Perspectiva de Yume:
escena que se desplegaba ante mis ojos era desconcertante y, a la vez, conmovedora. Yuki-san, sumida en el papel de madre protectora, cuidaba de Itsuki-kun con una dedicación que no podía pasar desapercibida. Sin embargo, era consciente de la gravedad de la situación: mi hermano, en su estado de trance, había regresado a ese lugar mental donde su fragilidad y su inocencia se volvían palpables.
**Yume:** Ya vengo, Yuki-san. Tengo que contestar.
Mientras me retiraba de la sala, la preocupación pesaba sobre mis hombros. Era una responsabilidad abrumadora, estar a cargo de Itsuki-kun en ese estado tan vulnerable. Pero no tenía tiempo para dejar que mis miedos me paralizaran. La voz de mamá al otro lado de la línea llevaba consigo un peso evidente, y sus palabras confirmaron mis temores más profundos.
**Yume:** Mamá, ¿qué sucede?
La noticia de que Itsuki-kun había vuelto a su trance me llenó de inquietud. ¿Cómo íbamos a manejar esta situación sin la presencia tranquilizadora de mamá? La carga de cuidar a mi hermano recaía sobre mis hombros, y la idea de enfrentarme a esta prueba sola me resultaba abrumadora.
**Yume:** Otra vez... ya pasó un año.
Las palabras de mamá resonaron en mi mente, trayendo consigo el peso de la realidad. Esta vez, tendríamos que enfrentar el trance de Itsuki-kun sin su guía y su apoyo. La sensación de temor se apoderó de mí, pero no podía permitir que mis emociones me dominaran. Tenía que ser fuerte por Itsuki-kun y por Yuki-san.
Decidí pedir ayuda. Shino-san, mi amiga de confianza, sería mi salvación en este momento de crisis. Su presencia sería invaluable para ayudarnos a enfrentar esta situación desafiante.
**Yume:** Shino-san, ven a mi casa, es urgente.
Mientras esperaba su llegada, traté de controlar mis propias emociones. Sabía que no podía permitir que el miedo me paralizara. Tenía que enfrentar esta situación con determinación y valentía.
Al regresar a la sala, me encontré con una escena que me dejó atónita. Yuki-san y Itsuki-kun parecían una madre y su hijo, sumidos en una intimidad conmovedora. La ternura con la que Yuki-san cuidaba de Itsuki-kun era palpable, y no pude evitar sentirme conmovida por su dedicación.
**Yume:** ¿Qué haces?
Mi voz, cargada de incomodidad, rompió el silencio de la sala. La mirada de Yuki-san se encontró con la mía, y pude ver el rubor que teñía sus mejillas pálidas. La vergüenza se apoderó de ella, pero su expresión mostraba una clara señal de arrepentimiento por haber caído en esa situación comprometedora.
perspectiva de Yuki:
La vergüenza me invadió al darme cuenta de cómo mis sentimientos hacia Itsuki-kun habían cobrado vida en ese momento. Mis mejillas ardían de la intensidad del rubor que me invadía mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para explicar la situación.
**Yuki:** No es lo que parece...
Mi voz apenas era un susurro, pero sentía que mis palabras resonaban en el silencio incómodo de la habitación. ¿Cómo explicar que la ternura que sentía por Itsuki-kun trascendía los límites de una simple amistad? Era una sensación confusa, pero a la vez, tan profunda que me hacía temblar.
**Yuki:** Bueno, llamé a alguien para que nos ayude. Con solo nosotras dos, no podremos controlarlo fácilmente a Itsuki-kun.
Las palabras de Yume-san trajeron un destello de alivio a mi corazón. Saber que no estábamos solas en esta situación tan delicada me dio un poco de tranquilidad. Necesitábamos toda la ayuda que pudiéramos conseguir para lidiar con el trance de Itsuki-kun.
Mientras conversábamos, Itsuki-kun se había quedado dormido en mi regazo, y la sensación de tenerlo allí, vulnerable y tranquilo, era abrumadora. Quería protegerlo, cuidarlo, y nunca dejarlo ir. La ternura que emanaba de él era irresistible, y mi corazón latía con fuerza ante la idea de estar a su lado.
De repente, la voz de alguien que no conocia me sacó de mis pensamientos, anunciando la llegada de que había llegado la persona que nos iba a ayudar. Giré la cabeza hacia la entrada y vi a una chica mayor de cabello castaño rojizo que parecía ser la compañera de Yume-san. Se llamaba Gotou Shino-san, y su presencia en la habitación trajo consigo una sensación de incomodidad que no pude ignorar.
**Yume:** Creo que es un gusto extraño de ella.
Las palabras de Yume-san resonaron en el aire, y sentí cómo la mirada de Shino-san se posaba sobre mí. Me sentí observada, juzgada por mis sentimientos hacia Itsuki-kun, y la vergüenza me invadió una vez más.
**Yuki:** No es un gusto extraño...
Mi voz temblaba ligeramente, pero mi determinación era firme. No permitiría que nadie cuestionara la conexión especial que tenía con Itsuki-kun, ni siquiera yo misma. Aunque mi corazón latiera con fuerza y mi mente estuviera llena de dudas, sabía que lo único importante en ese momento era proteger a Itsuki-kun y cuidarlo con todo mi ser.
La llegada de Gotou Shino-san añadió una nueva dinámica a la situación ya de por sí complicada. Sus palabras cortantes y su actitud distante no ayudaban a aliviar la incomodidad que se había instalado en la habitación. Sentí su mirada penetrante posarse sobre mí, como si estuviera evaluándome con cada palabra que pronunciaba.
**Yume:** Bueno, te la presento, aunque creo que ya la conoces. Ella es Gotou Shino-san, mi compañera y amiga del equipo de atletismo.
La presentación de Yume-san fue breve, pero suficiente para que la presencia de Shino-san se hiciera sentir con fuerza en la habitación. Me sentí observada bajo su mirada escrutadora, preguntándome qué pensaría ella de mí y de mi relación con Itsuki-kun.
**Shino:** Llámame Shino, no me gusta mucho la cordialidad. Y ahora, ¿qué sucede, Yume-san? ¿Cuál es la razón por la que me llamaste?
La voz de Shino-san resonó en la habitación con un tono firme y decidido, pero también con una frialdad que me hizo sentir incómoda. No era difícil darse cuenta de que su personalidad era distinta a la de Yume-san, y me pregunté cómo sería trabajar con ella en esta situación delicada.
**Yume:** Itsuki, por temas de sus traumas del pasado, ha entrado en un estado de trance. Este hace que se comporte como un niño de 2 años.
Yume-san explicó la situación con una mezcla de vergüenza y preocupación, y su confesión me recordó lo frágil que era Itsuki-kun y lo mucho que dependía de nosotros en ese momento.
**Shino:** ¿Y por qué me llamaste? Con dos es suficiente.
La respuesta de Shino-san fue directa y sin rodeos, y sentí cómo un escalofrío recorría mi espalda. Era evidente que ella no toleraba la debilidad, y me pregunté si podría confiar en su ayuda en esta situación tan delicada.
Mientras conversábamos, Itsuki-kun se había despertado y estaba sentado en mi regazo, con sus ojos fijos en los míos. Su presencia me llenaba de una calidez reconfortante, pero también me recordaba la responsabilidad que tenía sobre él en ese momento.
**Itsuki:** Mamá.
Susurró Itsuki-kun, y su voz infantil resonó en la habitación como una melodía suave. Mi corazón se encogió ante el término cariñoso que usaba para referirse a mí, y sentí cómo las lágrimas amenazaban con aflorar en mis ojos.
**Yuki:** Ven aquí, bebé, vamos a cambiar ese pañalito húmedo.
Mis palabras salieron casi automáticamente, guiadas por el instinto maternal que despertaba en mí cada vez que estaba con Itsuki-kun. Nos dirigimos a su habitación, y mientras realizaba el cambio de pañal, observé los juguetes y objetos infantiles que adornaban su cuarto.
Al terminar, Itsuki-kun se sentó y volvió a llamarme "mamá". La sensación de ser su cuidadora y protectora me inundó con una ternura abrumadora, pero mi momento de felicidad se vio interrumpido por las palabras de Yume-san.
**Yume:** Así que este sí es un gusto extraño.
La vergüenza me invadió una vez más, y sentí cómo mi rostro se ponía rojo como un tomate ante la mirada escrutadora de Yume-san y la incredulidad de Shino-san. Mis sentimientos hacia Itsuki-kun eran complicados y confusos, pero en ese momento, estaba claro que habían sido descubiertos.
El ambiente en la habitación se cargó de una tensión incómoda tras las palabras de Yume-san. Sentí cómo el calor ascendía por mi rostro, tejiendo una red de vergüenza que me envolvía por completo. La mirada de Shino-san, fría y penetrante, parecía atravesar mi piel, mientras que la expresión de Yume-san reflejaba una mezcla de decepción y sorpresa.
**Yuki:** Lo siento, no quise...
Mis palabras se atascaron en mi garganta, incapaces de encontrar una explicación satisfactoria para lo que había sucedido. Por un instante, deseé poder desaparecer, escapar de la vergüenza que me consumía por dentro. Pero sabía que no podía huir de la situación, tenía que enfrentarla y asumir las consecuencias de mis sentimientos.
**Shino:** Interesante.
La voz de Shino-san cortó el silencio como un cuchillo afilado, y su tono neutral me hizo temblar por dentro. Sentí como si estuviera bajo un microscopio, siendo analizada y evaluada en cada detalle. ¿Qué pensaría ella de mí ahora que conocía mi conexión especial con Itsuki-kun?
**Yume:** Bueno, supongo que todos tenemos nuestros gustos peculiares.
La voz de Yume-san sonaba forzada, como si estuviera tratando de disimular su propia incomodidad. Sus palabras resonaron en la habitación como un eco lejano, y me di cuenta de que estaba luchando por encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que sentía.
El silencio se prolongó por unos instantes, cargado de una tensión palpable que flotaba en el aire como una nube oscura. Ninguno de nosotros parecía saber qué decir o cómo reaccionar ante la revelación que acababa de suceder. Itsuki-kun, ajeno a todo, seguía jugando con su auto de juguete, ajeno al conflicto que se desarrollaba a su alrededor.
**Yuki:** Lo siento, no quería que las cosas se pusieran así.
Mis palabras brotaron de mi boca casi sin darme cuenta, impulsadas por el deseo de remediar la situación y restaurar la armonía entre nosotros. Sabía que había cometido un error al dejar que mis sentimientos se manifestaran de esa manera, pero también sabía que no podía negar la conexión especial que tenía con Itsuki-kun.
**Shino:** No te preocupes, todos tenemos nuestros momentos de debilidad.
La voz de Shino-san era sorprendentemente suave, y sus palabras me tomaron por sorpresa. Por un instante, pareció que su fachada fría se había derretido, revelando una faceta más comprensiva y empática de su personalidad.
**Yume:** Bueno, creo que deberíamos concentrarnos en cuidar de Itsuki-kun por ahora.
La voz de Yume-san rompió el hechizo momentáneo, devolviéndonos a la realidad de la situación. Aunque la incomodidad seguía presente, parecía que estábamos dispuestos a dejar de lado nuestras diferencias por el bienestar de Itsuki-kun.
El resto de la tarde transcurrió en relativa calma, mientras nos ocupábamos de cuidar a Itsuki-kun y asegurarnos de que estuviera cómodo y feliz. A pesar de la vergüenza inicial, me sentí agradecida por tener a Yume-san y a Shino-san a mi lado, apoyándome en este momento difícil. A medida que la noche caía y Itsuki-kun se dormía plácidamente en su cama, sentí un sentido de paz y satisfacción que inundaba mi corazón. Aunque no sabía qué depararía el futuro, sabía que estábamos juntos en esto, dispuestos a enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en nuestro camino.
Entre las 3 nos pusimos a analizar más la situación pero había algo muy en especifico.
**Shino** Porque te llamo mamá, Yuki san.
yo también estoy con esa duda del porqué me llamaba mamá, aunque también estoy con la duda porque me alegra tanto esas palabras de parte de Itsuki kun. Pensé en ese momento.
Al tener un momento de silencio Shino san decide responder ella misma la pregunta.
**Shino** Bueno, será que te mira más como una figura materna que como una chica, al fin y al cabo eres su niñera no.
sus frías palabras pasaron como un cuchillo afilado y frío dando cortes de tajo en mi corazón, aunque fuera una verdad clara, soy la niñera de Itsuki kun pero porque me lastima oír que no me ve más que como una figura maternal de el.
El comentario de Shino-san me golpeó como un puñetazo en el estómago, dejándome sin aliento por un momento. Sabía que era la niñera de Itsuki-kun, pero ¿realmente eso significaba que solo me veía como una figura maternal? La idea me resultaba dolorosa, como si estuviera siendo reducida a un papel sin importancia en la vida de Itsuki-kun. Sin embargo, sabía que debía mantener la compostura frente a mis compañeras, así que tragué mi dolor y asentí con la cabeza en respuesta.
**Yuki:** Sí, claro. Yo me encargo.
Mis palabras sonaron más firmes de lo que realmente me sentía, pero sabía que tenía que hacer lo mejor para Itsuki-kun, sin importar lo que sintiera en ese momento. Me acerqué a Itsuki-kun, cuya expresión de inocencia no mostraba ni rastro de la preocupación que sentía en mi interior. Con manos temblorosas, lo levanté con cuidado y lo llevé a su habitación para cambiarlo.
El proceso fue rápido pero incómodo, y no pude evitar sentir una punzada de tristeza al ver a Itsuki-kun en esa situación. ¿Cómo podía ser que un chico tan joven tuviera que lidiar con algo tan embarazoso y difícil? Me pregunté mientras lo limpiaba con delicadeza, tratando de hacer el cambio lo más rápido y discreto posible.
**Itsuki:** Mamá.
La voz suave de Itsuki-kun me sacó de mis pensamientos, recordándome una vez más el extraño lazo que parecía haber entre nosotros. Aunque su tono infantil me enternecía, también me hacía sentir un poco incómoda, como si estuviera invadiendo un espacio que no me pertenecía.
**Yuki:** Sí, Itsuki-kun. Estoy aquí.
Mis palabras sonaron más tranquilizadoras de lo que realmente me sentía, pero sabía que Itsuki-kun necesitaba sentirse seguro y protegido en ese momento. Una vez terminado el cambio, lo abracé con ternura, deseando con todo mi corazón que pudiera protegerlo de cualquier dolor o sufrimiento que pudiera enfrentar en el futuro.
Al salir de la habitación, me encontré con las miradas expectantes de Shino-san y Yume-san, quienes parecían haber estado esperando mi regreso con impaciencia. Sentí una oleada de alivio al ver que Itsuki-kun estaba limpio y cómodo, pero también una sensación de agotamiento que me pesaba en los hombros.
**Yuki:** Listo, Itsuki-kun está bien ahora.
Mis palabras sonaron más tranquilas de lo que realmente me sentía, pero sabía que tenía que mantener la calma frente a mis compañeras. Aunque la situación seguía siendo incómoda, al menos podíamos estar seguras de que Itsuki-kun estaba cuidado y protegido por el momento.
La noche se deslizaba lentamente, envolviendo la habitación en una penumbra serena y acogedora. Itsuki-kun yacía dormido en su cama, como un ángel tranquilo sumido en un sueño profundo. A su lado, Yume-san y Shino-san intercambiaban miradas cargadas de preocupación y curiosidad, como si estuvieran buscando respuestas en las sombras de la habitación.
**Shino:** Yuki-san, iré al grano. ¿Qué sientes por Itsuki-kun?
La pregunta de Shino-san, aunque directa, resonó en el aire con un peso abrumador, como si estuviera cargada con un veneno sutil que amenazaba con corroer el corazón de Yuki-san.
**Yume** Shino san que preguntas son esas. Dijo Yume san, quien notaba nerviosa. Sabía que ella amaba a Itsuki kun, por eso mismo ella me había retado a ver quién se llevaba la atención de este.
Y la pregunta, me hacía pensar ya aún más de lo que quería con Itsuki-kun, para el no soy más que una niñera, o me ve como su amiga o algo más. Pense.
La joven niñera se encontró repentinamente sumida en un torbellino de emociones, luchando por encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que realmente sentía.
**Yuki:** No sé qué decirte, Shino-san... -murmuró Yuki, su voz temblorosa revelando la turbulencia de sus pensamientos- Me gusta cuidar de Itsuki-kun, él es especial para mí. Si pudiera, me gustaría tener algo más allá de nuestra relación actual.
Las palabras salieron con una sinceridad abrumadora, dejando a Yuki-san expuesta y vulnerable ante la mirada penetrante de sus compañeras. Sintió el calor abrasador de la vergüenza subiendo por sus mejillas, pero también una sensación de alivio al finalmente liberar los sentimientos que había estado reprimiendo durante tanto tiempo.
**Yume:** ¿Qué te pasa, Shino-san? ¿De qué lado estás?
La pregunta de Yume-san, cargada con una negatividad palpable, cortó el aire con una fuerza que dejó a Yuki-san sintiéndose como si estuviera en el ojo de un huracán emocional. Las miradas de Shino-san y Yume-san, llenas de sorpresa y desconcierto, parecían atravesarla como cuchillas afiladas, obligándola a enfrentar la verdad incómoda que acababa de revelar.
**Shino:** Vámonos.
La voz de Shino-san, fría y autoritaria, rompió el silencio con una intensidad que hizo que Yuki-san se estremeciera. Se quedó en la sala, sumida en sus pensamientos, mientras el eco de las palabras de Shino-san resonaba en su mente, recordándole la fragilidad de sus propios sentimientos y la complejidad de su relación con Itsuki-kun.
Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, Yuki-san se adentró en la habitación de Itsuki-kun, donde una sensación de familiaridad y calidez la recibió, mezclada con una pizca de nerviosismo por lo que estaba a punto de hacer. Se acurrucó junto a él, sintiendo el suave roce de su aliento en su piel y la calidez reconfortante de su presencia.
**Yuki:** Es extraño... -susurró para sí misma mientras acariciaba con ternura el cabello de Itsuki-kun- La última vez que dormí acompañada en la misma habitación fue con mamá.
Los recuerdos de su madre la inundaron, trayendo consigo una mezcla de nostalgia y melancolía. Pero también sintió una sensación de paz y consuelo al tener a Itsuki-kun a su lado, como si su presencia pudiera llenar el vacío dejado por la ausencia de su madre y calmar las tormentas emocionales que la asaltaban.
Con un suspiro de resignación, se dejó llevar por el sueño, esperando que la noche trajera consigo un nuevo amanecer lleno de promesas y posibilidades.
perspectiva de Itsuki
Itsuki-kun despertó con una sensación de irrealidad, como si estuviera inmerso en un sueño del que no podía escapar. En su mente, revivía fragmentos borrosos de un recuerdo que lo transportaba a un momento en el que se sentía seguro y protegido, acompañado por la figura materna que tanto había anhelado. Era como si estuviera envuelto en un abrazo cálido y reconfortante, y por un instante, Itsuki-kun creyó estar junto a su madre biológica.
**Itsuki:** ¿Qué pasó ayer? -preguntó Itsuki-kun, su voz temblorosa con la incertidumbre.
Su mente estaba llena de lagunas y vacíos, como si las piezas del rompecabezas estuvieran dispersas y desordenadas. Pero antes de que pudiera obtener una respuesta, Yuki-san interrumpió sus pensamientos.
**Yuki**¡Ah, Itsuki-kun! -exclamó Yuki-san, al borde de las lágrimas, y se lanzó a abrazarlo con fuerza.
Itsuki-kun se sintió abrumado por la intensidad de la reacción de Yuki-san, pero no pudo evitar corresponder al abrazo con una sensación de gratitud y calidez. Aunque su mente estaba llena de preguntas sin respuesta, decidió dejarlas de lado por el momento y simplemente dejarse llevar por el confort del abrazo de Yuki-san.
Itsuki: ¿Qué pasó ayer? -preguntó Itsuki-kun, su voz temblorosa con la incertidumbre.
Su mente estaba llena de lagunas y vacíos, como si las piezas del rompecabezas estuvieran dispersas y desordenadas. Pero antes de que pudiera obtener una respuesta, Yuki-san interrumpió con delicadeza.
**Yuki:** Bueno, creo que te tendré que cambiar el pañal, Itsuki-kun. -dijo Yuki-san con lágrimas en los ojos, tratando de evadir la pregunta.
Itsuki-kun asintió, sintiendo una mezcla de confusión y frustración mientras se daba cuenta de que la respuesta a su pregunta estaba siendo eludida.
La entrada de Yume-san y Shino-san en la habitación añadió una capa adicional de intriga a la situación, pero fue la pregunta burlona de Shino-san lo que desencadenó un estallido de comprensión en la mente de Itsuki-kun.
**Shino:** ¿Entonces Yuki-san es tu mami, Itsuki-kun? -preguntó Shino-san con un tono burlón y penetrante.
Itsuki-kun se quedó petrificado ante la pregunta, su mente dando vueltas mientras las piezas del rompecabezas se alineaban lentamente en su interior. La realidad se asentó con un golpe repentino y doloroso, y Itsuki-kun se dio cuenta de que había caído en trance nuevamente, pronunciando palabras que nunca habría dicho en su estado normal.
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