volumen 2 capítulo 6: La cita "perfecta"

El sol del esperado sábado ya empezaba a declinar cuando Itsuki, con nerviosismo palpable, se acercó al apartamento de Yuki. El plan para su cita se desplegaba en su mente como una coreografía compleja, pero una sorpresa inesperada aguardaba tras la puerta. Al tocar el timbre, no se encontró con Yuki, sino con una figura imponente: la hermana mayor de la niñera.

La hermana, una universitaria de semblante afable pero con una autoridad innegable, le dio la bienvenida con una sonrisa ligeramente desafiante. "Oh, Itsuki kun, mi hermana me ha hablado mucho de ti", mencionó, lo que hizo que Itsuki sintiera la presión de ser objeto de conversación en la vida de Yuki.

Antes de que pudiera procesar completamente la situación, Yuki emergió en la escena, embellecida en un vestido celeste y blanco que destacaba su elegancia. La boina blanca añadía un toque de encanto que dejó a Itsuki momentáneamente sin palabras. La sorpresa en sus ojos no pasó desapercibida, y la hermana de Yuki, con astucia, no perdió la oportunidad de destacarlo.

La tensión se podía cortar con un cuchillo mientras la hermana hacía insinuaciones y Yuki, visiblemente molesta, trataba de disolver la incómoda situación. Itsuki, sintiendo el peso de la evaluación de la hermana y la reacción de Yuki, se esforzó por mantener la compostura.

"Escuché que estaban tocando la puerta, así que vine a ver quién era. Este es el chico que cuidas, es muy lindo", soltó la hermana con una sonrisa juguetona, arrancando una risa nerviosa de Itsuki. Yuki, con un dejo de irritación, instó a su hermana a retirarse.

"Ya déjanos en paz. ¿No tenías una obra de teatro de parte de tu universidad? Vete", espetó Yuki, mezclando la molestia con la vergüenza ante la inusual situación. Itsuki, aliviado por la retirada de la hermana, intentó recuperar la normalidad del momento.

Cuando la puerta se cerró, Yuki se volvió hacia Itsuki, sus ojos reflejando una mezcla de molestia y nerviosismo. "Lo siento, Itsuki kun, no esperaba que mi hermana apareciera así", se disculpó, tratando de aliviar la tensión.

"No te preocupes, Yuki san. Estoy listo para nuestra cita", respondió Itsuki, tratando de infundir calma en el momento. Ambos salieron del edificio, dejando atrás la peculiar introducción, pero la intriga sobre el destino de su cita aún flotaba en el aire, manteniendo una tensión latente en la jornada que apenas comenzaba.

Mientras caminaban hacia un parque cercano, Itsuki rompió el silencio. "Yuki san, ¿qué pensaste de mi hermana? Parecía que quería sacar todo sobre mí".

Yuki soltó una risa nerviosa. "Bueno, mi hermana es así, siempre tratando de jugar y causar problemas. Espero que no te haya puesto incómodo".

"No, en absoluto. Fue inesperado, pero creo que logré manejarlo", dijo Itsuki con una sonrisa. "Y bueno, ahora que estamos a solas, ¿quieres saber a dónde te estoy llevando?"

La curiosidad brilló en los ojos de Yuki. "¡Claro! Estoy intrigada".

Itsuki le dio un guiño. "Es sorpresa. Pero prometo que te va a encantar". Ambos continuaron su camino, dejando atrás las tensiones iniciales y sumergiéndose en la anticipación de lo que les depararía la cita.

Itsuki se sentía emocionado y nervioso mientras llegaba el día de la cita con Yuki. Había planificado cuidadosamente cada detalle, desde el lugar de la cena hasta el momento en que disfrutarían del atardecer juntos. Su corazón latía con anticipación al imaginar cómo se desarrollaría la velada.

"Esta cita debe ser perfecta", pensó Itsuki con una sonrisa juguetona. "Primero, iremos a ese restaurante de crepas que Yuki mencionó que le encanta. Luego, nos dirigiremos al cine para ver una película que ambos disfrutemos. Después, daremos un paseo por el parque y, para culminar la noche, nos sentaremos a disfrutar del hermoso atardecer."

A medida que se acercaban al centro comercial, Itsuki repasaba mentalmente cada parte de su plan. "Las crepas serán el inicio perfecto", reflexionó. "Yuki disfrutará la sorpresa, y podré ver su reacción cuando le revele los siguientes pasos."

A medida que se acercaban al centro comercial, Itsuki repasaba mentalmente cada parte de su plan. "Las crepas serán el inicio perfecto", reflexionó. "Yuki disfrutará la sorpresa, y podré ver su reacción cuando le revele los siguientes pasos."

Al llegar al restaurante de crepas, Itsuki y Yuki comenzaron a seleccionar los sabores que más les gustaban. Yuki optó por una crepa de crema batida con fresas, mientras que Itsuki decidió por una crepa de crema con chocolate. Durante la espera, se sumergieron en una conversación animada hasta que la inesperada llegada de Takeshima y Shimada cambió la dinámica de la velada.

La sorpresa de ver a Takeshima y Shimada irrumpir en el restaurante de crepas dejó a Itsuki con una mezcla de nerviosismo y desconcierto. Intentando mantener la compostura, Takeshima comentó en voz baja, "Bueno, quería hacer algo especial, pero no esperaba esto."

Shimada, mostrando su carácter extrovertido, se acercó a Yuki con una sonrisa amistosa. "¿Cómo va la cita hasta ahora?" Yuki, aunque visiblemente cohibida, respondió educadamente: "Bien, solo que no esperábamos compañía."

Mientras esperaban las crepas, Shimada continuó con comentarios amigables, y Takeshima no perdió la oportunidad de añadir con una risa juguetona, "Shimada tiene buen ojo, Yuki san. Itsuki es un buen chico."

La mesera, un tanto molesta por la inesperada aglomeración, entregó las crepas de Yuki y Itsuki. La situación se volvía más intensa cuando Shimada hizo una orden adicional sin consultar. Itsuki, sintiéndose incómodo, trató de explicar que eran amigos suyos y que simplemente se unieron sin previo aviso.

Takeshima y Shimada disfrutaban despreocupadamente de sus crepas de caramelo, y la tensión en la mesa era palpable. Takeshima, con su característica risa juguetona, sugirió: "Bueno, ya que estamos aquí, ¿por qué no hacemos de esto una cita grupal?"

Las risas y los murmullos llenaron el ambiente, y la incertidumbre amenazaba con cambiar los planes cuidadosamente diseñados de Itsuki. Mientras intentaba mantener la calma, pensó en la siguiente parte de su plan: la película. La improvisación de la cita amenazaba con cambiar por completo los planes de Itsuki y, aunque intentaba mantener la calma, su mente ya estaba pensando en la próxima parte del plan: la película.

Perspectiva de Yuki:

Me sentía emocionada por la cita que Itsuki había planeado con tanta dedicación. Era evidente que él se esforzaba por hacer de esta una experiencia especial para ambos. Al llegar al centro comercial, nos dirigimos al primer punto del plan: un restaurante de crepas. Itsuki había elegido cuidadosamente este lugar, recordando mi preferencia por las crepas.

Itsuki: Quiero la crepa de crema batida con chocolate.

Yuki: Yo quiero una crepa de crema con fresas

Durante la espera, disfrutamos de la conversación, sumergiéndonos en la atmósfera relajada del lugar. Sin embargo, nuestra tranquilidad se vio interrumpida al escuchar una voz conocida del otro lado del ventanal.

Takeshima: Itsuki kun, Yuki San.

Takeshima y Shimada se acercaron, uniéndose a nosotros. La presencia de amigos cambió la dinámica, y noté que Itsuki se tornaba un tanto incómodo. Intenté mantener la compostura, aunque por dentro, una parte de mí se preguntaba cómo esto afectaría la cita planeada.

Shimada: Como van, están en una cita, ¿verdad?

La intervención de Shimada, hablándome al oído sobre la posible naturaleza de la cita, sorprendió a Yuki. La realidad de que Itsuki podía necesitar un cambio de pañal durante la cita la golpeó, y la preocupación se reflejó en su rostro. Olvidó por un momento que la salida era más que una simple reunión entre amigos.

"Se me olvidó por completo su condición", pensó Yuki, sintiendo la presión de cuidar a Itsuki sin comprometer su secreto frente a los demás.

La mesera llegó con nuestras crepas, pero la situación ya había adquirido un matiz diferente.

Shimada: Quiero ordenar dos crepas de caramelo ya que estamos aquí.

Debería haber previsto esto. ¿Cómo puedo asegurarme de que Itsuki esté cómodo y disfrute de la cita sin que nadie note su condición? Quizás podría encontrar una manera de manejarlo con discreción. Pero también quiero que esta cita sea especial para ambos, como él lo imaginó. A veces, las sorpresas pueden añadir un toque único a la experiencia. Pero, ¿cómo puedo equilibrar todo esto sin que nada salga mal?

A medida que avanzábamos en la cita, mi mente estaba en constante evaluación, buscando soluciones para superar los obstáculos inesperados y garantizar que Itsuki disfrutara de cada momento, a pesar de las complicaciones que se presentaban. pensé desde mis adentros, para poder mantener la magia de esta cita, pero ¿que haré?

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