abrirlo de inmediato, ansioso por descubrir qué había dentro. Sus manos temblaban ligeramente de emoción mientras desgarraba el papel de embalaje con cuidado. Yuki-san observaba con interés mientras Itsuki desenvolvía el paquete con una expresión de anticipación en su rostro.

Al abrir el paquete, Itsuki descubrió un conjunto de pañales en un tono rosa suave. Sus ojos se abrieron de sorpresa ante el inesperado color, y una ligera sonrisa se formó en sus labios al verlos. Aunque le resultaba un poco extraño pensar en usar pañales de color rosa, apreció el gesto de su madre al buscar una solución para su problema.

Antes de que Itsuki pudiera comentar sobre los pañales, llegó el mensaje de Hina-san explicando el contenido del paquete.

**Hina** Sin embargo, solo tenían pañales en color rosa. Tendrás que usarlos hasta que se acaben. Estos pañales neutralizan los olores y tienen ultraabsorción, así que son la mejor opción que encontré debido a tu reciente regresión. -dijo el mensaje de Hina-san.

Itsuki se sintió un poco incómodo al enterarse de que tendría que usar pañales de color rosa.

Itsuki-kun se sintió anonadado al descubrir el contenido del paquete que había llegado a casa.

"¿Cómo es posible que Hina-san me haya comprado pañales para mujeres? Esto tiene que ser una broma," pensó en ese momento.

Al instante, su vista se posó en Yuki-san, quien se estaba riendo suavemente, como si hubiera encontrado cierta gracia en la situación.

**Itsuki** "Mamá, no puedo usar estos pañales, son para niñas," dijo por mensaje, expresando su incredulidad.

**Hina** "No importa, los vas a usar, es por tu condición," respondió Hina-san por mensaje, cuyas palabras llegaron en ráfagas.

**Hina** "Si no los usas, te juro que cuando regrese te voy a obligar a salir a la calle usando uno de los vestidos de tu hermana," añadió Yuki-san por mensaje, mostrando su seriedad.

El miedo se apoderó de Itsuki al imaginar la posibilidad de tener que salir a la calle usando un vestido de su hermana como castigo. A regañadientes, aceptó la situación y decidió intentar una estrategia arriesgada para evitar usar los pañales rosados.

"Pero no me rendiré, sé que puedo aguantar lo suficiente hasta la noche," pensó mientras observaba a Yuki-san mirando el contenido, quien se reía claramente de lo que estaba pasando.

Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano cuando apenas unos minutos después volvió a tener otro accidente. Itsuki suspiró con resignación, sabiendo que tendría que enfrentar la vergüenza de usar un pañal rosa.

"¡Itsuki-kun, volviste a tener otro accidente!" exclamó Yuki-san molesta, rompiendo el silencio.

"No pasaron ni 5 minutos," pensó Itsuki con decepción de sus propias capacidades.

"Ahora tendré que soportar usar un pañal rosa," pensó con vergüenza mientras Yuki-san se preparaba para cambiarlo.

Cuando Yuki-san terminó de cambiarle el pañal, Itsuki notó que ella tomaba una foto del nuevo pañal.

"A ¿a quién se la enviarás?" preguntó, preocupado por la posibilidad de que sus amigos se burlaran de él.

"A Hina-san," respondió Yuki-san, mostrando su frustración ante la situación.

Itsuki sintió un pequeño alivio al saber que la foto no se enviaría a sus amigos, pero sabía que no podía evitar que su madre se preocupara por su salud.

Itsuki-kun notó que el calor del mediodía se intensificaba, mientras observaba a Yuki-san salir del apartamento. "¿Sucede algo?" pensó, tratando de analizar la situación. Al poco tiempo, ella regresó, arreglada y tomando un par de cosas del apartamento, las cuales Itsuki no consideró importantes en ese momento, aunque pronto cobrarían relevancia.

Mientras Yuki-san se movía de un lado a otro, Itsuki notó que traía ropa suya y de repente comenzó a vestirlo sin darle explicaciones.

**Itsuki** "Parece que tendremos una salida," pensó Itsuki, observando a Yuki-san intentar ocultar su nuevo pañal ultrabsorbente bajo la ropa.

**Yuki**"Este pañal, al ser ultrabsorbente, es algo grueso. Aunque sea para adolescentes, se puede notar un poco en la ropa, pero a la vez se puede disimular," dijo Yuki-san en voz baja, mientras Itsuki escuchaba cada palabra.

Después de unos 15 minutos, tocaron el timbre.

**Takeshima** "Itsuki-kun, ¿listo para la salida?" exclamó Takeshima, visiblemente emocionado.

**itsuki**"¿Cuál salida?" preguntó Itsuki confundido. No sabía nada de ninguna salida.

**Shimada** "Yuki-san no te contó," dijo Shimada-san, que llevaba consigo una pañalera para Takeshima.

Cuando se trataba de cuidados, la mamá de Takeshima competía con Hina-san.

En ese momento, Yuki-san apareció y tomó la mano de Itsuki para salir por la puerta, cerrándola detrás de ellos. La intriga comenzaba a crecer en Itsuki mientras se dirigían hacia su destino desconocido.

Perspectiva de Yuki:

Durante el tiempo que pasaba con Itsuki, recibí una invitación de Shimada-san para ir al parque y sacar a pasear a nuestros "bebés", como ella lo llamaba en su mensaje. Acepté, pero no estaba segura de cómo reaccionaría Itsuki. Mientras lo miraba con su nuevo pañal rosa, adornado con pequeñas estrellas plateadas, parecía un poco molesto.

"Yuki-san, ¿a dónde vamos?" preguntó Itsuki, visiblemente confundido. No había mencionado la salida para evitar que se negara, especialmente por su nuevo pañal.

"Iremos al parque," respondí con alegría, tratando de suavizar la sorpresa en su rostro. Itsuki me miró molesto, pero decidí tranquilizarlo. "Tranquilo, mientras yo esté aquí, este secretito jamás será revelado," le susurré al oído mientras palpaba su pañal escondido en su pantalón.

Luego me adelanté para hablar con Shimada-san. "¿Cómo van las cosas con Itsuki-kun? ¿Ya se dieron un beso?" preguntó Shimada-san, sin rodeos.

"No, no, nada," respondí nerviosa, evitando mencionar los recientes problemas de Itsuki con su estado de trance. "Aunque Itsuki ha estado sufriendo una regresión, no sé cómo se sentirá si alguien se da cuenta de que necesita un cambio," agregué, preocupada.

"Tranquila, conozco un lugar donde estaremos a solas," dijo Shimada-san con confianza, intentando calmar mis preocupaciones. Pero ¿será seguro confiar en la siempre extrovertida Hina-san? La incertidumbre llenaba mis pensamientos mientras nos dirigíamos hacia el parque.

Al llegar al parque, Shimada nos llevó a un lugar apartado donde había un lago. La brisa suave acariciaba nuestros rostros mientras nos adentrábamos en esa área tranquila y serena. "Esta parte no viene mucha gente, así que tanto Itsuki como Takeshi pueden ir libres, y nosotras cambiarles los pañales a gusto," explicó Shimada-san con una sonrisa confiada, señalando el lugar con orgullo. Quedé sorprendida por la elección de Shimada-san, un rincón perfecto para disfrutar en privado.

Pasaron un par de horas viendo cómo Itsuki-kun y Takeshima-kun jugaban con un frisbee, riendo y disfrutando de la libertad que les ofrecía ese espacio natural. Shimada-san llamó a Takeshima-kun con naturalidad, como si estuviera acostumbrada a ello. Observé la escena con interés, notando la conexión entre ellos y cómo Takeshima-kun respondía a su llamado.

De repente, me di cuenta de que Itsuki-kun necesitaría un cambio de pañal. Su pañal se veía más hinchado que cuando salimos, y me preocupaba que pudiera estar incómodo. "Debo comprobarlo," pensé en voz baja mientras me acercaba a él, que estaba absorto viendo el lago y perdido en sus propios pensamientos.

Aunque era difícil bloquear su vista debido a nuestra diferencia de altura (Itsuki mide 1.73, mientras que yo mido 1.53), lo abracé suavemente y revisé su pañal minuciosamente. "Vienes conmigo," dije con ternura mientras tomaba su mano, mostrándole que estaba ahí para cuidarlo y apoyarlo en todo momento.

Al darme cuenta de que había olvidado la pañalera con Shimada-san y Takeshima-kun, me dirigí hacia ellos con pasos rápidos pero cuidadosos.

**Shimada** "¿Vas a cambiarle el pañal a Itsuki-kun? ¿Por qué no lo haces aquí?" sugirió Shimada-san con amabilidad, notando mi preocupación.

**Yuki** "No, perdón, pero Itsuki-kun se sentiría avergonzado si nos vieran," respondí con sinceridad, sintiéndome culpable por no poder enfrentar esa situación de manera directa.

**Shimada**"Está bien, pero dile a Itsuki de mi parte que qué lindos pañales rosas," dijo Shimada-san con una risa juguetona, revisando la pañalera mientras yo me apresuraba a cambiarle el pañal a Itsuki-kun, asegurándome de que estuviera cómodo y se sintiera cuidado en todo momento.

Después del cambio, regresamos al lugar y disfrutamos del atardecer juntos, creando recuerdos preciosos en una puesta de sol sin precedentes. El cielo se tiñó de tonos cálidos y dorados mientras compartíamos risas y conversaciones, sintiendo la conexión y la complicidad entre todos nosotros. Era un momento de paz y felicidad que atesoraríamos en nuestros corazones para siempre.

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